4 sept 2008

[Zuera] Jaime Giménez Arbe denúncia tortures

Carta de Jaime Giménez Arbe dirigida a la Corte Europea de Derechos Humanos de Estrasburgo desde la macro-cárcel de Zuera (Zaragoza)

Muy sres. mios:

Me veo en la obligación de escribirles para denunciar internacionalmente al Ministerio del Interior de España, a la Dirección General de Instituciones Penitenciarias y al Estado español, por gravísimas ilegalidades que incluyen el delito de tortura y que se vienen sucediendo a lo largo del tiempo en las prisiones de España, sin que nadie en la administración del Estado tenga el más mínimo interés ni voluntad de ponerlas término y que día tras día, mes tras mes y año tras año se perpetran con la más absoluta impunidad y el más lacerante silencio.

Antes de entrar a comentar lo que sucede, les invito a que envíen Comisiones de Investigación a los módulos de aislamiento de las prisiones de España, para que puedan constatar la existencia de instalaciones habilitadas para la práctica regular de la tortura.

El Estado español es signatario del Convenio Internacional Contra la Tortura y dice públicamente reprobarla, pero en la práctica hace un uso regular de ella. El responsable principal de esta abominable aberración es el Ministerio del Interior, organismo responsable del control de la policía y guardia civil, así como de las policías locales y autonómicas, centros de detención para inmigrantes y establecimientos penitenciarios.

Recientemente, el parlamento del País Vasco en sesión plenaria, aprobó una declaración institucional en la que denunciaba la tortura que la policía y guardia civil aplica a todos los detenidos acusados de pertenecer al grupo político insurgente E.T.A., pero todos conocemos las sevicias practicadas a l@s detenid@s islamistas y a otros grupos que el Estado español define arbitrariamente como terroristas.

Señalo aquí la responsabilidad cómplice que incumbe a otros Estados europeos, por extraditar a detenid@s en sus países y entregarl@s a la policía española y guardia civil donde son inexorablemente torturad@s. A fin de evitar esto, sería conveniente que Europa en su conjunto acordara una suspensión de las entregas de detenid@s a España, vinculados al mandato de detención europeo, y así poder evitar torturas en mi país y al mismo tiempo presionar para que se ponga fin a la tortura en España y se arbitren disposiciones y soluciones que acaben con ella y que caso de producirse pueda ser denunciada y perseguida.

Las torturas y malos tratos se suceden con impunidad no sólo en las comisarías de policía y cuarteles de la guardia civil, sino también en las comisarías de la policía local y autonómica, así como en los centros de internamiento para inmigrantes sin documentos y especialmente en las prisiones.

Actualmente me encuentro detenido en la prisión de Zuera, en la provincia de Zaragoza, esta es una macro-cárcel donde hay casi 1.900 pres@s cuando la capacidad máxima es de 1.200 prisioner@s, naturalmente la situación es de hacinamiento.

En mi caso concreto estoy en un módulo de aislamiento, aislado en una celda donde paso aproximadamente 20 horas al día. Estoy aquí, enviado por el Estado portugués, merced a un mandato de extradición y detención europeo. Se me aplica el código F.I.E.S.-1, control directo, la peor situación administrativa que puede tener un pres@ en España. En la práctica todo me esta prohibido, ningún beneficio de la Ley General Penitenciaría me acoge, estoy en primer grado penitenciario con todas mis comunicaciones orales y escritas intervenidas, además de la prohibición de enviar más de dos cartas semanales mi correo es sistemáticamente devuelto al remitente, con el fin de acrecentar mi sentimiento de soledad y desarraigo. Los libros que me traen mis amig@s son censurados, intervenidos y retenidos, y no entregados por ser su contenido de izquierda política. Los autores de estas irregularidades son funcionarios de prisiones de ideas ultraderechistas comandados por el director de la prisión de Zuera Andrés González. Cuando recibo visitas, a través de un cristal blindado, no me permiten disponer de ninguna hoja de papel ni bolígrafo, esto es ilegal, pero se da la circunstancia que en esta prisión de Zuera no existe cauce para poder denunciar las ilegalidades que de manera continua aquí suceden. Teóricamente existe un juez de Vigilancia Penitenciaria que debería de poner coto a estas situaciones, pero en la práctica o no contesta a los requerimientos que se le hacen o cuando si lo hace, es sólo para desestimar las peticiones de l@s pres@s. También existe un fiscal de Vigilancia Penitenciaria, pero éste de manera sistemática siempre dictamina la no viabilidad de la queja o denuncia del preso. En cualquier caso el juez de Vigilancia Penitenciaria número 1 de Aragón, que es el que me corresponde, nunca se enfrenta ni contradice a las autoridades de la prisión de Zuera. En esta situación l@s pres@s nos encontramos indefensos al estar los cauces de denuncia absolutamente bloqueados. La tónica común de comportamiento de los jueces de Vigilancia Penitenciaria viene a ser ésta, aunque hay también algún juez responsable que ha intervenido alguna vez para frenar las ilegalidades de la administración de prisiones, que no olvidemos, depende del Ministerio del Interior, la gran mayoría son funcionarios complacientes con el Ministerio del Interior y no desean en modo alguno buscarse problemas ni inconvenientes que pudieran repercutir en su carrera judicial, señalo que los jueces de Vigilancia Penitenciaria pertenecen al Ministerio de Justicia, pero lamentablemente en España la separación de poderes sólo existe sobre el papel y el poder ejecutivo controla todas las esferas importantes de decisión. De esta manera la función que la ley les encomienda de proteger a l@s pres@s de los abusos de la policía, históricamente, nunca ha sido atendida. La policía española desde la dictadura de Franco apenas ha cambiado sus actitudes antidemocráticas. En mi caso como muchos otr@s prisioner@s, sufrimos el estar incluidos en el F.I.E.S., acrónimo que significa Fichero de Internos de Espacial Seguimiento, con 5 categorías de la 1 a la 5. Estar incluido en el F.I.E.S. significa estar preso dentro de la misma prisión. Se trata de una medida arbitraría que aplica el Ministerio del Interior a los detenid@s que considera peligros@s, metiendo en esta categoría a l@s que se enfrentan al sistema, personas que han cometido actos graves en prisión, “terroristas” y narcotraficantes, para hacerse una idea clara y rápida de lo que significa F.I.E.S., les diré que es como llevar cosido en el abrigo la estrella de David en la Alemania de Hitler. Es un atentado a los derechos humanos en grado superlativo y constituye una venganza que el Ministerio del Interior reserva para aquell@s detenid@s cuya condena no estima suficiente. Para estar inscrito en el código F.I.E.S. basta que así lo decida el Ministerio del Interior, en mi caso fue aplicado desde el mismo momento de la detención.

