Un funcionario de la cárcel de Martutene detenido en una redada contra una red de fabricación y tráfico de "cristal"
Diario Vasco 10.05.08 -
Arrestado un funcionario de la cárcel de Martutene en una red de tráfico de droga
La Ertzaintza ha detenido en Gipuzkoa, Álava y Huesca a otras nueve personas que producían y distribuían ‘cristal’. Al parecer, el empleado introducía la sustancia en el penal
La Ertzaintza ha desarticulado en Gipuzkoa la mayor banda en el norte de España que traficaba y producía cristal, una nueva droga de diseño altamente lesiva derivada del éxtasis. Según informó ayer el Departamento de Interior, la operación se ha saldado con diez personas detenidas, entre ellas un funcionario de la cárcel de Martutene, quien, al parecer, introducía la droga en el penal y también la distribuía en otros puntos del territorio.
Los arrestos se han ido sucediendo en los dos últimos meses, aunque las pesquisas policiales se remontan a hace un año, cuando los agentes desmantelaron en Andoain el mayor laboratorio de producción de cristal, una sustancia cuyo consumo genera graves daños físicos y psíquicos. La droga suele presentarse de varias formas, principalmente en polvo o en barritas, y se consumo en muchos casos mezclada con el alcohol.
En aquella operación, la Er-tzaintza detuvo a un ciudadano colombiano de 29 años y se incautó de 27.000 pastillas de éxtasis, 7 kilos de cocaína, 21 kilos de hachís y 23 de cristal, el mayor alijo en España de este tipo de sustancia. El individuo fue ingresado en la cárcel de Martutene, aunque posteriormente fue derivado al penal de Palencia.
Las investigaciones policiales continuaron en los meses posteriores hasta localizar toda la red de narcotraficantes, que tenían preparado un laboratorio de fabricación de droga que iba a ser enviado a Holanda. A la vista de la inminente operación, los agentes decidieron intervenir el pasado mes de marzo.
Los diez arrestos se llevaron a cabo en Irun, Vitoria, San Sebastián y Jaca, donde residía el cabecilla de la banda. Según informó ayer la Subdelegación del Gobierno de Huesca, el arresto se llevó a cabo el pasado 18 de marzo, en colaboración con la Policía Nacional de la capital jacetana. En el momento de su detención, los policías le requisaron seis gramos de cristal, tras lo que fue ingresado en la cárcel. Estas fuentes indican que en la misma operación también fue detenida una mujer.
Responsable en la prisión
La banda de traficantes operaba en Gipuzkoa, pero también tenía ramificaciones en Colombia y Holanda, indica la nota que remitió el Departamento de Interior. Según fuentes del caso, la red de distribución tenía como clientes a varios presos de Martutene, a quienes suministraba la droga el funcionario detenido. Al parecer, el vigilante era el responsable de seguridad de uno de los módulos de la cárcel en el turno que le correspondía, por lo que tenía vía libre para operar sin levantar sospechas.
Tras ser detenido, fue ingresado en la prisión de Logroño, donde continúa en la actualidad. Otros cinco de los diez arrestados también permanecen entre rejas, a la espera de que se juzguen los hechos. La Ertzaintza da por cerrada la operación.
Diario de Noticias de Gipuzkoa 12/04/2008
El funcionario de prisiones 'trapichero'
Un veterano recluso de la cárcel de Martutene asegura que la droga campa a sus anchas en prisión, y que no es infrecuente que, en ocasiones, los vigilantes acaben metidos "en el lío"
"Lo del funcionario de Martutene que han trincado no sorprende a nadie. Hoy le pega a la droga sintética hasta el apuntador". Más que hablar, Alberto, que ronda la cuarentena, viene a dictar sentencias. De algo debe servir haber ingresado en la cárcel de Martutene en trece ocasiones, toda una vida, desde 1985 hasta hace algo más de un año. Por eso conoce al detalle los tejemanejes del talego y sabe que, en ocasiones, el encargado de velar por la seguridad de prisión también llega a convertirse en el mayor trapichero .
El arresto del vigilante de la cárcel de Martutene, integrante de una banda que traficaba con droga, según informó el viernes el Departamento vasco de Interior, no le sorprende lo más mínimo a este hombre que ha visto "de todo". La red de distribución tenía como clientes a varios reclusos. La operación comenzó hace un año, cuando la Ertzaintza desmanteló en Andoain el mayor laboratorio de producción de cristal y detuvo a un ciudadano colombiano. "Está claro que el funcionario de Martutene era el sicario del colombiano. Al tío le han dejado hacer y hacer hasta que lo han trincado con todo el pastel y ha caído la baraja de naipes", asegura el joven, con ese deje pastoso en el habla habitual tras años de excesos.
En realidad, todo este fenómeno de las drogas de diseño le pilla a Alberto un poco de vuelta. La suya fue la época del caballo y la coca. Pero conoce bien los casos de funcionarios que, lejos de las tareas que se les suponen, se dedican a introducir droga en el penal y a distribuirla. En su época, al menos, había un vigilante que tenía fama de "meter" en Martutene. Bueno, precisa, "en realidad aquél tío fue poca cosa, pero sí conocí a otro funcionario gallego, de ésos que pasan y pillan en la calle, que incluso tenía su propia clientela en el módulo. Muchos de sus compañeros lo sabían, pero nadie decía nada, hasta que fueron a por él", rememora.
METER LA DROGA 'Empetarse'
Hace dos años que Alberto dejó la cárcel, pero las cosas siguen igual, al menos, en lo que a meter droga se refiere. Uno de los modos más habituales es el que en la jerga taleguera se conoce por empetarse , esto es, introducir la droga vía rectal.
Pero Alberto y tantos otros saben que ya no hace falta jugarse el tipo para consumir. Las cosas fueron cambiando poco a poco, sobre todo después de aquella época conflictiva en la que a los presos les dio por hacerse pinchos . Eran una suerte de navajas artesanales confeccionadas con las varillas de aluminio de los wáters de antes, ésos que contenían bolas de poliespán. "Le ponían un mango a la varilla y venga, a amenazar con el arma al que tenía algo. Los conflictos eran continuos. Por eso la droga circula ahora mucho más fácil en la propia prisión. Incluso a los funcionarios les interesa que estemos colocados, todos dormidos, para no armar ruido", asegura.
A este respecto, reconoce que las cosas han cambiado un montón en el tratamiento que se les da a los presos, con el fin de que "no molesten". "Antes no te daban pastillas para dormir, pero es que hoy en día entras en la cárcel y encuentras todos los fármacos que quieras para que no crees problemas. La cárcel se ha convertido en zombilandia ", describe el hombre.
Está convencido de que todo el mundo debe saber "con pelos y señales" lo que ha ocurrido ahí dentro con las andanzas del funcionario. "Y no debería llevar demasiado tiempo trapicheando, porque, de lo contrario, ya lo habría conocido", sostiene. Al parecer, el funcionario se valía de su puesto como vigilante para trapichear con los reclusos de prisión sin levantar sospechas.
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