Amadeu Casellas; Javier Pinteño; Gabriel Pombo da Silva; Nuria Portulas; Tamara HH; estos son sólo algunos de los más de 100 presxs anarquistas que actualmente se encuentran encerrados por luchar por la libertad y por la anarquía, esto es: contra el estado y el capital.
Tras condenas basadas en falsas acusaciones, y continuamente prorrogadas por actos de insubordinación ante la diaria injusticia a la que se enfrentan lxs presxs, se esconde una intención clara, castigar con la máxima severidad que la actual legalidad permite, a todo aquel que luche contra el sistema. En muchos casos, como el de Javier Pinteño o Amadeu Casellas, se llega a vulnerar la propia legalidad manteniendo en prisión durante décadas, en una cadena perpetua encubierta, a personas que desde la cárcel han denunciado la situación inhumana que allí viven.
En el actual contexto de crisis económica, la represión del estado aumenta contra todos los que cuestionan de alguna forma el sistema político y económico vigente. Fuera del Estado español tenemos ejemplos como los 6 miembros del anarcosindicato serbio ASI-AIT, detenidos en Belgrado el pasado 3 de septiembre. Fueron acusados ni más ni menos que de terrorismo internacional por lanzar cócteles molotov a la embajada de Grecia, sin causar más que escasos daños materiales, en solidaridad con los detenidos en los disturbios de diciembre de 2008 en Grecia. Algo que lxs propixs detenidx han negado. Aunque actualmente se encuentran en libertad sigue el proceso judicial contra ellxs.
Grecia es quizás el mejor ejemplo de un estado en crisis que actúa contra los que tratan de plantear alternativas con la única arma que ya le queda, perdida toda credibilidad: la violencia. Tras los disturbios desatados nuevamente en diciembre en Grecia en el primer aniversario del asesinato de Alexander Grigoropoulos a manos de la policía, se detuvo a más de 1000 personas.
En este contexto represivo nuestra intención es sacar a la luz la situación de lxs presxs anarquistas tanto dentro como fuera del Estado español. No pretendemos hacer una campaña centrada en la crítica a las prisiones, sino de denuncia de la situación de lxs presxs anarquistas que en ellas se encuentran.
No obstante, como anarquistas, nos posicionamos en contra de las cárceles. Consideramos que estas no son más que centros de reclusión y destrucción humana, sin ningún afán de reinserción social de las personas encerradas allí. El sistema carcelario no trata de solucionar los problemas que originan la delincuencia (la pobreza, la exclusión social, la ignorancia o las enfermedades mentales), simplemente cumple una función ejemplarizante, tratando de evitar el crimen a través del miedo que las prisiones infunden en la población.
Las personas que acaban allí son abandonadas a su suerte, en unas condiciones completamente inhumanas, para ser posteriormente devueltas a la sociedad en una situación habitualmente peor de la que entraron. Esto en el mejor de los casos, algunos como Xosé Tarrío, preso anarquista, o Kike Mur insumiso al servicio militar, nunca salieron con vida de la cárcel.
Pero como hemos dicho, no pretendemos realizar una campaña contra la existencia de las prisiones, a las que consideramos, por otro lado, una injusticia derivada de la existencia del estado. En la práctica, incluso lxs que estamos fuera nos encontramos también sometidxs: al trabajo; al consumo; a las obsesiones materiales; a comportamientos alienados como el sexismo, el racismo, el nacionalismo…
Nuestra intención es sacar a la luz la actual situación de estxs compañerxs que fueron encerradxs por luchar por un mundo sin estados, sin prisiones y donde los seres humanos pudiésemos vivir en libertad (dicho esto, lógicamente en rasgos generales). La falsa idea imperante de que, desde la caída del franquismo no hay ya presxs políticos en las cárceles del Estado español, ha llevado al ostracismo y a la marginación a estas personas por luchar tan valientemente como en su día lo hicieron aquellxs que pedían el sufragio universal, la caída de la dictadura o el fin de la pena de muerte, cuya lucha ha derivado en esta pseudo democracia.
Tampoco queremos dejar de lado a los presxs políticos no anarquistas. Nos solidarizamos con ellxs, como con cualquier persona que sufre la represión del estado, pero consideramos que los casos de los presxs anarquistas están particularmente abandonadxs (a pesar del esfuerzo de muchos colectivos e individualidades, que actúan dentro de sus posibilidades) en el contexto de la lucha por la libertad de lxs presxs políticxs.
Damos comienzo desde este momento a nuestra humilde aportación a la lucha por la libertad de lxs presxs anarquistas, uniéndonos a otros colectivos que llevan ya tiempo en la brecha.
En las próximas fechas iremos anunciando actos para la recaudación de fondos y difusión de la situación de lxs compañerxs presxs.
¡Fuego a sus muros de represión!
Grupo Anarquista Los Incendiadores
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