¿Quién podría imaginar que en el 2009, los gobiernos del mundo declararían una nueva guerra a los Piratas?
La Marina británica (apoyada por los buques de más de dos docenas de naciones, desde los Estados Unidos hasta China) se ha internando en aguas de Somalia para perseguir a personas que todavía se miran como villanos de circo con un loro en el hombro. Las fuerzas marinas de EEUU, España, Francia y Kenia (solo por nombrar a algunos) ya han detenido y esperan juzgar a varios piratas. En el mismo contexto la marina de EEUU en una de estas intervenciones asesino a 3 piratas, otros piratas en una declaración respondieron “No es el fin del mundo. Vamos a intensificar nuestros ataques, incluso muy lejos de las aguas somalíes, y la próxima vez que agarremos a un norteamericano, que no esperen ninguna piedad de nuestra parte”, ante lo cual varios barcos estado unidense han sido atacados.
Pero detrás de todo esto hay algo por contar. A quienes los gobiernos llaman como “una de las grandes amenazas de nuestros tiempos” tienen una historia extraordinaria que contar y también algo de justicia y/o venganza de su parte.
Los piratas nunca han sido exactamente lo que se cree que son. En la “edad dorada de la piratería” (desde 1650 hasta 1730) la idea del pirata como el ladrón salvaje e insensato que perdura hasta nuestros días fue creada por el gobierno británico en un gran esfuerzo propagandístico. Mucha gente creyó que esto era falso: con frecuencia la muchedumbre les rescataba piratas de la horca. ¿Por qué? ¿Qué vieron entonces que nosotrxs no vemos ahora?.
En el libro Villains of all nations (Villanos de todas las naciones), el historiador Marcus Rediker examina las pruebas para averiguarlo. En ese tiempo (entre 1650 y 1730), si te alistabas en la Marina Mercante o en la Marina británica (reclutado en los muelles de Londres, joven y hambriento) terminabas en un infierno flotante de madera. Trabajas a toda hora en un buque angosto y medio muerto de hambre, y si intentabas evitar cualquier trabajo, el todo poderoso capitán te azotaba. Si evitabas el trabajo constantemente, te podian tirar por la borda. Y después de meses o años soportando esto, muchas veces no te pagaban.
Los piratas fueron los primeros en rebelarse contra esto. Se amotinaron contra sus capitanes tiránicos y crearon un modo distinto de vivir la vida en mar. Una vez tomado un buque, los piratas elegían a su capitán, y tomaban todas sus decisiones colectivamente. Compartían el botín, lo que describe Rediker como “uno de los planes más igualitarios del siglo dieciocho para aprovechar los recursos disponibles”. También acogían a esclavos africanos y convivían con ellos como iguales. Los piratas demostraron “de forma bastante clara y subversiva, que no hacía falta llevar el buque en la manera opresiva y brutal como lo hacían la Marina Mercante y la Marina británica”. Es por esto que eran populares.
Las palabras de un pirata de esa edad perdida (un joven británico llamado William Scott) deberían tener eco en esta nueva edad de piratería. Justo antes de que lo ahorcaran en Charleston, Carolina del Sur, dijo: “Lo que hice fue para no morir. Fui obligado a hacerme pirata para sobrevivir”. En 1991, cayó el gobierno de Somalia, situado en el Cuerno de África. Sus nueve millones de habitantes han estado al borde de morirse de hambre desde entonces y muchas empresas del mundo occidental han visto esto como una estupenda oportunidad para robar recursos naturales y verter residuos nucleares en estos mares.
Sí, residuos nucleares. En cuanto desapareció el gobierno, llegaban misteriosamente buques europeos a la costa de Somalia, vertiendo enormes barriles en el océano. La población de la costa empezaba a enfermar. Al principio, padecieron extrañas erupciones, nausea, y nacieron niños malformados. Entonces, después del tsunami de 2005, cientos de estos barriles vertidos y con fugas terminaron en la orilla. La gente empezó a enfermar por la radiación, y más de 300 personas murieron. Ahmedou Ould-Abdallah, el enviado de Naciones Unidas a Somalia, declaró: “Alguien está vertiendo material nuclear aquí. También hay plomo y materiales pesados tales como cadmio y mercurio, o sea, de todo”. A esto se le puede seguir el rastro hasta los hospitales y las fábricas europeas, donde los residuos se les entrega a la mafia italiana para que ésta se deshaga de ellos de la manera menos costosa. Cuando se le pregunto a Ould-Abdallah qué hacían los gobiernos italianos para combatir esto, dijo con un suspiro: “Nada”.
Al mismo tiempo, otros buques europeos han estado saqueando todo tipo de recursos naturales, provocando un desabastecimiento en la población somali.
Éste es el contexto en el que han surgido hombres a los que se les ha llamado “piratas”. Estos partieron intentaron disuadir con lanchas veloces a los que vertían residuos desde los palangreros. Se llamaban a si mismos los Guardacostas Voluntarios de Somalia – y no es difícil entender por qué. En el transcurso de una entrevista telefónica surrealista, uno de los dirigentes piratas, Sugule Ali, dijo que su propósito era “parar la pesca ilegal y vertidos en nuestras aguas… No nos consideramos bandidos de los mares. Los bandidos son aquellos que pescan, vierten residuos y llevan armas en nuestros mares.” William Scott habría entendido estas palabras.
En este contexto se han tomado rehenes y se han retenido envarcaciones. Los “piratas” tienen un gran apoyo de la población local. El sitio web de noticias independiente somalí WardherNews encuestó a la población local sobre su opinión del tema y un 70% los apoya.
¿Esperaban que los somalíes mirasen pasivamente desde las playas en medio de residuos nucleares mientras se robaban sus recursos? Los gobiernos no actuaron cuando esto ocurria, pero cuando algunos hombres respondieron interrumpiendo el pasillo de tránsito del 20 por ciento del suministro de petróleo mundial, empezamos a gritar sobre la “maldad”. Esto no debe asombrar a nadie pues esa es la tarea de todo los gobiernos, proteger a los ricos, y si alguien intenta alterar el orden del capitalismo se le encarcela o se le asesina.
Texto original extraido de Clajadep//Piratiado y alterado por Liberación Total.
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