Eran dos. Españoles, según los testigos. Uno entró en el vagón de la línea 6 del metro con los pantalones y los calzoncillos bajados y haciendo burla de los que piden limosna en el metro. "¿Me dais una monedita? Soy rumano". El otro le reía la gracia. Mientras, los pasajeros intentaban mirar hacia otro lado. Luego llegaron los insultos, algunos peores que otros: "Me cago en todos los peruanos", gritaba el individuo, de entre 22 y 25 años, alto y delgado. Un chico peruano se dio por aludido y quiso encararse con él, pero su novia le retuvo y se bajaron en la siguiente parada, Méndez Álvaro.
Entonces vio a J. H., una ciudadana china de 19 años, sentada sola. Y se ensañó: "¡Tú, china de mierda!", "¡Mierda de inmigrantes!". La chica apenas le entendía, pero sabía que la estaba insultando. Le miró con mal gesto. Él siguió gritando y le restregó los genitales en la cara. Ella respondió con un bolsazo. Y él con un puñetazo en plena cara, a la altura del pómulo, según recoge la denuncia presentada ante la Policía Nacional.
También le dio varias patadas. El acompañante, que hasta entonces contemplaba el espectáculo muerto de risa, le agarró y la agresión física se quedó ahí.
Cuando otra pasajera, O. M., española de 39 años, salió en ayuda de la mujer china, el hombre también se encaró con ella: "¿Y tú de dónde eres que proteges a la china? ¡Hija de puta!". Ramón Barba, boliviano de 31 años, trataba de marcar el número de emergencias en su móvil con disimulo. Pero el agresor le vio: "¡Tú, inmigrante cabrón!" y se colgó de las barras con intención de patearlo. Barba se encaró con él. "¡Te voy a apuñalar!", le amenazaba el agresor. "El otro hombre me agarró para que no le pegara y echarme del metro, mientras gritaba 'es mi primo", relataba Barba ayer. Los tres se bajaron en Pacífico y avisaron al personal de Metro de que los individuos seguían en el tren. Pero consiguieron escapar. "El puesto de mando envió a una pareja de vigilantes a Conde de Casal, pero debieron de haber bajado antes", explicó un portavoz de Metro de Madrid, que admitió los hechos. La agresión sucedió pasadas las diez de la noche del domingo.
"Le dio un puñetazo por ser china. Veía las imágenes del tío del tren de Barcelona", relataba ayer O. M. "La chica se puso en la puerta para salir y yo me levanté para calmarla y taparla con mi cuerpo. Fue la parada más larga de mi vida".
A diferencia del caso de Barcelona, en que un hombre agredió e insultó en un tren a una adolescente suramericana, esta vez no habrá imágenes. Los vagones de la línea 6 carecen de cámaras de vigilancia. Sólo las del andén podrían haber captado la imagen de los agresores.
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