12 Enero 09 - Diego Mazón
madrid- Más de la cuarta parte de los aspirantes a entrar en las Fuerzas Armadas son declarados «no aptos» en los reconocimientos médicos por consumo de sustancias psicotrópicas. Así se desprende del informe «Profesionalización de las Fuerzas Armadas», remitido por el Ministerio de Defensa al Congreso de los Diputados, y al que ha tenido acceso LA RAZÓN. Este informe analiza la situación sólo hasta julio de 2008, y si bien es cierto que desde entonces la situación, en cuanto a reclutamiento, ha cambiado mucho, ofrece una serie de datos relevantes. Por ejemplo, que en los primeros seis meses de 2008 el número de efectivos totales de tropa y marinería aumentó sólo en 90, una cifra muy baja, luego compensada en el segundo semestre. El capítulo dedicado a «Perfil del aspirante a militar profesional de tropa y marinería» durante 2007 y el primer semestre de 2008 especifica que la comunidad autónoma que más aporta a las Fuerzas Armadas en cuanto a nuevos efectivos es Andalucía, con un 24,65 por ciento del total. Tras ella, las Islas Canarias, la Comunidad de Madrid, la Comunidad Valenciana y Cataluña, que aporta el 6,69 por ciento. Las autonomías que menos reclutas aportan son Navarra (0,38%), La Rioja (0,42%) y Cantabria (0,50%), mientras que el País Vasco suma el 1,21 por ciento del total. En cuanto al nivel de estudios de los aspirantes, según el informe, en 2008 se ha notado un importante descenso de casi un 4 por ciento entre los que tienen COU o estudios superiores, al igual que entre los que sólo tienen finalizada la ESO (cerca de un 3% menos), aunque en este colectivo sigue estando el grueso de los aspirantes, hasta un 33,47 por ciento. El propio informe reconoce que el nivel de formación de quienes superan las pruebas de acceso es bajo, «aunque mejora en proporción directa al incremento de aspirantes». Del mismo modo, subraya que «a la vista de la experiencia acumulada cabe afirmar que, en gran medida, los jóvenes que acuden al proceso de reclutamiento han sufrido en diverso grado el fracaso escolar y no presentan el mejor perfil para una formación de corte académico». Este mismo análisis llevó en su momento a Defensa a ofertar a los soldados que entraban en los ejércitos diferentes tipos de cursos de carácter más parecido a la Formación Profesional, de modo que durante los años que permanecieran alistados adquirieran una educación práctica que tuviera salidas si decidían abandonar las Fuerzas Armadas. Caída de las plazas Entre los inconvenientes «ajenos a las Fuerzas Armadas» en relación al reclutamiento, el informe subraya la «disminución potencial de la bolsa de potenciales aspirantes a causa de la evolución demográfica negativa», el consumo de psicotrópicos antes citado, y la preferencia de los aspirantes a no ingresar si ello supone alejarse de su lugar de residencia. La supresión de algunas unidades durante 2007, dentro del Plan de adaptaciones orgánicas, provocó una caída importante en el número de plazas ofertadas, lo que supuso que respecto a 2006 el número de militares de tropa y marinería que firmaron su primer compromiso disminuyera en un 22,58 por ciento. Y si durante todo 2007 se produjeron 8.959 bajas, en el primer semestre de 2008 éstas alcanzaban casi las 4.000, la mayor parte por causas no especificadas en el informe. Sí es llamativo que el número de bajas por haber ingresado como militar de carrera, lo que les saca de las estadísticas de militares de tropa y marinería, durante ese periodo de 2008 es de cero, mientras que en 2007 era de 779. Una de las preocupaciones actuales de los encargados de reclutamiento es que tras este auge actual de solicitudes de ingreso motivadas por el enorme incremento del paro, la capacidad de retención de las Fuerzas Armadas tras los tres años iniciales de compromiso sea muy bajo, lo cual daría en 2011 una cifra de bajas muy por encima de la de estos años. Bajas que ya se registraron en la primera mitad de 2008 entre los reservistas, que respecto al anterior semestre pasaron de 5.261 a 4.956.
