Uno de cada cuatro cordobeses se encuentra en riesgo de exclusión social, es decir, que viven por debajo del llamado umbral de la pobreza. En cifras absolutas son 200.000 los cordobeses que sobreviven con menos de la mitad de la renta per cápita, es decir, con menos de 520 euros mensuales. Las estadísticas esconden una realidad mucho más dramática, con nombres y apellidos, que se afanan en descubrir las asociaciones y los colectivos que trabajan por la inclusión social en la provincia. “Nuestro objetivo es denunciar la actitud de una sociedad que arrincona a los pobres”, indicó ayer Francisco García-Calabrés, defensor de la ciudadanía cordobesa.
Precisamente, el Foro por la inclusión social, que está compuesto por una treintena de colectivos sociales, ultima estos días un informe sobre la exclusión social y la pobreza severa en la provincia. En concreto, se calcula que ya hay 30.000 cordobeses que viven en la pobreza extrema, es decir, con menos del 25% del sueldo mínimo de un español. El informe, que se presentará a finales de octubre, radiografía la situación de la provincia, que ha logrado frenar la sangría de pobres pese a la persistencia de la crisis. De 16.000 personas que vivían hace un par de años en la pobreza en Córdoba se pasó a finales del 2009 a 25.000, pero desde entonces “la cifra se ha estabilizado”, matizó ayer Joaquín Cabello, presidente del Banco de Alimentos. Esa buena noticia ocurre a pesar de que se había vaticinado un panorama más dantesco cuando los desempleados de larga duración agotaran los salarios sociales.
SIN PERFIL DEFINIDO La crisis y el incremento del paro han disparado la aparición de nuevos colectivos excluidos desdibujando el perfil tradicional del pobre. Entre esos nuevos segmentos sociales destacan los jóvenes sin acceso a un empleo fijo, los autónomos que han perdido sus negocios, los trabajadores asalariados de sectores en crisis como la construcción, las minoría étnicas o las familias que no pueden afrontar el pago de sus hipotecas mensuales. Este tipo de pobreza se encuentra fundamentalmente en los grandes núcleos urbanos y en menos medida en las zonas rurales. El 44% de los pobres tienen menos de 25 años, es una pobreza joven.
El informe que elabora la Oficina del Defensor de la Ciudadanía ha observado cuatro variables: la renta, las pensiones, el trabajo y la vivienda. Además, incluye entrevistas, propuestas para la mejora de la situación y un inventario de los recursos que se necesitan en Córdoba.
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