19 feb 2009

Via Cultural, "Curtida cultural".

Nos envían un correo muy interesante al respecto de la trama empresarial del PP en Valencia con Ornage Market, al hilo de la noticia aparecida en el Levante EMV.
Reproducimos un artículo que arroja luz sobre las condiciones sobradamente conocidas en ciertos círculos de esta empresa sita en la calle Zapadores.

Via Cultural S.L.
Recursos humanos para la gestión de eventos, sumergida en la trama de corrupción del PP y Orange Market, como prestadora de servicios para el área de Valencia.
Destinaba trabajadores a todos los eventos del PP en Valencia, Teatres de la Generalitat, Palau de les Arts, eventos de grandes empresas como Air Nostrum, Volvo, Sony, Vodafone... Conciertos y festivales dependientes de la productora investigada y otras.

Precariedad.
Una empresa de subcontratación de mano de obra que empleaba a jóvenes en condiciones ínfimas de precariedad y temporalidad.
Cientos de jóvenes pasaban por su oficina a lo largo del año, buscando trabajo para compatibilizar con sus estudios, para no atarse a empleos de jornada completa o como último lugar donde conseguir trabajo por falta de titulación.
La empresa tenía una cartera de trabajadores a los que a cambio de un sueldo de 6 euros la hora, nos contrataba para todo tipo de eventos, llegando a cobrar hasta 20 por cada persona.
6 euros la hora, sin finiquitos, ni pagas, ni vacaciones, todo prorrogateado, es decir, una miseria, y más teniendo en cuenta los contratos millonarios que manejaban.
Las condiciones eran absolutamente infames, ya que nos hacían firmar la asistencia a cursos de seguridad, el rechazo voluntario a las pruebas médidas, decenas de contratos en blanco, etc... por cuestiones de agilidad en la contratación y ante la imposibilidad de trabajar en dicha empresa si no nos sometíamos a su modus operandi.

Nevera.
La empresa tenía una medida de sometimiento y presión sobre los trabajadores, consistente en un tiempo de castigo en caso de que se hubiese exigido algún derecho, se te considerase conflictivo o no mostrases una actitud sumisa ante las condiciones de trabajo y horario. Esto suponía la imposibilidad de obtener trabajo durante una o dos semanas, lo que repercutía directamente en tu sueldo, ya de por sí escaso. Amén de que nos veíamos obligados a aceptar cualquier horario y trabajo si no queríamos vernos definitivamente apartados de la rueda de teléfono de contratación.

Ausencia de representante sindical.
Como puedo demostrar con mis contratos, los trabajadores teníamos que firmar una hoja en la que se declaraba que la empresa no tenía representante sindical. Ni representante, ni posibilidad de militancia, puesto que en cualquier momento, sujetos a contratos hasta fin de obra (de un día, incluso de un par de horas), cualquier reivindicación laboral, incluso la más nimia, suponía la amenaza de despido, en este caso, no volver a ser llamado.

Drogas y alcohol.
La empresa se dedicaba al montaje y desmontaje de eventos, entre ellos innumerables macro-conciertos. La mayoría de ellos eran jornadas laborales que excedían los límites legales, en los que la cocaína y el speed eran la "mejor ayuda" para mucha gente. Aparte de las personas que las consumían voluntariamente, había otro sector, que se veía "obligado" a utilizarlas por los turnos abusivos, que muchas veces llevaban a triplicar jornadas, sobre todo en festivales de verano, acumulando hasta 30 horas en 2 días de trabajo.
La presencia de estas drogas, suponían un riesgo laboral para los consumidores, los compañeros y el público.
También el alcohol acompañaba los desmontajes, fin de fiesta de eventos musicales y altas horas de la noche, llevando muchas veces al enfrentamiento entre encargados y trabajadores.
La empresa era absolutamente consciente de esta situación, y lejos de evitarla, la aplaudía e incitaba. "¿Vamos al water y te quedas a desmontar el escenario?"

Ausencia de Promoción interna.
No había manera de ascender en la empresa, siempre sujetos a horarios extraños, llamadas de última hora, modificaciones de turnos. Mentira tras mentira, los trabajadores acababamos cansados y el tráfico de gente nueva no cesaba.
Los que se iban, generalmente, no volvían.

Esta empresa es una de las punteras en subcontratación para las empresas "públicas" o depedientes del PP y afines. Ahora ha sido destapada en la prensa, esperamos que todas las empresas,como ésta que trafican con persona, caigan.

(El dueño de Vía Cultural afirma que Orange Market es uno entre 100 clientes)

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