Se hartó de los gritos racistas y....

Esta es la historia de un jugador de fútbol que se hartó de escuhar insultos racistas y decidió tomarse la justicia por su mano, pero con la mala suerte de que su acción fue tan drástica que se ha quedado sin equipo.

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El coreano Jo Soo militaba en el equipo infantil de la Cultural Leonesa. Mientras estaban disputando su partido contra el Numancia y tras escuchar continuos comentarios como "chino de mierda", el jugador dijo basta y paró el juego para buscar su particular venganza. Se dirigió hacia la grada de donde procedían los insultos y, al azar, lanzó un puñetazo al primer espectador que vio.
Era evidente que Soo no sabía que el que recibió su golpe era un jugador del Numancia que estaba viendo a sus compañeros y no fue convocado para este partido. Independientemente de eso, el club leonés ha decidido expulsarle por esta acción.
En un comunicado oficial la Cultural, además de pedir disculpas por el incidente protagonizado por el joven jugador, deja claro que "ha sido expulsado inmediatamente de la disciplina de la Cultural y Deportiva Leonesa SAD, no pudiendo, bajo ningún concepto volver a pertenecer en un futuro a la misma".
El club leonés considera que "no se puede bajo ningún concepto, que actos de indisciplina como éste se vuelvan a repetir en un terreno de juego", aunque se precisa en el citado comunicado que se trata "de una acción aislada que no debe manchar la excelente relación existente entre ambas entidades".

En Italia toman la vía legal
Otro suceso racista ocurrió en la segunda categoría del fútbol italiano este fin de semana. Un rival ofendió a los jugadores y hermanos Egwu. El árbitro no dijo nada, por eso el presidente del equipo de los chavales de color decidió retirar del campo a sus jugadores y denunciar ante la fiscalía estos hechos.