madrid- Más de la cuarta parte de los aspirantes a entrar en las Fuerzas Armadas son declarados «no aptos» en los reconocimientos médicos por consumo de sustancias psicotrópicas. Así se desprende del informe «Profesionalización de las Fuerzas Armadas», remitido por el Ministerio de Defensa al Congreso de los Diputados, y al que ha tenido acceso LA RAZÓN. Este informe analiza la situación sólo hasta julio de 2008, y si bien es cierto que desde entonces la situación, en cuanto a reclutamiento, ha cambiado mucho, ofrece una serie de datos relevantes. Por ejemplo, que en los primeros seis meses de 2008 el número de efectivos totales de tropa y marinería aumentó sólo en 90, una cifra muy baja, luego compensada en el segundo semestre. El capítulo dedicado a «Perfil del aspirante a militar profesional de tropa y marinería» durante 2007 y el primer semestre de 2008 especifica que la comunidad autónoma que más aporta a las Fuerzas Armadas en cuanto a nuevos efectivos es Andalucía, con un 24,65 por ciento del total. Tras ella, las Islas Canarias, la Comunidad de Madrid, la Comunidad Valenciana y Cataluña, que aporta el 6,69 por ciento. Las autonomías que menos reclutas aportan son Navarra (0,38%), La Rioja (0,42%) y Cantabria (0,50%), mientras que el País Vasco suma el 1,21 por ciento del total. En cuanto al nivel de estudios de los aspirantes, según el informe, en 2008 se ha notado un importante descenso de casi un 4 por ciento entre los que tienen COU o estudios superiores, al igual que entre los que sólo tienen finalizada la ESO (cerca de un 3% menos), aunque en este colectivo sigue estando el grueso de los aspirantes, hasta un 33,47 por ciento. El propio informe reconoce que el nivel de formación de quienes superan las pruebas de acceso es bajo, «aunque mejora en proporción directa al incremento de aspirantes». Del mismo modo, subraya que «a la vista de la experiencia acumulada cabe afirmar que, en gran medida, los jóvenes que acuden al proceso de reclutamiento han sufrido en diverso grado el fracaso escolar y no presentan el mejor perfil para una formación de corte académico». Este mismo análisis llevó en su momento a Defensa a ofertar a los soldados que entraban en los ejércitos diferentes tipos de cursos de carácter más parecido a la Formación Profesional, de modo que durante los años que permanecieran alistados adquirieran una educación práctica que tuviera salidas si decidían abandonar las Fuerzas Armadas. Caída de las plazas Entre los inconvenientes «ajenos a las Fuerzas Armadas» en relación al reclutamiento, el informe subraya la «disminución potencial de la bolsa de potenciales aspirantes a causa de la evolución demográfica negativa», el consumo de psicotrópicos antes citado, y la preferencia de los aspirantes a no ingresar si ello supone alejarse de su lugar de residencia. La supresión de algunas unidades durante 2007, dentro del Plan de adaptaciones orgánicas, provocó una caída importante en el número de plazas ofertadas, lo que supuso que respecto a 2006 el número de militares de tropa y marinería que firmaron su primer compromiso disminuyera en un 22,58 por ciento. Y si durante todo 2007 se produjeron 8.959 bajas, en el primer semestre de 2008 éstas alcanzaban casi las 4.000, la mayor parte por causas no especificadas en el informe. Sí es llamativo que el número de bajas por haber ingresado como militar de carrera, lo que les saca de las estadísticas de militares de tropa y marinería, durante ese periodo de 2008 es de cero, mientras que en 2007 era de 779. Una de las preocupaciones actuales de los encargados de reclutamiento es que tras este auge actual de solicitudes de ingreso motivadas por el enorme incremento del paro, la capacidad de retención de las Fuerzas Armadas tras los tres años iniciales de compromiso sea muy bajo, lo cual daría en 2011 una cifra de bajas muy por encima de la de estos años. Bajas que ya se registraron en la primera mitad de 2008 entre los reservistas, que respecto al anterior semestre pasaron de 5.261 a 4.956.
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