Compromís denuncia amenazas de muerte a miembros de un colectivo social de Mislata

La Quimera ha interpuesto 20 requerimientos por agresiones e intimidaciones fascistas.

Mónica Ros, Mislata
"Te estamos vigilando. Cierra la boca. Déjalo todo como está. Conseguirás que tus amigos te tengan que llorar. La próxima en el cementerio. Por una España limpia y digna. Arriba España. 55". Ésta es la última amenaza que ha recibido el centro cultural La Quimera de Mislata, al que pertenece el portavoz de Compromís de Mislata, Santiago Rosado. Por ello, Compromís pel País Valencià denunció ayer ante la policía el escrito que dejaron en la puerta de la sede, el pasado domingo.
Con ésta son ya 20 las denuncias presentadas por este colectivo social, desde que en 2004 comenzaran "las pintadas de esvásticas en la fachada de la sede y el lanzamiento de piedras" para pasar, en 2006 a "amenazas e insultos por la calle" y concluir, en 2007, con dos agresiones: una a Santiago Rosado y otra a un miembro del colectivo, que prefiere quedar en el anonimato. De hecho, desde el centro social aseguraron que el juicio por agresión a este miembro del colectivo ha sido uno de los "principales motivos de esta amenaza que, si algo deja claro, es que nadie sufrirá si cerramos la boca y dejamos las cosas como están. El juicio está a punto de salir. Esto va de mal en peor y hay que pararlo".
La vista judicial por la agresión que sufrió Santiago Rosado en octubre de 2007, sin embargo, no tuvo consecuencias ya que los dos jóvenes que acudieron a los tribunales "no correspondían a los que yo identifiqué mediante fotografías. Así que no pasó nada".
Rosado aseguró que la última amenaza intenta "que la persona implicada tenga miedo, pero miedo no tenemos. Prudencia, mucha". Como portavoz del colectivo afirmó que las amenazas de grupos de extrema derecha "a los partidos o entidades de izquierda en Mislata son constantes", y puntualizó: "no somos nosotros los que decimos que son de ultra derecha. Ellos mismos lo reivindican en sus escritos y pintadas. Lo dicen con orgullo. Nosotros no nos inventamos nada. Están organizados. Es una realidad. Y obviarla no significa que deje de existir".

Levante EMV