El servicio de limpieza del Ayuntamiento de Burgos borró el mural de la fachada perteneciente a la biblioteca La Maldita en un acto de provocación, ordenado por la policía local, saltándose su legalidad. En el mural podía observarse como un policía era golpeado por un libro.Una vez más el Ayuntamiento de Burgos intenta censurar a las mentes antiautoritarias de la ciudad, esta es una forma de provocación y exhibición de fuerza ante los compañeros de la biblioteca y los vecinos de un barrio con tradición combativa,como es el Gamonal.
A continuación podéis leer un comunicado de la Biblioteca que se ha repartido en la ciudad, en una jornada de protesta y puertas abiertas.
Son los mismos perros
A primeras horas de las mañana del pasado jueves día 2 los servicios de limpieza del ayuntamiento de Burgos mutilan con la servil diligencia del que solo es un mandao, el mural que vestía la fachada de la biblioteca situada en el pueblo de Gamonal ” La Maldita “. Pero como en todas las guerras, los únicos lisiados inofensivos son los cadáveres, y al día siguiente viernes, también por la mañana, la hora de los condenados, acaban por borrar el resto tambaleante y consumar el crimen.
Con tan solo unas primeras indagaciones de andar por casa aparecen unas torpes órdenes dadas por esa misma policía local que se pasea por las calles de Burgos con andares de John Wayne perdonando vidas. Una primera impresión podría hacer pensar que los gallitos del corral se sentían molestos, cuestionados, con una imagen que quería representar la fuerza del pensamiento crítico frente a la represión del poder que ellos encarnan. Pero sin aviso previo al dueño del local ni a sus actuales inquilinos, ni tan siquiera denuncia de por medio, apostamos a que en realidad mas que gallitos son los capones cebados de siempre que mareados siguen las directrices de una hoja de ruta trazada por quienes les da el pienso.
Hay un viejo objetivo velado en la nueva ordenanza municipal que está a punto de entrar en vigor: el exterminio de cualquier tipo de disidencia política. Bajo este parámetro enmarcamos la provocación que supone el borrar de una propiedad privada un dibujo. Es un pequeño apretón, una incontinencia, de todo lo que se nos va a venir encima. A sus tradicionales tácticas represivas quieren sumarle una legalidad todavía más asfixiante. Se busca, en el fondo, desterrar todo comportamiento no regulado, rayando más aún la paranoia. Se promueve la denunciación entre vecinos, aumentando el aislamiento y desconfianza entre estos, se llega incluso a prohibir el juego libre y espontáneo en las plazas.
En nada nos sorprende este movimiento de ficha ya que no es el primero, el anarquismo lleva participando históricamente en infinidad de procesos empeñados en derribar el orden establecido, y por lo tanto encajando sus golpes. Incluso participando de miles de realidades cotidianas donde la insumisión y la rebeldía se manifiestan. Como la biblioteca La Maldita , proyecto colectivo abierto a la construcción de un pensamiento crítico que se sabe al otro lado de la raya: la que cruzaron aquellos que siempre prefirieron ser los indios de las películas, los que persiguen asaltar la caravana que protege John Wayne. En este espacio hacemos compresible un lenguaje, un discurso, que el actual dominio tan hollywodiense se propone ridiculizar y condenar al malditismo. Durante más de un año, desde que se abrieron sus puertas, son continuas las jornadas, charlas, debates, exposiciones, proyecciones de películas,que han tenido lugar, siempre desde la autoorganización, en asambleas horizontales que rechazan las jerarquías, y la autogestión, diciendo no a los caramelos envenenados de las subvenciones. La lógica del dinero no nos interesa, no somos un nuevo comercio que especula con más cultura de usar y tirar.
Y es que en verdad les damos miedo. Saben que nuestras ideas apuntan al corazón de la bestia, que nuestra memoria no es histórica por campañismo gubernamental. No queremos unos archivos para recrearnos intelectualmente como tertulianos de sobremesa, sino para preparar las luchas presentes y futuras con las lecciones dejadas por las pasadas. De esta manera la perspectiva de los acontecimientos se tornan más clara, menos casual, menos desconexa: como que los mismos perros que salieron rabiosos a morder en la iniciativa de autoorganización de los vecinos de Eladio Perlado ante el conflicto del parking son los que ahora enseñan los dientes para que una expresión no complaciente desaparezca; como que las mismas tácticas represivas puestas en juego en ese momento se vuelven a repetir o están por venir (bulos, intoxicación mediática, amenazas…); como que romper el aislamiento y forjar de lazos entre los eternos perdedores de la partida es la mejor arma para enfrentarnos a todas las imposiciones que no dejan de acosarnos reclamando conformismo y sumisión.
¡¡¡Frente a su oferta unilateral de explotación, represión y más represión, nuestra lucha y solidaridad!!!