Soy un insurgente contra el capitalismo y me identifico con el movimiento libertario internacional. Mi delito es haber estado muchos años esquivando a la policía de España con éxito y además se me acusa de cometer numerosas expropiaciones bancarias y aunque no tengan pruebas o las que digan tener sean sólo circunstanciales, para el Ministerio del Interior, soy naturalmente culpable. La naturaleza de mis supuestos delitos ataca a la esencia misma del poder, por eso el Ministerio del Interior ordena a la Dirección General de Instituciones Penitenciarias que mi prisión sea en las peores condiciones posibles, siendo juez y parte e ignorando la presunción de inocencia. A l@s pres@s se les aplica el segundo grado penitenciario que permite poder tener una vida en prisión más normal, puedes mandar y recibir cartas, puedes participar en actividades deportivas y culturales, puedes estudiar, puedes practicar actividades artísticas, pintar, tocar la guitarra, puedes interactuar con otros presos, puedes ir a la piscina, etc, pero en los casos F.I.E.S. nada de esto es posible, en mi caso soy músico y para mi la vida no es tal sino puedo cantar y tocar la guitarra, también me gustaba pintar acuarelas, pero nada de esto se me permite alegando problemas de seguridad. La aplicación del código F.I.E.S. busca la anulación de la personalidad produciendo un daño mental mediante el aislamiento y la presión psicológica, y a esto sólo hay una manera de definirlo: Tortura psicológica.

Pero aquí en esta prisión de Zuera no sólo se practica la tortura psicológica, sino también la física. Tengo que denunciar que en este módulo de aislamiento donde me encuentro, existen dos celdas “especiales”, son las celdas numeradas 20 y 30 y son denominadas por el Ministerio del Interior como celdas anti-mutilación. Consisten en un camastro metálico, situado en el centro de la celda, dotado de argollas en cada uno de los cuatro extremos del mismo, donde los funcionarios esposan con grilletes las piernas y manos del prisionero, permaneciendo desnudo esposado entre 12 y 72 horas, lo que aprovechan los mismos funcionarios torturadores para golpear con porras al desdichado preso inmovilizado. Tengo que decirles a ustedes que se le ponen a uno los pelos de punta oyendo los lamentos del prisionero victima de la tortura.

