En esos carteles se resumen los crímenes que estos grupos de asesinos/as han cometido y siguen cometiendo, sobre todo centrándose en los/as inmigrantes y gitanos/as.
Según nos comentan, la acogida del barrio fue espectacular, en todos los comercios aceptaron poner dichos carteles y la gente por la calle hablaba con los/as personas que colocaban los carteles y repartían octavillas, de la sensación de incredulidad y rabia que produce la legalización de una manifestación de ese tipo en nuestra ciudad y comentaban que habría que pararlos por todos los medios.
Parece increíble que con todo el barrio en contra, con la mayoría de colectivos sociales, sindicatos, partidos políticos (incluso el alcalde de la ciudad perteneciente al PSOE apoyando una protesta contra tal manifestación promovida en el ultimo pleno del ayuntamiento por IU y CHA) y asociaciones de inmigrantes y vecinales en contra, el Delegado del Gobierno siga permitiendo desde la legalidad este tipo de manifestaciones en las que constantemente se exaltan el fascismo, el racismo y la xenofobia.
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