Las pruebas aportadas en el juicio fueron suficientes para desenmascarar a Democracia Nacional con todo un rosario de actividades del partido vinculadas a la ideología Nazi, de las que se defendió como pudo el secretario general del partido, Luis Mateos de Vega. La parte demandada expuso, por ejemplo, como el actual presidente del Partido, Manuel Canduela, fue vocalista de un grupo llamado ‘División 250’ en el que decía en sus canciones sin tapujos: "Ahora soy un S.S., malditos judíos". Mateos de Vega, aseguró que no le interesaba la antigua vinculación de su líder político con el rock anticomunista y que, en cualquier caso, "esa canción no es más que una recreación histórica y del mismo modo cualquier película de la segunda guerra mundial podría ser calificada de Nazi" en este sentido.
Del mismo modo, durante el juicio, se mostraron imágenes de un vídeo musical del grupo Tercios, uno de los invitados a la fiesta ultraderechista celebrada en Punta Umbría que motivó el artículo, en el que se jaleaban estrofas de las mismas características.
En la sala de vistas del juzgado de primera instancia número 33 de Madrid también se expuso como en algunos carteles del partido se exhibían simbología Nacionalsocialista, como las calavera Totenkopf (que utilizaban en sus enseres los militares de alto rango de la SS durante la segunda guerra mundial) de los que Mateos de Vega aseguró desconocer su significado ya que "yo no soy un experto en simbología nazi" todo ello, a pesar de que esta calavera aparece incluso en algunos carteles electorales de la propia formación de la que es el secretario general. Del mismo modo, el dirigente de este partido, indicó que desconocía el tipo de música que hacían los invitados al concierto de Punta Umbría para la fiesta objeto del artículo ya que, según él, "encima que vienen a tocar gratuitamente no les vas a pedir explicaciones" y es más, aseguró que personalmente "detesta" esa música y que la organización del concierto corrió a cargo de las juventudes de Democracia Nacional (DNJ).
Más tarde, sin embargo, en otro momento de la declaración, admitió que uno de los himnos de las juventudes de su partido es el de uno de estos grupos de Rock anticomunista.
Durante la vista oral también se mostró un reportaje elaborado por la revista Interviú que grabó con cámara oculta un infiltrado en uno de estos festejos nazis, similar al producido en Punta Umbría, y en el que se podía ver a los jóvenes participantes gritar ‘Heil Hitler’ o incluso al presidente de Democracia Nacional admitir su vinculación con el nazismo. Ante estas evidencias, el declarante se limitó a decir que todo era "un montaje de la revista Interviú" y que "todo responde a una campaña de desprestigio orquestada por la ultraizquierda".
En todo momento, el responsable de la formación política, que era el acusador en el juicio, fue el que tuvo que defenderse, sin demasiado éxito, de la vinculación de su partido con esta ideología. Mateos De Vega aseguró que su formación política está en contra de la supuesta "inmigración masiva que se ha detectado en España" pero que eso sería igual que "estar en contra de la electricidad o del transporte aéreo y que cada uno piense lo que quiera".
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