Ignacio Martín para nodo50.org
Decenas de miles de personas se han dado cita en las calles de Milán. El motivo era celebrar el 25 de Abril. Día de la conquista de Milán y Turín en la II Guerra Mundial, es el día de la Liberación italiana del fascismo.
Es un homenaje a los partisanos antifascistas y a la lucha que siguieron.Mediatizado al máximo acudieron representantes de todos los partidos políticos italianos. Desde el presidente de la región de Lombardía, del partido de Silvio Berlusconi, pasando por Franceschini, líder de la oposición proveniente de la democracia cristiana. Eso si faltaba la alcaldesa de Milán que, tras abandonar la manifestación hace tres años y ser abucheada hace dos, lleva dos años sin acudir.Pese a todo ello el 25 de Abril no está vendido. Los centros sociales y colectivos antifascistas no han renunciado a reivindicarlo como suyo. Varios cortejos con camiones y música han dirigido la manifestación. Una fiesta antifascista y combativa que recordaba la lucha contra el fascismo ayer y hoy.
Mientras los representantes de los partidos clásicos hablaban de un 25 de Abril de la unidad nacional, de todos...
En la calle se hablaba de un día de Liberación, de lucha contra el racismo y las leyes de “seguridad” del gobierno de Berlusconi. Los partisanos de hoy iban en los cortejos de los centros sociales de la ciudad, en los de los colectivos de la escuela y la universidad, en los grupos de precarios y en el de los migrantes.
Las líneas principales: que la ciudad de Milán no tiene miedo. No teme a los migrantes, teme a los policías; no teme un saber libre y común, teme los cortes presupuestarios y las leyes contra la educación pública. Pero sobre todo no teme vivir sus calles, sus plazas; los partisanos de hoy no quieren celebrar el día de la Liberación en edificios institucionales o museos, quieren hacerlo en la calle donde tantos dieron su vida por la libertad y contra el fascismo.
Al parecer estos nuevos partisanos no son “unos pocos facinerosos” como desde el poder se les señala. Son aquellos que silbaron durante más de 10 minutos de intervención al presidente de Lombardía y son aquellos que silbaban y apoyaban al pueblo palestino frente la Brigada Hebrea, formada por sionistas y repleta de banderas israelitas.Son ante todo las personas que acabaron el día en Bonola, en el festival “Partisanos en cada barrio”. Festival organizado por los colectivos antifascistas y los centros sociales de la ciudad. Música e intervenciones que en un ambiente popular difundió la idea de que la lucha sirve y que la construcción del antifascismo se debe hacer desde abajo, desde los barrios.
Decenas de miles de personas se han dado cita en las calles de Milán. El motivo era celebrar el 25 de Abril. Día de la conquista de Milán y Turín en la II Guerra Mundial, es el día de la Liberación italiana del fascismo.
Es un homenaje a los partisanos antifascistas y a la lucha que siguieron.Mediatizado al máximo acudieron representantes de todos los partidos políticos italianos. Desde el presidente de la región de Lombardía, del partido de Silvio Berlusconi, pasando por Franceschini, líder de la oposición proveniente de la democracia cristiana. Eso si faltaba la alcaldesa de Milán que, tras abandonar la manifestación hace tres años y ser abucheada hace dos, lleva dos años sin acudir.Pese a todo ello el 25 de Abril no está vendido. Los centros sociales y colectivos antifascistas no han renunciado a reivindicarlo como suyo. Varios cortejos con camiones y música han dirigido la manifestación. Una fiesta antifascista y combativa que recordaba la lucha contra el fascismo ayer y hoy.
Mientras los representantes de los partidos clásicos hablaban de un 25 de Abril de la unidad nacional, de todos...
En la calle se hablaba de un día de Liberación, de lucha contra el racismo y las leyes de “seguridad” del gobierno de Berlusconi. Los partisanos de hoy iban en los cortejos de los centros sociales de la ciudad, en los de los colectivos de la escuela y la universidad, en los grupos de precarios y en el de los migrantes.
Las líneas principales: que la ciudad de Milán no tiene miedo. No teme a los migrantes, teme a los policías; no teme un saber libre y común, teme los cortes presupuestarios y las leyes contra la educación pública. Pero sobre todo no teme vivir sus calles, sus plazas; los partisanos de hoy no quieren celebrar el día de la Liberación en edificios institucionales o museos, quieren hacerlo en la calle donde tantos dieron su vida por la libertad y contra el fascismo.
Al parecer estos nuevos partisanos no son “unos pocos facinerosos” como desde el poder se les señala. Son aquellos que silbaron durante más de 10 minutos de intervención al presidente de Lombardía y son aquellos que silbaban y apoyaban al pueblo palestino frente la Brigada Hebrea, formada por sionistas y repleta de banderas israelitas.Son ante todo las personas que acabaron el día en Bonola, en el festival “Partisanos en cada barrio”. Festival organizado por los colectivos antifascistas y los centros sociales de la ciudad. Música e intervenciones que en un ambiente popular difundió la idea de que la lucha sirve y que la construcción del antifascismo se debe hacer desde abajo, desde los barrios.
No hay comentarios:
Publicar un comentario