21 jun 2011

[Estat espanyol] Miguel Montes, otro caso de cadena perpetua encubierta

Miguel Montes Neiro, lleva más de 50 días en huelga de hambre como medida de presión para reclamar su puesta en libertad. Miguel Montes Neiro, es el preso más antiguo de España, un anciano de 60 años con graves problemas de salud que entro por primera vez en prisión, el 7 de octubre de 1976 y que terminará de cumplir su condena según IIPP en el 2021.

En su expediente constan una veintena de causas -ninguna de sangre y muchas de ellas cometidas dentro de prisión-, 16.822 días en prisión provisional, 1.400 días fugado -repartidos en cinco etapas distintas- y 34 años en prisión. En esos 34 años Miguel apenas ha disfrutado de ningún privilegio penitenciario, ya que “Mientras estaba cumpliendo algunas condenas firmes, tenía otras preventivas y los presos en esa situación no pueden ser clasificados. Por ello, salvo excepciones como el entierro de su madre, nunca ha disfrutado de un permiso", aclara su letrado.

"Las prisiones preventivas no tienen como finalidad el cumplimiento de una condena futura", eso es un "quebranto absoluto de su presunción de inocencia", dice también su abogado al aclarar que gran parte de los 46 años y ocho meses que acumula en prisión provisional no le han sido liquidados.

Este error penitenciario explica que Miguel haya pasado en prisión provisional más tiempo del que luego fue condenado por algunas de sus causas. Por esta vía, o por la del límite máximo de 20 años contemplado en el artículo 76 del Código Penal, la defensa de Miguel cree que "ha pagado de sobra".

El problema de Miguel (como el de tantos otros presos en su misma situación) es que no hay manera legal de conseguir la libertad, por lo que la única salida que queda a estos presos ante la situación de abandono a que los somete el sistema es la de escaparse o morir en prisión. Ante "el fallo brutal del sistema", su abogado lo tiene claro: "La obligación del preso es intentar fugarse". Cosa esta no legal, pero si legítima, añadiríamos nosotros.

Ante esta falta de recursos para poder obtener su libertad por otros medios, su abogado ha solicitado un indulto por razones humanitarias, con lo cual los grandes partidos, PP y PSOE, IU, además del El Defensor del Pueblo Andaluz, José Chamizo se han mostrado de acuerdo, ya que según ellos el indulto es cuestión "ya no de legalidad, sino de equidad". Anteriormente a esto también se pidió una refundición de condenas al TS, cosa que tampoco ha sido concedida, según ellos por falta de datos. Nosotras creemos que si después de 35 años de prisión todavía no tienen los datos necesarios, con lo lenta que va la burocracia en estos casos, quizás cuando los consigan ya sea demasiado tarde para la salud y la vida de Miguel.

No es este el primero ni el único caso que conocemos, en que IIPP y todo el sistema jurídico se saltan la legalidad y las normas y leyes creadas por ellos mismos y retienen encarceladas ilegalmente por más tiempo del que toca a algunos presos, (Joaquín Garcés 5 años, Amadeu Casellas 8 años, ambos reconocidos por la ley). El caso de Manuel Pinteño es muy similar al de Miguel. También el pago 34 años de talego, pese a que la ley que los juzgó a los dos, el antiguo CP, dice que el máximo cumplimiento para sus causas debería ser de 20 años. Tampoco para él había salida legal posible, y por eso, en un acto desesperado por conseguir su libertad se optópor pedir su indulto, cosa que tampoco consiguió.

Pedir un indulto significa pedir perdón, o lo que es lo mismo agachar la cabeza e implorar compasión y clemencia, reconociendo la culpabilidad del preso y la autoridad de quienes lo conceden. Por eso digo que un indulto se pide en un acto desesperado cuando lo que pertenece por derecho y por ley, la InJusticia no lo reconoce, se enroca en sus propios laberintos y no hay manera posible de conseguirlo. Como se ha podido comprobar en los anteriores casos mencionados (todos libres ya), la presión del exterior sí que influye a la hora de conseguir la libertad. Las campañas de la calle, no hacen milagros ni consiguen la libertad de alguien a quién no le toque por ley, pero acelera las cosas cuando como en el caso de Miguel se está incumpliendo la ley. Cuando jueces, fiscales e Instituciones notan la presión y la molestia que les causa la gente que apoya desde fuera y desde los medios de información, seguramente son más diligentes en su trabajo y eso puede hacer que por quitarse un problema de encima se acelere el proceso de la liberación.

En vista de todo lo dicho anteriormente, mi reflexión me lleva a pensar que Miguel Montes Neira no ha recibido el apoyo del exterior que los otros expresos mencionados han recibido. No tiene grupos de apoyo, solo su familia y su abogado gestionan su caso. No hay campaña a favor de su liberación. Sale muy poco en los medios de información, incluso en los alternativos. El apoyo de los políticuchos oportunistas de turno, está claro que no sirve para nada. ¿Y esto porque pasa? ¿Porqué hay presos que en las mismas circunstancias tienen más atención que otros? ¿Es porque el movimiento anticarcelario está de bajón? ¿Es porque hay presos que son más mediáticos que otros? ¿Estamos por el preso o estamos por la causa? ¿Es porque se está cansado de campañas individuales? Yo supongo que todo influye pero creo que todos deberíamos reflexionar y debatir sobre ello y tomar decisiones, aunque sin demorarse demasiado, ya que la vida de Miguel corre un serio peligro y sería una putada que nuestras dudas nos impidiesen actuar a tiempo.

EXIGUIMOS LA LIBERACIÓN DE MIGUEL MONTES NEIRA YA!!!

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