Traducido del inglés para Rebelión por Germán Leyens
Por primera vez en la historia, los militares de EE.UU. están desplegando una unidad de combate del Ejército en servicio activo regular para uso a tiempo completo dentro del país a fin de encarar emergencias, incluidos potenciales disturbios civiles.
Desde el 1º de octubre, el Equipo de Combate de la Primera Brigada de la Tercera División será colocado bajo el comando del Ejército Norte de EE.UU., el componente del ejército del Comando Norte (NorthCom) del Pentágono, que fue creado después de los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001 con la misión declarada de defender la “patria” y ayudar a autoridades federales, estatales y locales.
La unidad – conocida como “Raiders” [asaltantes] – es una de las de más “selectas” del Ejército. Ha pasado casi tres de los últimos cinco años en Iraq, dirigiendo el asalto contra Bagdad en 2003 y realizando combates casa por casa en la represión de la resistencia en la ciudad de Ramadi. Fue el primer equipo de combate de brigada enviado tres veces a Iraq.
Aunque se han utilizado previamente unidades en servicio activo en tareas temporales, como ser las tropas con equipo de combate desplegadas en Nueva Orleans, que fue colocada efectivamente bajo la ley marcial después del huracán Katrina, esto marca la primera vez en que una unidad de combate del Ejército recibe tareas específicas en las que suelo estadounidense constituye su “zona de combate.”
Los pronunciamientos oficiales del Pentágono subrayaron el papel de unidades especializadas en una reacción potencial a un ataque terrorista dentro de EE.UU. El general George Casey, jefe del Estado Mayor del Ejército, asistió la semana pasada a un ejercicio de entrenamiento de unos 250 miembros de la unidad en Fort Stewart, Georgia. El centro del ejercicio, según la oficina de asuntos públicos del Ejército, fue como los soldados “podrían volar misiones de búsqueda y rescate, extraer víctimas y descontaminar a gente después de un catastrófico ataque nuclear en la región vital de la nación.”
“Estamos en guerra contra una red extremista global que no desaparece,” dijo Casey a los soldados. “Espero que no tengamos que usarla, pero necesitamos la capacidad de hacerlo.”
Sin embargo, la misión asignada a los casi 4.000 soldados del Equipo de Combate de la Primera Brigada no es sólo rescatar a víctimas de ataques terroristas. Un artículo que apareció este mes en Army Times (“Brigade homeland tours start Oct. 1” [Recorridos de brigada por el interior comienzan el 1º de octubre]), una publicación que es ampliamente leída por los militares, pinta un cuadro diferente y mucho más siniestro.
“Se podrá recurrir a ellos para ayudar en casos de descontento social y control de multitudes,” informa el periódico. Cita al comandante de la unidad, coronel Robert Cloutier, diciendo que los soldados están siendo entrenados en el uso del “primer paquete no-letal que jamás haya presentado el Ejército.” Las armas, informa la publicación, están “destinadas a someter a individuos revoltosos o peligrosos sin matarlos.” El equipo incluye “beanbag bullets”[Cartuchos en los que tras la pólvora se inserta un taco separador y una cantidad de perdigones esféricos envueltos en un saquete de tela y con una falsa ojiva plástica que les proporciona protección aerodinámica], escudos y porras y equipos para erigir bloques de ruta.
Parece que como parte del entrenamiento para su despliegue dentro de EE.UU., se ha ordenado a los soldados que prueben parte de este equipo no-letal los unos sobre los otros.
“Fui el primero en la brigada al que le aplicaron el Taser [porra de electrochoque]”, dijo Cloutier al Army Times. Describió los efectos del arma como “el peor calambre muscular de tu vida – multiplicado por 10 en todo tu cuerpo.”
Per a llegir la resta de l'article, punxa ací.
No hay comentarios:
Publicar un comentario