En la madrugada del sábado pasado, efectivos del ejército y la policía marroquí tomaron por asalto la ciudad de Sidi Ifni, reprimiendo salvajemente a grupos de jóvenes.
Estos bloqueaban el acceso al puerto de esa localidad, reivindicando mejores condiciones de vida.
Según varias fuentes, tras sitiar la ciudad, militares y policías entraron en las casas, apresaron a sus moradores, violaron a las mujeres, saquearon, robaron, y tomaron como rehenes a niños y ancianos. Unas cincuenta personas resultaron heridas, muchas de carácter grave y, según el presidente de la sección Centro Marroquí de Derechos Humanos de Sidi Ifni, hubo entre uno y cinco muertos, mientras que Al Jazeera cifró en cuatro el número de fallecidos.
Los sucesos fueron recogidos por las agencias de noticias, portales de Internet (http://www.lahaine.org/index.php?p=8779) y especialmente, dada la proximidad, por los periódicos de las islas Canarias. De inmediato me llamó la atención el silencio informativo del diario “progresista” español El País, quien siempre está dispuesto a denunciar con presteza, las supuestas violaciones de los derechos humanos en Cuba o Venezuela.
El domingo, día 8, recurrí al archivo del periódico, colocando la palabra “Sidi Ifni” y busqué entre los días 7 (sábado) y 8 (domingo) en todas las secciones, sin encontrar documentos relacionados con el término de búsqueda. Realicé la misma operación utilizando el vocablo “Marruecos”, y surgieron siete informaciones (por cierto, una de ellas relacionada con una venta de armas de España al reino alauita), que nada tenían que ver con los acontecimientos. Repetí por tercera vez la búsqueda- ahora en los medios PRISA.com-, y sólo salió una noticia de la cadena de emisoras SER, que relataba un “fuerte enfrentamiento entre Ejército y protestantes contra la pobreza en Sidi Ifni”, y poco más.
Por fin, el lunes día 9, El País recogió lo ocurrido pero de manera tibia, informando de unas cargas policiales que habían producido 44 heridos, de los que más de la mitad eran policías (¡qué casualidad!). Además, incluyó la noticia dentro de un contexto general, al añadir que desde hace meses se multiplican las revueltas en el Norte de África y no sólo en Marruecos. En ese sentido, resulta significativo que citara unos disturbios ocurridos en Túnez, reportando que el ejército y la policía de ese país habían recuperado el control de Redeyef, una ciudad minera, donde asesinaron a un joven -del que facilitaba nombre y apellidos- y agregaba que varias personas más habían sido heridas a balazos. Todo un lujo de detalles, que nada tenía que ver con la información suministrada sobre Marruecos.
Un dato a tener en cuenta: Mientras el domingo continuaban los gravísimos incidentes en Sidi Ifni, El País publicaba un artículo intrascendente sobre Cuba donde denunciaba a los gobernantes de una “dictadura” que no sitia ciudades, ni su ejército asesina a sus conciudadanos. Cuba era noticia por una banalidad, pero la brutal represión que, desde hacía dos días, se estaba produciendo en Marruecos no merecía una línea.
Quizás esta actitud se deba a que, en un pasado reciente, Mohamed VI premió a varios ciudadanos en “reconocimiento a sus compromisos a favor de la consolidación de la amistad entre Marruecos y España”. Entre los galardonados figuraban Carmen Romero, esposa de Felipe González -el que traicionó al pueblo saharaui, conferenciante asiduo en Marruecos muy estimado por el democrático Sultán- columnistas de El País, y varios asalariados del grupo Prisa.
x J. M. Álvarez
La Haine
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