En ocasiones, tenemos la tentación de pensar que el ciberespacio es un lugar libre, una democracia de conocimiento y código compartido. No sólo eso, también existe la superstición de que los contenidos, mensajes, imágenes... que colgamos en la red no necesitan de sitios físicos en los que albergarse, sino que parecen estar en un espacio metafísico al que todo el mundo tiene acceso. Nada más lejos de la realidad.
Esta semana los cibernautas que damos vida a la revista digital EUTSI hemos recibido un mensaje de nuestro servidor en los Estados Unidos, donde nos comunicaban sin mediar palabra ni pedir explicaciones, que daban de baja de modo unilateral la página por no cumplir los términos del servicio. Al preguntar qué términos eran los que incumplíamos, nos contestaron que utilizábamos pornografía y contenidos obscenos.
Cualquiera que haya entrado en EUTSI sabe que eso no es así, pero los gringos tienen distinta opinión. Al parecer despanzurrar en Gaza o Bagdadson acciones castas, que no merecen censura, pero reflexionar sobre la identidad sexual, o denunciar el heterocentrismo es pornográfico y obsceno. Desde su nueva andadura digital, una de las señas de identidad fuertes de EUTSI -entre otras- había sido dar cuenta sin tapujos del excitante debate en torno a la corriente queer y a las reflexiones sobre la dimensión farmacopornográfica de nuestro mundo. Por otro lado, EUTSI.org siempre ha cuidado mucho el trabajo iconográfico de ilustración de los artículos como parte integrante de su trabajo de contrainformación. Por ello, el colectivo privilegiaba mensajes visuales fuertes, alejados lo más posible de la simple ilustración descafeinada al uso, tratando de rescatar de alguna manera ese espíritu irreverente y provocador de los fanzines de la contracultura, o del punk de los orígenes.
Todo ello sin que jamás aquello se pudiera equiparar con pornografía. Sólo desde una estrechez mental que raya en lo ridículo se puede calificar por tanto de esa forma a EUTSI. Desconocemos si la razón invocada por Blue Host es una excusa que esconde otras motivaciones o no, pero lo que sí está claro es que estamos ante un caso de censura. Desde el colectivo EUTSI queremos denunciar públicamente este ataque a la libertad de expresión. En momentos como éste, cuando se conculcan derechos y se manipula la información en tantos lugares, de Euskalherria a Gaza, es importante la existencia de medios de comunicación independientes que rompan el silencio y la manipulación.Nos comprometemos aseguir trabajando para que, en el menor tiempo posible, la revista digital esté de nuevo en la red.
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