30 ene 2009

El presidente de la Cámara de Comercio de València: «Todos los políticos son unos embusteros»

El presidente de la Cámara de Comercio de Valencia y vicepresidente segundo de Bancaja, Arturo Virosque, efectuó el domingo unas durísimas declaraciones en las que, entre otras cuestiones, calificó de "embusteros" a "todos los políticos".

JORDI CUENCA, VALENCIA

Los dirigentes empresariales, los grandes partidos y la Generalitat guardaron ayer silencio sobre las durísimas declaraciones efectuadas el pasado domingo en la Cadena Ser -recogidas ayer por Levante-EMV- por el presidente de la Cámara de Comercio de Valencia y vicepresidente segundo de Bancaja, Arturo Virosque, quien, entre otras cuestiones, calificó de "embusteros" a "todos los políticos". Las formaciones minoritarias Compromís y Esquerra Unida sí se pronunciaron y coincidieron en calificar de "irresponsable" al también presidente del consejo autonómico de cámaras. El mundo empresarial se quedó atónito ante la nueva polémica protagonizada por Virosque, cuyos mandatos en la corporación cameral y en la caja de ahorros concluyen en el primer tramo de 2010 y que en los últimos días ya capitalizó otro incidente al trascender una carta enviada por él a la Generalitat expresando el malestar de las cámaras por no haber sido invitadas a un viaje institucional a Estados Unidos.

Después de 14 años al frente de una institución que está tutelada por la Administración autonómica y que sobrevive gracias a la legislación que mantiene la cotización obligatoria de las empresas, Virosque ha tratado intensamente con cuatro presidentes de la Generalitat, desde el socialista Joan Lerma a los populares Eduardo Zaplana, José Luis Olivas y Francisco Camps. El domingo afirmó, en el contexto de la actual crisis económica, que "los empresarios ya no creen en los políticos porque son todos unos embusteros". Acto seguido, se puso apocalíptico y auguró que "aquí vamos a tardar 20 ó 30 años en salir de la crisis", que los pensionistas dejarán de cobrar a partir de 2012 y que, "al final, tendremos que emigrar y vamos a salir de España en patera".

El grueso calibre de las manifestaciones, sin embargo, debió de dejar impávida a la mayor parte de la clase política valenciana, ésa misma a la que calificó de embustera sin excepción. Desde la conselleria de Industria que dirige Belén Juste y que ejerce la tutela sobre las Cámaras aseguraron que "no nos vamos a pronunciar", porque "reavivaríamos una polémica ya zanjada". Esta portavoz oficial se refería a la ya mencionada carta, que tuvo en Juste uno de sus principales destinatarios. El secretario general del PP valenciano, Ricardo Costa, no quiso hacer valoraciones al respecto y en el PSPV vinieron a decir que no valía la pena entrar al trapo.

Sí salieron en su propia defensa las portavoces en las Corts de Compromís, Mónica Oltra, y de Esquerra Unida, Glória Marcos. La primera apuntó que Virosque debió tener "un mal día", porque acusar a todos los políticos de embusteros "es tanto como decir que todos los empresarios son unos ladrones y eso no se le ocurre a nadie". Marcos dijo que Virosque debería dimitir de todos sus cargos y abogó por que "el primero que debería pedirle responsabilidades es el PP, que lo ha puesto en muchos sitios".

La diputada de EU se mostró ofendida por las manifestaciones del dirigente cameral relativas a pensionistas y trabajadores y le recordó que no son estos colectivos los que han provocado la crisis, sino "el afán de un beneficio desmesurado de personas como él o que estaban en estructuras financieras". Oltra, por su parte, consideró "una irresponsabilidad, por su cargo", que Virosque diga que no saldremos de la crisis en tres décadas. En su opinión, "debía tener un día pesimista y se le ha ido la lengua". La diputada de Compromís cree que sus afirmaciones "no se ajustan con la realidad de nuestro entorno", que "la economía tiene ciclos" y que, en cualquier caso, la misión de un dirigente empresarial con sus obligaciones es "transmitir confianza, hacer propuestas y pedir responsabilidades al Consell por su política".

¿Y los empresarios? Tanto la patronal autonómica Cierval como la provincial CEV optaron, como ya ha sucedido en otras ocasiones, por el silencio. Ello no quiere decir que entre el empresariado valenciano no hayan causado impacto las manifestaciones de Virosque. Las voces consultadas hablan, siempre en privado, de irresponsabilidad y de que ha generado una gran alarma de forma innecesaria. Sin embargo, ¿por qué nadie se atreve a decírselo cara a cara, ni siquiera a través de los medios de comunicación? El lunes, tal como publicó ayer este diario, hubo pleno en la Cámara. En ese momento ya circulaban por Valencia como la pólvora las declaraciones de Virosque. Nadie le interpeló.

Las fuentes empresariales consultadas afirman que hay una cierta coincidencia en que el tiempo de Virosque en la vida pública está próximo a terminar. Aunque algunos piensen que actuaciones como las de las últimas semanas son motivo más que suficiente para precipitar su salida de la Cámara, nadie se atreve -mucho menos en una coyuntura económica de extrema dificultad- a plantar cara a un dirigente empresarial ya muy veterano y que en numerosas ocasiones ha dado muestras de gran fiereza cuando se ha visto amenazado.

Diario Información

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