3 feb 2009

«Soy partidario del cierre de nuestra publicación tras la muerte de Babúrova»

«Soy partidario del cierre de nuestra publicación tras la muerte de Babúrova»
Dimitri Murátov el pasado miércoles, tras un acto de «Reporteros sin Fronteras» en Berlín | AFP
Dmitri Murátov es director del bisemanario ruso «Nóvaya Gazeta» desde su fundación, en 1993. La publicación que encabeza detenta el trágico récord de ser la que más periodistas asesinados ha tenido que lamentar en 15 años de existencia. Anna Politkóvskaya, tiroteada en el ascensor de su vivienda en octubre de 2006, y Anastasía Babúrova, muerta también de un balazo en la cabeza el pasado lunes, son dos de ellos.
-Ustedes detentan el triste récord de ser el medio de comunicación ruso con más periodistas asesinados.
-Sí, somos lo que hemos sufrido más muertes, cuatro en total en los últimos años.
-¿De qué escribía Babúrova?
-Anastasía escribía sobre la actividad de las organizaciones ultras, desde fascistas y ultranacionalistas hasta cabezas rapadas. No hay que olvidar que estos grupos matan gente prácticamente a diario.
-Sin embargo, el Gobierno ruso sostiene que Anastasía Babúrova murió casualmente, al encontrarse en compañía del abogado Stanislav Markélov, que, según ellos, era el verdadero objetivo del pistolero.
-Al igual que Markélov, ella también recibió un disparo en la cabeza y por detrás. Su asesinato fue completamente intencionado. Es sintomático que nuestras autoridades se aventuren a determinar si el homicida mató o no de forma premeditada.
-¿Son ustedes objetos de amenazas con frecuencia?
-Sí, de forma casi permanente. Hemos logrado que uno de nuestros empleados obtenga protección de las fuerzas de seguridad, pero es completamente insuficiente.
-¿Se pueden relacionar todos los asesinatos en su periódico con el del ex espía Alexánder Litvinenko?
-No hay pruebas que vinculen todos estos casos, pero sí existe una relación entre ciertos grupos dentro de las fuerzas de seguridad y otros estamentos del Estado con las organizaciones nacionalistas de extrema derecha.
-¿Cómo pueden ustedes trabajar así?
-Mire, yo soy partidario de cerrar nuestra publicación tras la muerte de Babúrova y le voy a decir por qué. En cuanto tocas a los servicios secretos, el Ejército, la Policía, la corrupción, las constructoras de viviendas, el tema del gas, las organizaciones fascistas o los sobornos a los jueces te empiezan a suceder desgracias, incluyendo los asesinatos que ya he descrito. Para que las cosas te vayan bien tienes que dedicarte al «glamour», las historias rosas, el mundo del espectáculo y la previsión del tiempo. Pero no cerramos el periódico por que la mayoría de los redactores están en contra de ello.
-¿Qué piensa el dueño de «Nóvaya Gazeta», el magnate Alexander Lébedev?
-Está indignado y, aunque sus puntos de vista no coinciden siempre con los nuestros, es completamente solidario con la redacción. Considera que en Rusia ha comenzado una nueva campaña de terror contra la prensa, los abogados y las instituciones sociales en general.
-Lébedev ha propuesto obtener licencia de armas para los reporteros.
-Efectivamente y apoyo esa idea. Hemos cursado ya la correspondiente solicitud al Ministerio del Interior para que, al menos los periodistas que investigan los asuntos más peligrosos, puedan portar armas.
-¿Sabremos quién ordenó matar a Politkóvskaya?
-Prácticamente ningún caso de asesinato de periodistas se ha esclarecido en Rusia. Los que están ahora en el banquillo están implicados en el crimen, pero no está ni el ejecutor ni quienes lo encargaron.

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