Exarjia, el "barrio anarquista" de Atenas, ayer a medianoche. Imaginen los bares del Barrio Alto, de Lisboa. Los de Exarjia son idénticos. En gran cantidad, pequeños y muy animados, llenos de gente joven y relajada.
Pero, los de estas manzanas de Atenas tienen, en este periodo tan sublevado de la vida local, un ambiente especial. A los clientes les gusta la farra, pero están muy politizados.
A las 23 h, había habido una nueva escena de la guerrilla habitual entre los "Koukoulofori" (los encapuchados) y la policía. Los atenienses ya se han habituado a esa banalidad de las pedradas, de las llamas de los cócteles molotov, de las explosiones de botes de gas lacrimógeno, de las palizas y de los porrazos.
El bar Delphis, en la manzana de Navarino, continuó abierto durante los 45 minutos que duró el combate a su puerta. También la noche anterior, mantuvo las puertas abiertas durante los violentísimos combates que asolaron a todo el barrio durante varias horas.
Mientras en la calle se sucedían las explosiones y los porrazos, en el bar se oía musica rock y jazz y se continuaba bebiendo mucho alcohol. Los jóvenes revoltosos que pasan después de la medianoche por la puerta del bar son recibidos con aplausos.
El Delphis es frecuentado por jóvenes artistas, escritores y estudiantes. "Vivimos aquí muy bien, este barrio siempre fue un espacio de libertad", exclama Mira, una artista plástica residente en la manzana de pequeños edificios decrépitos, también en ese aspecto idéntico al barrio lisboeta. ¿Los "Koukoulofori" no os molestan? "¡Claro que no! ¡Esta lucha es necesaria para el pueblo griego y para Europa, donde los ricos acaparan todo!", dice la simpática griega, morena e impetuosa, de 30 años.
Al lado, el novio, Ilias, que tiene la misma edad y es diseñador en un taller de arquitectura, anda con aire cansado. En la víspera "anduvo en la guerra", como él dice. "Acerté a dos policías con algunas piedras", se enorgullece. Al final he terminado la noche -"disfrutando", subraya- en el Pireu, en la periferia de Atenas, a las 7 de la mañana del domingo, escuchando a Lou Reed, Radiohead y Brad Meldau, en casa de unos amigos. Bebe cerveza, igual que la novia. ¿Algún comentario sobre el ambiente ligeramente insurreccional de Atenas? "Todo está pasando como debe ser, colega", responde Ilias.
"Barrio del amor"
Estamos a pocos centenares de metros de la escuela Politécnica, el cuartel general de los revoltosos de Atenas, ocupada por 500 guerrilleros urbanos. No se siente ningún estrés, a esta hora, a pesar de los combates de hace algunos minutos. La "revolución" es una fiesta para estos jóvenes residentes en el barrio. "¿Ya lo has notado?", me pregunta Mira. "No hay patrullas de la policía en las calles, ¡el barrio es nuestro!", exclama, con una franca sonrisa.
Mira está visiblemente más sedienta que Ilias. Y me ofrece un "raki" -"¡aquí se bebe el auténtico raki y es barato!". De hecho, todo es mucho más barato en Exarjia que en el resto de la ciudad, donde los precios en los cafés y restaurantes del centro son inasumibles -2,8 euros un café, 20 euros un sandwich y una cerveza en el Public, en la plaza Syntagma, frente al Parlamento. El raki es sabroso -y fuerte-. 1,5 euros cada uno, paga Mira. La artista tiene razón. De hecho, las fuerzas del orden no osan andar por las calles de Exarjia. Ni de día ni de noche. Sólo se ven, a centenares, cuando hay enfrentamientos, lo que sucede con una frecuencia despampanante.
En los restantes barrios de Atenas, sucede todo lo contrario. En todos lados hay inmensas patrullas de la policía, en todos los rincones de la ciudad se ven agentes antidisturbios. Las fuerzas policiales de Atenas están en pie de guerra desde el día 6, cuando uno de sus agentes abatió a un joven de 15 años a tiros, exactamente aquí, en la zona de Navarino, en Exarjia.
Durante la guerra del sábado por la noche, los "Koukoulofori" atacaron el "bunker" que es el puesto de la policía del "barrio liberado" y algunos bancos en otros lugares de la ciudad. "Vamos a conseguir cerrar la comisaría de nuestro barrio", promete Ilias.
Los jóvenes de Exarjia sueñan con una vida sin policía ni prisiones, con una especie de "barrio del amor" en la versión del cantante portugués Jorge Palma. A Ilias y Mira les gusta la generación beat de los años 60. Leen Jack Kerouak y escuchan a Bob Dylan.
No son anarquistas. Pero prefieren la "ley" impuesta por los amotinados de la Politécnica a la del Estado. Mantienen no obstante algo de realismo. "Vamos a ver cuánto dura esto", suspira Mira. Alrededor de la 1:30 de hoy salen abrazados a la calle y desaparecen en medio de la multitud amiga de los revolucionarios que circula lentamente en Exarxia, donde se duerme muy poco durante la noche.
"Esto", según Mira y Ilias, es la vida de la revolución y fiesta de los días y noches de hoy en el "barrio liberado", más conocido en Atenas por el nombre del "barrio anarquista".
Fuente: O Expresso (Portugal)
Extraído de alasbarricadas.org
3 ene 2009
Revolución y diversión en el ''barrio liberado''
En el 'barrio de los anarquistas' la 'revolución' es, al mismo tiempo, guerra y fiesta hasta altas horas. [GRECIA]
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