El día 20 de agosto, cuatro personas fueron detenidas en Grecia bajo acusación de secuestro, donde presuntamente se pagó una gran cuantía por el rescate del rehén. Las personas presas son Polikarpos Georgiadis, Vasilis Palaiokostas, Vagelis Hrisohoides y otra persona de la cual el resto del grupo tomó distancia debido a su comportamiento.
Ya el día 21, cuatro personas más fueron detenidas por también desempeñar un papel menor en el secuestro. La persona raptada hace algunos meses atrás es el presidente del Sindicato de los Propietarios de la Industria Pesada (sindicato patronal) Georgos Mylonas, que no mucho tiempo atrás causó un bullicio en los trabajadores cuando dijo que en las fábricas las personas tendrían que trabajar más duramente y un número mayor de horas.
Fue liberado después de haber pagado una suma de 10 millones de euros, conseguidos por su esposa. Las empresas de comunicación y la policía alegaron que este dinero fuese destinado a la liberación de prisión del hermano de Vasilis, Nikos Palaiokostas. Fotos en la prensa empresarial mostraron la gran variedad de municiones, kalashnikovs (rifles automáticos), un lanzador de granadas, artilugios explosivos, chalecos antibalas y uniformes de bomberos que se encontraron en el momento del arresto.
Las historias sobre la cuantía de dinero que ha sido encontrado cambian cada día. La policía dijo que una gran parte de los talonarios fue marcada y en cerca de 150 lugares diferentes ellos las encontraron.
La historia y tradición de Vagelis, Vasilis y Polikarpos en este caso, como también tantos otros ataques contra la explotación y la esclavitud de las personas, son importantes para el contexto de este secuestro y para la rebelión social en general. Polikarpos y Vagelis son queridos compañeros en la escena anarquista desde hace muchos años y ambos han sido muy activos.
Polikarpos fue preso con anterioridad, el 16 de abril de 2004, acusado de tentativa de provocar un incendio con objetos incendiarios contra el vehículo de una compañía de seguridad privada. La policía intentó acusarlo por tentativa de incendio y posesión de explosivos, pero no pudo probar nada. Permaneció en vigilancia penitenciaria durante un año y de cualquier forma fue tomado como culpable. Durante el tiempo en prisión llegó a conocer a Vasilis Palaiokostas. Las empresas de comunicación lo acusaron también, en aquella época, de ser un ladrón de bancos, y desde este punto de vista esto los encaja perfectamente para exclamar hoy que Vasilis habría “escogido a Polikarpos para una conspiración para liberar a su hermano, Nikos”. Estos dos hermanos son dos “leyendas” bien conocidas en el país desde hace décadas.
Desde la caída del imperio Otomano en 1821 Grecia conoció una importante tradición muy popular de ladrones clasistas y sociales, como respuesta a la pobreza y a la explotación. Estas personas recuperarían el dinero de los ricos, de las autoridades, de los exploradores, y frecuentemente se escondían en caserios, con la ayuda de lugareños; estos se negaban a ayudar a la policía y los protegeía de las autoridades.
Los rebeldes siempre tuvieron fuertes conexiones con las personas y procuraron aportar a sus comunidades, por ejemplo, apoyo financiero para educación y medicina, teniendo por su parte protección de la comunidad en relación a la policía. En esta realidad, los dos hermanos Vasilis y Nikos, y aún muchos otros, que crecieron en una familia muy pobre, ya no podían soportar sus propias explotaciones y esclavitud así como la de las personas que los rodeaban en esta sociedad, y así, durante los últimos 30 años, han vivido sus vidas como rebeldes sociales.
Hicieron decenas de asaltos a bancos, robos de coches y fugas de la prisión, pero nunca tuvieron ropas elegantes, condujeron coches caros o vivieron en casas lujosas. De hecho hubo una vez que tiraron de vuelta el dinero para el suelo del banco, porque aquel pequeño montante no era la cuantía que ellos necesitaban realmente. Todo esto fue siempre enviado a donde era necesario y compartido con las personas que los protegieron, los escondieron y que no dirían ni una palabra siquiera a la policía sobre sus compañeros.
