19 nov 2010

[Barcelona] Los cobardes fascistas 'niegan' el móvil racista en la agresión a un 'mantero'

Barcelona * Paisos Catalans
Los tres fascistas que han sido juzgados hoy por haber pegado y robado a un 'mantero' subsahariano han negado ante el juez haberlo hecho por motivos racistas, a pesar de los insultos racistas que oyó la víctima y de los símbolos nazis que dos de ellos tienen tatuados en el cuerpo.
No obstante, la Fiscalía ha pedido hasta seis años de prisión para cada uno de ellos porque considera probados los agravantes de racismo y abuso de superioridad.
Los hechos ocurrieron la noche del 21 de octubre en la Plaza España de Manresa (Barcelona), donde un testigo vio a los agresores salir corriendo de un coche y golpear con objetos contundentes a un subsahariano que estaba solo.
En su declaración ante la policía y durante la instrucción, los acusados reconocieron que aquella noche habían decidido "ir a cazar negros", pero en la vista oral celebrada hoy han negado el móvil racista.
El principal acusado ha reconocido que le dio una patada a la víctima, pero ha explicado que lo hizo porque el subsahariano "se tomó mal una broma" que le hizo.
Asimismo, ha reconocido que lleva tatuada en el pecho una cruz de hierro y una esvástica y en la espalda un bulldog, pero ha aclarado que se lo hizo "hace años" y ya no profesa esa ideología.
El otro acusado, para el que la Fiscalía pide cinco años porque no tiene antecedentes, lleva tatuado en el cuello el escudo de la organización nazi "Black & Honour".
Este inculpado es el dueño del coche en el que se encontró la porra extensible y la navaja que presuntamente utilizaron para la agresión.
A pesar de ello, el defensor ha pedido la absolución porque otro de los acusados se ha autoinculpado de propinar la única patada que, según su versión, recibió el subsahariano.
La mochila llena de CD que los acusados sustrajeron a la víctima también fue encontrada dentro del coche del acusado, pero el abogado defensor ha asegurado que en la sustracción "no hubo ánimo de lucro", ya que tiraron la mayor parte de los discos por la ventana.
La tercera acusada declarado que se quedó dentro del coche y que cuando vio que sus compañeros salían intentó convencerlos para que volvieran al vehículo, aunque el fiscal ha argumentado que permaneció inactiva porque su labor era vigilar y dar el aviso si alguien les veía, como efectivamente ocurrió.
También ha comparecido en el juicio el cuarto implicado, que era menor cuando ocurrieron los hechos y está pendiente de juicio en el juzgado de menores.
El abogado de la acusación particular ha lamentado que la porra eléctrica extensible que fue encontrada en el vehículo del acusado no esté considerada como "arma prohibida".

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