Agradecer a todos los vecinos que se han acercado sus muestras de apoyo y su saber estar.
En la siguiente foto la furgoneta del servicio de limpieza del Ayuntamiento con la fachada recien blanqueada.
A continuación podéis leer un comunicado de la Biblioteca que se ha repartido en la ciudad, en una jornada de protesta y puertas abiertas.
Son los mismos perros
A primeras horas de las mañana del pasado jueves día 2 los servicios de limpieza del ayuntamiento de Burgos mutilan con la servil diligencia del que solo es un mandao, el mural que vestía la fachada de la biblioteca situada en el pueblo de Gamonal ” La Maldita “. Pero como en todas las guerras, los únicos lisiados inofensivos son los cadáveres, y al día siguiente viernes, también por la mañana, la hora de los condenados, acaban por borrar el resto tambaleante y consumar el crimen.
Con tan solo unas primeras indagaciones de andar por casa aparecen unas torpes órdenes dadas por esa misma policía local que se pasea por las calles de Burgos con andares de John Wayne perdonando vidas. Una primera impresión podría hacer pensar que los gallitos del corral se sentían molestos, cuestionados, con una imagen que quería representar la fuerza del pensamiento crítico frente a la represión del poder que ellos encarnan. Pero sin aviso previo al dueño del local ni a sus actuales inquilinos, ni tan siquiera denuncia de por medio, apostamos a que en realidad mas que gallitos son los capones cebados de siempre que mareados siguen las directrices de una hoja de ruta trazada por quienes les da el pienso.
Hay un viejo objetivo velado en la nueva ordenanza municipal que está a punto de entrar en vigor: el exterminio de cualquier tipo de disidencia política. Bajo este parámetro enmarcamos la provocación que supone el borrar de una propiedad privada un dibujo. Es un pequeño apretón, una incontinencia, de todo lo que se nos va a venir encima. A sus tradicionales tácticas represivas quieren sumarle una legalidad todavía más asfixiante. Se busca, en el fondo, desterrar todo comportamiento no regulado, rayando más aún la paranoia. Se promueve la denunciación entre vecinos, aumentando el aislamiento y desconfianza entre estos, se llega incluso a prohibir el juego libre y espontáneo en las plazas.
En nada nos sorprende este movimiento de ficha ya que no es el primero, el anarquismo lleva participando históricamente en infinidad de procesos empeñados en derribar el orden establecido, y por lo tanto encajando sus golpes. Incluso participando de miles de realidades cotidianas donde la insumisión y la rebeldía se manifiestan. Como la biblioteca La Maldita , proyecto colectivo abierto a la construcción de un pensamiento crítico que se sabe al otro lado de la raya: la que cruzaron aquellos que siempre prefirieron ser los indios de las películas, los que persiguen asaltar la caravana que protege John Wayne. En este espacio hacemos compresible un lenguaje, un discurso, que el actual dominio tan hollywodiense se propone ridiculizar y condenar al malditismo. Durante más de un año, desde que se abrieron sus puertas, son continuas las jornadas, charlas, debates, exposiciones, proyecciones de películas,que han tenido lugar, siempre desde la autoorganización, en asambleas horizontales que rechazan las jerarquías, y la autogestión, diciendo no a los caramelos envenenados de las subvenciones. La lógica del dinero no nos interesa, no somos un nuevo comercio que especula con más cultura de usar y tirar.
Y es que en verdad les damos miedo. Saben que nuestras ideas apuntan al corazón de la bestia, que nuestra memoria no es histórica por campañismo gubernamental. No queremos unos archivos para recrearnos intelectualmente como tertulianos de sobremesa, sino para preparar las luchas presentes y futuras con las lecciones dejadas por las pasadas. De esta manera la perspectiva de los acontecimientos se tornan más clara, menos casual, menos desconexa: como que los mismos perros que salieron rabiosos a morder en la iniciativa de autoorganización de los vecinos de Eladio Perlado ante el conflicto del parking son los que ahora enseñan los dientes para que una expresión no complaciente desaparezca; como que las mismas tácticas represivas puestas en juego en ese momento se vuelven a repetir o están por venir (bulos, intoxicación mediática, amenazas…); como que romper el aislamiento y forjar de lazos entre los eternos perdedores de la partida es la mejor arma para enfrentarnos a todas las imposiciones que no dejan de acosarnos reclamando conformismo y sumisión.
¡¡¡Frente a su oferta unilateral de explotación, represión y más represión, nuestra lucha y solidaridad!!!
Agradecer a todos los vecinos que se han acercado sus muestras de apoyo y su saber estar.
En la siguiente foto la furgoneta del servicio de limpieza del Ayuntamiento con la fachada recien blanqueada.
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