Oficialmente este tipo de celdas son justificadas por el Ministerio del Interior de España para prevenir un supuesto ataque de un preso que pudiera autolesionarse, pero mientras en la Europa civilizada y que respeta los derechos humanos se trata de una celda acolchada, donde a la persona se la inmoviliza con una camisa de fuerza textil que no la priva de todos sus movimientos, aquí en España, el preso es atado desnudo de pies y manos con grilletes metálicos que le producen lesiones, teniendo que hacerse sus necesidades fisiológicas encima por la falta de movimientos. Cuando gritan y piden socorro o ayuda, los funcionarios de prisiones no se dan por aludidos y no hacen nada, carecen de humanidad y se justifican en que el Reglamento Interno les ampara. Cuando se les comenta que esa es la misma respuesta que daban los carceleros de los campos de exterminio nazis, ellos se encogen de hombros sin darse por aludidos, no sintiendo ninguna culpa ante el dolor causado ni responsabilidad. Tengo que denunciar públicamente que el prisionero vasco Josu Aingelu Fernández Gómez, recluido en el módulo de aislamiento, celda número 31, fue internado en la celda de tortura número 30 del ala C, ala en la que me encuentro yo recluido, la noche del día 21 de mayo hasta la tarde del día 22. Fue esposado de pies y manos y en esa misma noche del día 21 y mañana del 22, sufrió la agonía de la tortura. Personalmente soy testigo de esto y llamé en varias ocasiones por el interfono para interesarme por el estado de salud del compañero torturado. Los otros presos del ala C, cuatro compañeros de cautiverio, también son testigos de los hechos acaecidos. A esta persona la han torturado en innumerables ocasiones y su estado de salud mental empieza a ser absolutamente preocupante.

Pero estas situaciones aberrantes no son una excepción en las cárceles españolas. En la prisión de Córdoba existen dos celdas como las de Zuera, con camastro metálico y argollas así como con un altavoz de gran tamaño que cumple un doble objetivo, ahogar los lamentos de los torturados y provocar desorientación espacial y temporal. Combinando la acción del altavoz con música a todo volumen y la luz encendida día y noche, la tortura se convierte en práctica habitual, allí es tristemente muy conocido un funcionario torturador, Don Paco. En la prisión de Fontcalent (Alicante) hay dos celdas para torturar en el Departamento de Ingresos. En la prisión del Puerto de Santa María (Cádiz) hay dos celdas de tortura en el módulo de aislamiento, con música y luz, en la zona conocida como “la cúpula”. También existen celdas para torturar en los módulos de aislamiento de las prisiones de Daroca (Zaragoza), A Lama (Pontevedra), Teixeiro (Lugo), Villabona (Asturias), Palencia, Valencia, Valdemoro (Madrid) y otras muchas más que sería muy largo enumerar.

Tengo que informarles que todo esto que les estoy contando es muy peligroso para mi persona. En las cárceles españolas han muerto en lo que va de año 21 personas, algunas de ellas en muy extrañas circunstancias. Existe auténtico terror a denunciar las agresiones, torturas, vejaciones y provocaciones que dispensan los funcionarios de prisiones a l@s pres@s, está la experiencia de haber denunciado con anterioridad sin que las autoridades españolas, que conocen y amparan esta grave situación, no sólo no hayan hecho nada por corregir los hechos denunciados, sino que frecuentemente han dado carta blanca para acallar las denuncias y quejas, con métodos violentos. El problema de la tortura en las prisiones de España no es puntual, es general, y la Administración con el Ministerio del Interior al frente es responsable por acción y por omisión.

También el Ministerio del Interior es responsable de la mala calidad de la comida que se dispensa a l@s pres@s, de la muy deficiente atención médica, de mantener a pres@s enferm@s de S.I.D.A. en prisión, de dispersar a l@s pres@s en cárceles lejos de sus familias dentro del Estado español, provocando con ello multitud de problemas a ellos y sus familias y amig@s. Cuando l@s pres@s somos forzados a cambiar de prisión, algunos objetos personales, como aparatos de televisión, radio-cds y otros, no son transportados en el autobús de la guardia civil, lo que nos obliga a mandarlos por agencia de transportes, curiosamente los aparatos electrónicos suelen llegar rotos después del traslado, y sólo se autoriza usar aparatos electrónicos dentro de las prisiones si son comprados en los economatos de las mismas, de esa manera se aseguran un buen negocio.

No quisiera extenderme más, hay muchas otras situaciones que no comento por precaución, pero si les puedo decir que aquí somos varios presos que estamos deseosos de testimoniar la terrible situación que se vive en la prisión de Zuera (Zaragoza). Esperamos que nos visiten en el módulo de aislamiento de la macro-cárcel de Zuera (Zaragoza) y poder ampliar la denuncia. También sería muy deseable que visitaran otros módulos de aislamiento de otras prisiones de España, no es necesario ir a Abu Ghraib o a Guantanamo para poder ver la horrible cara de la tortura. En España se tortura. El Ministerio del Interior de España tortura. La Administración del Estado oculta esta lacra y es cómplice de esta situación. Por favor ayudennos.

Fdo.: Jaime Giménez Arbe


Grupo de Apoyo a Jaime, Zaragoza 3 de septiembre de 2008

Al linchamiento mediático, la farsa judicial y los episodios continuados de tortura en Zuera (Zaragoza), Iruña y Dueñas (Palencia), a su llegada a la cárcel de Monsanto en Portugal, Jaime recibió una brutal paliza que desde la fecha hasta el día de hoy, lo mantiene hospitalizado… ¿Hasta donde piensan llegar? ¿Y a esto le llaman estado de derecho? ¿Pero de derecho para quién? Para los Bancos, claro. Seguiremos informando. Salud y Anarquía

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