Torturaron a un detenido por una presunta agresión sexual
La Audiencia destaca su conducta 'prepotente y desproporcionada'
Critica la 'estudiada y artificial' declaración de sus compañeros
La Generalitat les abre un expediente, pero seguirán en activo
Los escándalos siguen salpicando a la policía catalana. Otros dos agentes de los Mossos d'Esquadra han sido condenados a una sentencia de cárcel -en este caso a seis meses cada uno- por haber denigrado a un detenido. Además, deberán afrontar una multa de 450 euros por una falta de lesiones. Es la segunda condena de cárcel en tres meses después de que otros tres policías autonómicos catalanes fueran condenados a seis años de prisión por torturar a un arrestado. Otros tres están pendientes de una petición de ocho años de cárcel por romper el brazo a un detenido.
La Audiencia de Barcelona sostiene, en este caso, que los agentes actuaron -"sin inguna duda"- de manera "prepotente, desproporcionada y vejatoria" al detener a un hombre por una presunta agresión sexual contra dos turistas estadounidenses.
Tal agresión sexual nunca llegó a probarse. Pero lo que sí ha quedado probado, según la sentencia, es la actuación vejatoria de los agentes imputados. Los magistrados consideran que N.L.R. y L.C.C. incurrieron en un "trato denigrante" al "asaltar a un ciudadano que caminaba tranquilamente por la calle, sin ofrecer resistencia alguna, presionarlo contra los barrotes de la pared por más tiempo del necesario, golpearle e intimidarle diciéndole que 'se comería una agresión sexual con navaja', al tenerlo peregrinando de Dependencia y Dependencia, dejarlo esposado y tirado en el suelo y al mofarse de él cuando pide llamar a su familia".
En la sentencia se relata como "determinante" la falta de resistencia de la víctima, que fue corroborada por "todos y cada uno" de los testigos de la defensa. "El chico no mostró resistencia, estba quejoso, nervioso, decía que él no había hecho nada", argumentaron.
Declaraciones 'estudiadas' de sus compañeros
La Audiencia tampoco pasa por alto los testimonios "estudiados, artificiales, concretados y carentes de espontaneidad" de los compañeros de los acusados, que explicaron "de manera idéntica" lo sucedido. En contraposición a la declaración de los testigos de la defensa, la Audiencia destaca la verosimilitud de la de la víctima, que "sin ánimo de venganza" explicó no buscaba "dinero", sino que los agentes "aprendan un poco".
Los hechos que han desembocado en esta sentencia condenatoria tuvieron lugar el 1 de octubre de 2006, en el barrio de la Barceloneta de Barcelona, cuando los dos agentes fueron requeridos por dos ciudadanas estadounidenses que les explicaron que habían sido atacadas por cuatro jóvenes.
Cuando las trasladaban en el coche policial, las dos señalaron a dos personas que pasaban por la calle Ginebra. Los mossos las creyeron y se abalanzaron sobre los tres, dos escaparon y uno -Javier. G. R.- fue detenido. La sentencia entiende probado el testimonio de Javier, que en el juicio manifestó que los agentes le "soltaron la mano" en el momento de la detención, al introducirle en el coche policial y también en la comisaría de Les Corts.
Seguirán en activo
Tras conocer la sentencia, la Dirección General de la Policía ha anunciado que abre un expediente disciplianario a los agentes, si bien ambos seguirán en activo y recurrirán la sentencia.
Extraído de La Razón
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