La Policía Nacional trasladó ayer al juzgado de instrucción número 4 el informe realizado durante los últimos días sobre la ocupación de la antigua fábrica de Flex por un grupo de jóvenes que quieren rehabilitar el edificio para convertirlo en un centro social autogestionado.
Los agentes recabaron datos acerca del número de personas que permanecen en el edificio, sus reivindicaciones, en qué situación se encuentra el inmueble y cómo accedieron a él, así como los movimientos que se producen, entre otras cosas. Asimismo, se tomó declaración al propietario del edificio, en la que se explica que es una propiedad privada.
Tras esta entrega del informe, la Policía Nacional se encuentra a la espera de la decisión que adopte el juzgado acerca de un posible desalojo del edificio.
Mientras tanto, los jóvenes ocupantes continúan trabajando en su interior para acondicionarlo en la medida de lo posible, ya que su intención es que mañana pueda haber un recital poético a modo de pequeña presentación para darse a conocer, especialmente entre los vecinos del barrio.
El apoyo social es una de las principales bazas con las que quieren contar, ya que, según explican, el centro va a ser para todos, no sólo para un grupo de personas. En este sentido, quieren implicar especialmente a los vecinos del barrio, para lo cual están dándose a conocer entre ellos mediante carteles y manifiestos que están buzoneando.
Un grupo de activistas okupa la antigua fábrica de Flex en Gijón
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