Las casas de las hermanas Carmen y Natividad Gázquez, en Los Trigales (Puente de Vallecas), están cercadas por una zanja y montañas de tierra. A diez metros de sus viviendas, las excavadoras ejecutan las obras de ampliación de Mercamadrid. Sus terrenos entran en el proyecto, pero se han convertido en un escollo para los planes del Ayuntamiento. Las máquinas no pueden avanzar en su parcela porque ellas se resisten a irse.
El área de Urbanismo lleva tres años intentando echarlas de sus casas, dos infraviviendas construidas por su bisabuelo en los años 50 en unos terrenos comprados a Renfe.
"Nací aquí, no me moveré si no me realojan", advierte Carmen, que vive con sus hijas de 13 y 21 años.
Hasta hace un año, convivían en el barrio con otras 30 familias. Pero sus vecinos no resistieron a la piqueta del Ayuntamiento y ahora son las últimas supervivientes de Los Trigales.
Este mismo jueves volvieron a ganar otra batalla. El Ayuntamiento quería desalojar a Carmen a las 9.00 h. Ella se encerró en casa, dispuesta a resistir. Pero el desalojo se quedó en nada. Un funcionario de Urbanismo, acompañado de dos policías, llegó a su vivienda, confirmó que no quería abandonar voluntariamente la casa y se marchó.
Nací aquí, no me moveré si no me realojan
En realidad, no podían echarla. El Ayuntamiento había pedido una orden de desalojo, pero un juez de lo Contencioso se la denegó. "Sacarla de su casa habría sido un delito, lo que pretendían era ilegal", explica su abogado, Roberto Alonso.
De hecho, Carmen tiene la ventaja de tener a la Justicia de su parte: desde 2007, tres jueces distintos han rechazado el derribo de su casa.
El Ayuntamiento, sin embargo, dice que está "cumpliendo todos los requisitos legales". Según fuentes de Urbanismo, la denegación judicial se debe a "un defecto de forma y no al fondo del desahucio".
Además, pese a que las casas han pertenecido siempre a la familia, los portavoces municipales alegan que "carecen de título para habitarlas", por lo que pedirán una nueva orden de desalojo.
Tres meses de retraso
Mientras, las obras de ampliación de Mercamadrid acumulan tres meses de retraso. El presidente de la lonja, Luis Blázquez, dijo hace un año que la urbanización de la zona estaría acabada en enero.
Urbanismo niega que las rebeldes de Los Trigales estén afectando a las obras
Actualmente, las máquinas aún están retirando tierra para asfaltar las calles. Urbanismo niega que las rebeldes de Los Trigales estén afectando a las obras, "por el momento".
Sin embargo, necesitan sus terrenos para culminar el plan y en el último año han intensificado la presión.
"Es acoso en toda regla, buscan cansarnos para que desistamos", se queja Nati, que denuncia que les han cortado la luz y les han roto tuberías. Además, les pusieron un guardia al final del camino para controlar las matrículas de los coches que entraban y salían. "Quieren echarnos por sus narices. Pero nosotros somos David y ellos, Goliat", dice Carmen.
Un parque y un 25% más de lonja
Mercamadrid, el gran mercado que abastece de alimentos a la región, está en pleno proceso de ampliación. Cuando el proyecto esté acabado, la lonja será un 25% más grande que ahora (453.000 metros cuadrados más).
Además de ampliar los almacenes de comida, los muelles de carga y descarga y la central de compra, el proyecto contempla la creación de un área verde de casi 200.000 metros cuadrados, que estará unida mediante un corredor con el parque lineal del Manzanares y el área forestal de Entrevías. Además, se crearán 1.400 empleos.
Fuente:20minutos
El área de Urbanismo lleva tres años intentando echarlas de sus casas, dos infraviviendas construidas por su bisabuelo en los años 50 en unos terrenos comprados a Renfe.
"Nací aquí, no me moveré si no me realojan", advierte Carmen, que vive con sus hijas de 13 y 21 años.
Hasta hace un año, convivían en el barrio con otras 30 familias. Pero sus vecinos no resistieron a la piqueta del Ayuntamiento y ahora son las últimas supervivientes de Los Trigales.
Este mismo jueves volvieron a ganar otra batalla. El Ayuntamiento quería desalojar a Carmen a las 9.00 h. Ella se encerró en casa, dispuesta a resistir. Pero el desalojo se quedó en nada. Un funcionario de Urbanismo, acompañado de dos policías, llegó a su vivienda, confirmó que no quería abandonar voluntariamente la casa y se marchó.
Nací aquí, no me moveré si no me realojan
En realidad, no podían echarla. El Ayuntamiento había pedido una orden de desalojo, pero un juez de lo Contencioso se la denegó. "Sacarla de su casa habría sido un delito, lo que pretendían era ilegal", explica su abogado, Roberto Alonso.
De hecho, Carmen tiene la ventaja de tener a la Justicia de su parte: desde 2007, tres jueces distintos han rechazado el derribo de su casa.
El Ayuntamiento, sin embargo, dice que está "cumpliendo todos los requisitos legales". Según fuentes de Urbanismo, la denegación judicial se debe a "un defecto de forma y no al fondo del desahucio".
Además, pese a que las casas han pertenecido siempre a la familia, los portavoces municipales alegan que "carecen de título para habitarlas", por lo que pedirán una nueva orden de desalojo.
Tres meses de retraso
Mientras, las obras de ampliación de Mercamadrid acumulan tres meses de retraso. El presidente de la lonja, Luis Blázquez, dijo hace un año que la urbanización de la zona estaría acabada en enero.
Urbanismo niega que las rebeldes de Los Trigales estén afectando a las obras
Actualmente, las máquinas aún están retirando tierra para asfaltar las calles. Urbanismo niega que las rebeldes de Los Trigales estén afectando a las obras, "por el momento".
Sin embargo, necesitan sus terrenos para culminar el plan y en el último año han intensificado la presión.
"Es acoso en toda regla, buscan cansarnos para que desistamos", se queja Nati, que denuncia que les han cortado la luz y les han roto tuberías. Además, les pusieron un guardia al final del camino para controlar las matrículas de los coches que entraban y salían. "Quieren echarnos por sus narices. Pero nosotros somos David y ellos, Goliat", dice Carmen.
Un parque y un 25% más de lonja
Mercamadrid, el gran mercado que abastece de alimentos a la región, está en pleno proceso de ampliación. Cuando el proyecto esté acabado, la lonja será un 25% más grande que ahora (453.000 metros cuadrados más).
Además de ampliar los almacenes de comida, los muelles de carga y descarga y la central de compra, el proyecto contempla la creación de un área verde de casi 200.000 metros cuadrados, que estará unida mediante un corredor con el parque lineal del Manzanares y el área forestal de Entrevías. Además, se crearán 1.400 empleos.
Fuente:20minutos
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