Durante todos estos años ellos permanecieron en los “subsuelos”, mientras eran rastreados por la policía cada cierto tiempo, con resultados favorables en fugas en coches robados, o con algunos infructuosos afrontando algún tiempo en prisión. Siempre escapando de ella, siempre, con la cariñosa y espectacular ayuda del otro hermano.
Durante toda la década de los 80 hicieron muchos asaltos, hasta que Nikos acaba en prisión en 1988, pero fue liberado por su hermano unos días más tarde, lanzando, desde el exterior, una cuerda sobre el muro de la prisión. Dos años después, en febrero de 1990 fue detenido nuevamente. Un mes después Vasilis fue desgraciadamente atrapado con un amigo, mientras intentaba rescatar a su hermano. Esta fue, supuestamente, la primera vez que ambos estaban en la prisión al mismo tiempo.
En diciembre de 1990, sin embargo, Nikos escapa de la prisión de Korydallos, Atenas, después de un enorme motín en la cárcel; la policía entonces lo estaría buscando durante los siguientes 16 años, hasta que lo cogió, por casualidad, en un accidente de coche en 2006. Desde entonces él nunca más salió.
En 1991 Vasilis consigue escapar de la prisión de Halkida. En 1992 roba un banco. En 1995, juntos, asaltan un banco en Atenas. En diciembre de 1995 fueron acusados de secuestrar al presidente de Haitoglou, una gran fábrica “de halvas” (comida griega). Ellos, supuestamente, lo dejaron ir después de cuatro días y de, supuestamente, haber recibido 750.000 euros de rescate. El ministro de orden pública profiere entonces un mandado de prisión que circuló en la televisión y en la radio, además de carteles con sus fotos y una recompensa de, también, 750.00 euros.
En 1996, Vasilis fue localizado por la policía en Korfu, pero consiguió escapar de ella tomando un coche. Dos años más tarde la misma situación le sucede en Yanitsa, y vuelta a repetirse en mayo de 1999. En 2003, Nikos hace una fuga espectacular con un helicóptero.
En 2006, Nikos, en bicicleta, robó un banco en Vería y huyó porque la masa policial allá presente estaba completamente preocupada por la seguridad del presidente que estaba visitando las calles de Vería en aquel preciso instante. En septiembre de aquel mismo año tuvo el accidente de coche y fue detenido nuevamente después de muchos años escondiéndose y viviendo como un fugitivo.
La policía descubre la identidad y el paradero del grupo porque un cuarto hombre estaba gastando a sus anchas sumas de dinero en coches lujosos en Creta. También porque Georgos Mylonas había declarado a la policía que durante su secuestro había oído aviones sobrevolando por con mucha frecuencia. Con la prisión del hombre de Creta ellos descubrieron que habían alquilado una casa en Souroti, una tranquila área cerca de Tessalonica, próxima al aeropuerto. La policía alega que con 14 policías de la fuerza especial y 10 policías civiles (es muy posible que hubiese muchos más), ellos cercaron la casa en Souroti. Ambos, Vasilis y Polikarpos fueron detenidos allí, donde había mantenido secuestrado a Mylonas y la artillería.
El día 22 de agosto de 2008, todos ellos fueron llevados al fiscal,que les dio tres días para preparar su defensa, y decidirá sobre la continuidad de la prisión preventiva. Encaran nueve acusaciones (3 crímenes, 6 delitos). Después del proceso ellos fueron arrastrados por dos grandes policías de la tropa de élite a la prensa, ávida para sacar una foto de los más buscados en Grecia, y orgullosa de mostrar a todos que estos fueron cogidos; la pesadilla de todo el sistema que impone la ley, el control y el castigo sobre las personas.
Agencia de Noticias Anarquistas - ana
Traducción al castellano de Marcelo Yokoi para alasbarricadas.org
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