29 jun 2008

Una lectura llibertària del Moviment LGTB


Las organizaciones pro-gubernamentales LGBT, han propiciado un concepto de aceptación social, amoldado a lo que la sociedad está preparada para aceptar. No ha cuestionado el modelo heterosexista que impregna toda nuestra cultura heredada del judeo-catolicismo, fundamentada sobre la construcción política y social del patriarcado.

El largo y arduo periplo que hemos atravesado los gais, lesbianas, bisexuales, transexuales, transgéneros, travestis y gentes de todo tipo, que no hemos conformado o querido vivir bajo la alineación heterocentrista, nos sitúan hoy en día en unas posiciones si cabe decirlo, más cómodas y menos hostiles a las agresiones y discriminaciones sociales y políticas. Esto no lo podemos poner en duda, pero si merece un análisis desde una visión que confronte con los parámetros patriarcales y heteronormativos sobre los que se cimientan la sociedad capitalista en la que vivimos.

Breve cronología de los movimientos pro-liberación homosexual

Podemos datar en la Alemania de mitad del siglo IXX, como el inicio de las primeras reivindicaciones en favor de la liberación homosexual. Este primer movimiento respaldado por escritores, médicos y científicos solicitó en 1869 al gobierno la derogación del párrafo 175 del Código Alemán, porque atentaba contra la libertad humana, al penalizar los actos y conductas homosexuales, defendiendo dicho comportamiento, estudiando y divulgando sobre las relaciones entre personas del mismo sexo, con la edición de una revista que recogía un amplio espectro de artículos. Ese mismo año se atribuye al Dr.Benkert, pionero en la lucha a favor de los homosexuales, quien acuña el termino Homosexual, con el objeto de definir el comportamiento y la atracción sexual entre personas del mismo género. Comienza a utilizar está definición para contrarestar las múltiples e insultantes palabras con las que se hacía referencia a los-as homosexuales. A principios del siglo xx comienza a utilizarse la palabra homoerótico. Este termino da origen a otro, que rechaza a la vez la etimología patológica que carga la palabra homosexual, comenzando a emplearse la palabra Homofilia (atracción por un semejante) ya en la década de los 50 del siglo xx.

Tras afrontar diferentes conflictos que se dieron en aquellas décadas (La Primera Guerra Mundial, la postguerra ) y con una ferviente actividad, El Comité Científico y Humanitario es terriblemente perseguido y represaliado entre 1933 y 1935, hasta su completa desaparición a manos del nazismo.

En la década de los 50 resurgen en América y Francia el movimiento de liberación homosexual, pero el carácter que define a estos grupos es en la integración social, total y plena del mundo homosexual. La disposición de estos grupos a colaborar y sostener el orden moral, pronto genera el rechazo de otros-as homofilos-as que no están dispuestos-as ha rechazar sus rasgos identitarios y personales (estos grupos cuestionan y condenan el trasvestismo, la prostitución, la sexualidad plena y libre, el amarenamiento, el juego de roles, etc...) y entregarse a sostener y contribuir con la perpetuación del modelo social y moral imperante: machista, sexista y homófobo.

A finales de los 60, la eclosión multicultural y la nueva contra-cultura que agita a Occidente, más concretamente los USA y europa, empieza a perfilar un movimiento por la liberación sexual, al mismo tiempo que resurgen grandes movimientos como el de la comunidad afro por los derechos civiles y contra las discriminaciones raciales. El movimiento feminista que se rebela contra el concepto moral y religioso de la familia, la procreación y la subordinación al patriarcado; el de los-as indígenas norteamericano-as en defensa de su integridad e identidad como pueblo; el movimiento antimilitarista ampliamente apoyado debido a la política bélica del gobierno en aquellos años, y las fuertes luchas obreras muy violentas y respaldadas por miles de trabajadores-as, principalmente en la áreas más industrializadas del país.

El Movimiento por la liberación sexual engloba por un lado a homofilos, travestis, heterosexuales, putas, mujeres, chaperos y gentes de muy variada opción e identidad sexual, que reivindican una vivencia menos homogénea de la vida sexual y afectiva, a la vez que hace frente a los problemas más concretos con los que constantemente se tienen que enfrentar: el derecho a abortar, la libre elección sexual, la discriminación social y legislativa, la estigmatización de sus colectivos, la represión gubernamental, la imposición del matrimonio, la homofobia, etc... Recogen también la influencia del concepto amor libre (la libre unión entre personas, sin coacciones morales ni materiales, basadas en el mutuo o múltiple acuerdo) originario y de tradición libertaria, que adoptaron miles de mujeres y hombres en las primeras décadas del siglo xx, principalmente entre los-as obreros-as y sindicalistas de inspiración libertaria.

En un contexto de agitación y en el que gran parte de los colectivos sociales adquieren un planteamiento y discurso revolucionario, la noche del 28 de Junio de 1969, en un pequeño bar de ambiente del Village neoyorquino, hombres y mujeres hicieron frente a los abusos y la represión policial e institucional, provocando unos duros disturbios que se prologaron durante tres noches y culminaron con más de 300 activistas detenidos-as. Aquella redada en el Stonewall, marcó un punto y a parte de lo que hoy denominamos movimiento o comunidad LGBT [1], dando origen a la conmemoración del Día Internacional del Orgullo Gai.

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**Jose Luis Corrales ha participado en diversos proyectos libertarios de activismo LGTB y es militante del sindicato CNT.

Articulo para el periodico "cnt" de Julio.

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