18 jun 2008

Els canals d'introducció de la droga a la presó

Son muchas las ocasiones en las que la opinión publica y también la opinión publicada se queja del tráfico de drogas que existe en las cárceles españolas. La enorme contradicción que supone encarcelar a miles de personas en espacios donde circula con naturalidad toda clase de sustancias.

Es además un elemento de poder dentro de las cárceles, y a la vez de control de la institución que tiene "calmados" los patios donde se hacinan las personas presas. Y al igual que en la calle, el tráfico es un buen negocio para toda la cadena que participa de él.

Hace años , a un miembro de la Asociación Pro-derechos Humanos de Andalucía, un sindicato de funcionarios de prisiones llegó a sentarlo en el banquillo por decir en los medios que uno de los canales de entrada de la droga a las prisiones tenía chapa y uniforme de carcelero. En estos días noticias como ésta le dan la razón al procesado, absuelto por cierto:

Un funcionario de la cárcel de Villabona se enfrenta a 13 años por traficar con droga en la prisión
El fiscal especial antidroga de Asturias, José Perals, solicita la pena de 13 años de prisión para un funcionario de la prisión de Villabona acusado de introducir droga en el interior de la cárcel, según el escrito del Ministerio Fiscal al que tuvo acceso Europa Press. El juicio se celebrará mañana en la Sección Segunda de la Audiencia Provincial

El hombre aprovechando su condición de funcionario del centro penitenciario, a lo largo del año 2004 introdujo en el mismo diversas cantidades de sustancias estupefacientes para su posterior difusión entre los internos de dicho centro, según el fiscal.

Según el Ministerio Fiscal, el acusado A. T. G., de 57 años, introducía la droga aprovechando que no existían controles de acceso para los funcionarios al interior del centro, así como por la libertad de movimientos que tenía en el interior del mismo, por encargo y a las órdenes del interno del Centro, el acusado G. A. G. Q.

Este acusado se encontraba en aquella época en situación de preso preventivo por haber introducido en España casi un kilo de cocaína, habiendo sido condenado finalmente por sentencia firme de la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Asturias el 20 de enero de 2005 a la pena de seis años y seis meses de prisión.

Los dos acusados coincidieron en el módulo ocho, de 'preventivos', del centro penitenciario, ostentando G. A. G. Q. el puesto de encargado del comedor, por lo que salía del módulo y se desplazaba por el interior de la prisión, coincidiendo en el comedor general con el acusado R. C. M. M., que cumplía condenas por dos delitos contra la salud pública, que le condenaban a las penas de cinco años de prisión y de cinco años y seis meses de cárcel, respectivamente.

Este acusado, R. C. M. M., era el encargado a su vez, por indicación de G. A. G. Q., de recoger la droga que el funcionario A. T. depositaba en un lugar predeterminado dentro de la prisión. Una vez obtenida la droga R. C. guardaba la misma en el almacén de objetos retenidos del módulo de ingresos donde se encontraba interno.

Para guardar la droga en el almacén del módulo de ingresos R. C. M. M. era auxiliado por el también interno del centro penitenciario y ordenanza de confianza en ese módulo C. L. Ll., que disponía de las llaves para acceder a dicho almacén.

Una vez guardada la droga en el citado almacén, R. C. M. se encargaba de distribuirla a cambio de dinero en el interior del centro penitenciario entre los internos del mismo, fundamentalmente en el polideportivo, lugar al que acudía todos los días.

En dicha tarea de difusión de la droga R. C. era ayudado por el también interno del módulo de ingresos R. P. S., siendo éste también un interno de confianza del módulo de ingresos, lo que le permitía disfrutar de una gran movilidad dentro del centro penitenciario.

Finalmente, la dirección del centro penitenciario tuvo conocimiento de la existencia de la droga depositada en el almacén de objetos retenidos del módulo de ingresos, oculta entre los múltiples objetos allí depositados tres planchas de hachís que arrojaron un peso neto total de 737,39 gramos y diversos envoltorios conteniendo cocaína con un peso neto total de 35,97 gramos. La totalidad de la droga incautada ha sido valorada en 6.587,73 euros.

El pago de las drogas que vendían los acusados en el Centro Penitenciario de Villabona se efectuaba en muchas ocasiones mediante giros telegráficos a familiares de los acusados , en concreto ,en junio de 2005, un interno, D. C., realizó a la mujer de R. C. M. M., I. P. S., un giro de 1.850 euros.

Por ello el fiscal solicita la pena de 13 años de prisión para el funcionario de prisiones y le impone una multa de 12.000 euros. Junto a él se sentarán en el banquillo, G. G. Q., alias 'El Venezolano', para quien Perals pide doce años y una multa de 12.000 euros y R. C. M. M., 'El Canario' para el que pide la misma pena. El acusado R. P. S., se enfrenta a nueve años y medio y multa de 12.000 euros y C. L. Ll., a una condena de nueve años e idéntica multa que los anteriores. Europa Press

(La haine)

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