Aprenen a matar i després no s’aturen
Blanca Rodríguez Sánchez, de 28 años, ingresó ayer en prisión acusada de haber matado la pasada Nochebuena a su padre, Miguel Rodríguez Fernández, de 54 años, de un tiro en el pecho en el municipio cacereño de Serradilla. La joven, ex militar profesional, disparó presuntamente con una escopeta de caza mayor a su progenitor después de una acalorada discusión entre ambos.
Los javascript:barre_raccourci(’’,’’,document.formulaire.texte)hechos sucedieron minutos antes de las ocho de la noche del pasado miércoles, cuando en la vivienda, situada en el número 78 de la calle San Antonio de la localidad, sólo se encontraban padre e hija. Según fuentes de la investigación, la joven, que ahora trabajaba en la hostelería en otro municipio, había acudido al domicilio paterno a pasar las Navidades y, por causas que aún se desconocen, entabló una fuerte discusión con su padre. En el transcurso de ésta, la ex militar cogió un rifle de caza Remington del calibre 270 que había en la vivienda y que era propiedad de uno de sus cuatro hermanos y disparó a su progenitor a corta distancia.
Avisó al médico
Inmediatamente después, la presunta parricida se desplazó al centro de Salud de la localidad, donde informó de lo ocurrido al médico. Los servicios de urgencia se acercaron al domicilio familiar y llegaron a trasladar al herido al consultorio, pero ya nada pudieron hacer para salvarle la vida. Miguel Rodríguez, que trabajaba de bombero en los retenes contra incendios de la Junta de Extremadura, fallecía sobre las nueve de la noche.
La Guardia Civil, avisada del suceso, detuvo en el propio domicilio a la joven y la puso a disposición del Juzgado de Instrucción número 4 de Plasencia, junto al arma supuestamente utilizada en el crimen. El magistrado dictó ayer el ingreso en prisión de la mujer, según informó la Delegación del Gobierno en Extremadura.
Aficionados a la caza
Los vecinos de la localidad cacereña aseguraban ayer que no tenían constancia de que hubiera malas relaciones entre padre e hija, alguno incluso recordaba que ambos solían salir a cazar juntos en ocasiones. De hecho, esta era la gran afición del padre, secretario del club de caza local, quien había transmitido la afición a sus cinco hijos, cuatro varones y Blanca. Algunas fuentes destacaban ayer que la joven sufría frecuentes episodios de depresión.
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