Del 14 de junio al 14 de septiembre se "celebrará" la Expo 2008 en Zaragoza. Un macroevento que, como todos los demás del mismo tipo, supone un intento de transformación urbana al margen de las necesidades de sus habitantes y el enriquecimiento de constructores, especuladores y caciques locales.La Expo 2008, supondrá, bajo el hipócrita lema de , además del destrozo del último soto ribereño que quedaba en la ciudad de Zaragoza para convertirlo en una zona recreativa de pago, la cita de los Estados, instituciones y empresas (nacionales y multinacionales) culpables de las políticas en materia de agua que están provocando muerte, tortura y cárcel, desplazamientos de población y un reparto injusto del agua que prioriza los negocios privados sobre las necesidades humanas o ecológicas.
Jornada de movilización global contra la Expo 2008
>>Comunicado de colectivos zaragozanos contra la Expo 2008
>>"Declaración de Zaragoza" contra la Expo 2008
En Zaragoza el capital se viste de verde y social, incluyendo para ello un surrealista espacio dedicado a las Iniciativas Ciudadanas que, con la connivencia del Ecologismo más progre y las ONGs más apesebradas y mejor pagadas, pretende suavizar y diluir las luchas existentes por todo el planeta contra la mercantilización del agua y por la preservación de los espacios naturales, convirtiéndolas en una inofensiva pieza de museo.
Se pretende vender la imagen de que se va a tratar de una cita que marcará "un antes y después" en las políticas sobre el agua mediante una serie de debates (una rimbombante "Tribuna del Agua") que marcaran las políticas de futuro supuestamente sostenibles. El resultado final será la legitimación del negocio en torno al agua.
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