27 feb 2009

Extensa entrevista al preso eco-anarquista Jeffrey Luers

Marlena Gangi entrevista a Jeffrey Luers, convicto por "eco-terrorismo" y condenado a 22 años y 8 meses de cárcel originalmente,reducida el año pasado a 10 años
Cuando Jeff “free” Luers y Craig “Critter” se alejaban conduciendo del concesionario de Romania en las primeras horas de la madrugada del 16 de junio de 2001, después de prender fuego a varios coches, no podrían haber imaginado que esa acción alteraría de forma tan significativa sus vidas.

El eco-anarquista de Oregón pretendía con dicho incendio llamar la atención sobre lo desproporcionado de la contaminación atmosférica llevada a cabo por ciertos vehículos, verdaderos tragadores de combustible.

Jeff tampoco sabía que durante ese día, tres agentes de paisano habían estado siguiéndole desde que había abandonado la comisaría tras haber sido arrestado bajo cargos de conducta desobediente como consecuencia de las actividades realizadas durante la conferencia que tuvo lugar en Eugene bajo el título “La Revuelta de los Siete Días”.

Diez minutos después de abandonar el concesionario, un agente de paisano, el mismo que les había estado siguiendo todo el día, les dio el alto por una infracción de tráfico y fueron puestos bajo custodia. Poco después se sabría que ese agente formada parte de una unidad policial de lucha contra el denominado “Terrorismo Doméstico”.

Luers y Craig fueron arrestados bajo cargos de daño criminal uno, que conlleva una pena de alrededor del año de cárcel.

El daño causado por la acción fue fácilmente reparado con un extintor y 40000$, es más, todos los vehículos dañados pudieron ser reparados y finalmente vendidos.

Tampoco se puso la vida de nadie en peligro y aun así, a la semana de ser detenido Jeffrey Luers tenía 9 cargos de gravedad incluidos el incendio, intento de incendio y manufactura y posesión de artefactos explosivos. Artefactos similares fueron encontrados en la empresa petrolera Tyree Oil en Eugene y una semana antes del comienzo del juicio también se sumaron otra serie de cargos como intento de incendio contra esa empresa petrolera. A la hora del juicio Jeffrey se enfrentaba a 13 cargos por los que podría llegar a ser codenado a 100 años de cárcel en el caso de ser encontrado culpable.

Aunque ninguna evidencia física lo vínculaba con el ataque a Tyree Oil, se le ofreció un pacto por el que Jeff sería condenado a 15 años de cárcel si se declaraba culpable tanto del ataque al concesionario Romania como a la petrolera, lo cual fue rechazado por él. Finalmente fue condenado por 11 delitos graves a 22 años y 8 meses de prisión sin posibilidad de apelación. Marshall se acogió a un pacto por el que se declaraba culpable de un delito de conspiración para cometer un sabotaje incendiario y otro de posesión y manufactura de artefactos incendiarios por los que pasó 4 años y medio en prisión.

En una decisión tomada el 28 de febrero del 2009, la audiencia del condado de Eugene encargada de revisar la sentencia de Jeffrey marcó el final de su condena en diciembre del 2009. La primera vez que Jeffrey pidió su revisión fue en el año 2002.

Quedó claro que la original sentencia de 2001 había sido una decisión carente de sentido alguno, de una forma draconiana y con una motivación política tras ella.

Desde los tiempos en que Jeff fue arrestado, los estados unidos han seguido con un desmantelamiento progresivo de las libertades civiles a través de la excusa de la lucha contra el terror. La mayor redada en la historia de los estados unidos comenzaría con el lanzamiento de la denominada “Operación Backfire” el 7 de diciembre de 2005.
El fiscal general Alberto Gonzalez y el director del FBI Robert Mueller desvelaron que existían 65 acusaciones contra el Frente de Liberación de la Tierra y el Frente de Liberación Animal, clamando que una vasta conspiración eco-terrorista se había convertido en la principal amenaza de terrorismo doméstico en Estados Unidos.

Jeff es conocido ya a nivel internacional y apoyado como preso político, no sólo por lo excesivo de su original condena, sino también por su anterior actividad como participante en campamentos sobre los árboles durante protestas llevadas a cabo en los bosques de Fall Creck en Oregón.

Para algunos, es un verdadero revolucionario. También lleva encima la etiqueta de terrorista. Ha pasado por diversas prisiones de Oregón, pero la mayor parte de su condena la ha cumplido en una cárcel de máxima seguridad de ese mismo estado. Hace ya 9 meses que Jeffrey fue conducido a Columbia River Correctional en Portland-Oregón.

Esta entrevista ha sido conducida por su autor a través de una serie de cartas intercambiadas con Jeffrey durante finales de diciembre de 2008 y principios de enero de 2009.

Para leerla entrevista, pincha aquí.

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