La cita fue a las 8:30 am cerca de la terminal de autobuses. De ahí, alrededor de 200 manifestantes se dirigieron a la parte este del centro, la zona más pobre de la ciudad, para luego dirigirse al oeste, zona exclusiva y lugar donde se llevan a cabo festividades relacionadas a los juegos olímpicos. Al transitar en frente de la tienda Hudson Bay Company (la corporación comercial más antigua de Norteamerica), algunos manifestantes cargaron buzones de correo y maquinas expendedoras de periódico estrellándolas contra los ventanales de la tienda, además de manchar los vidrios con pintura roja y realizar pintas en autobuses turísticos.
La marcha siguió su curso rumbo al oeste hasta llegar a la calle de Cardero, donde la policía cerró el paso. A los pocos minutos se inicio un enfrentamiento entre el contingente anarquista vestido de negro y la policía antimotines. Entre golpes y empujones siete personas fueron arrestadas.
Aunque los manifestantes más activos escaparon perseguidos por la policía, muchas otras personas permanecieron en el lugar, que estuvo cerrado a la circulación por más de una hora. La presencia de aproximadamente 500 policías fue contínua, exhibiendo sus rifles de gas lacrimógeno y armas largas, aunque ninguna de estas fue usada. La manifestación fue siempre vigilada por los helicópteros de la policía de Vancouver y en un momento incluso un helicóptero del ejército canadiense sobrevoló el área a baja altura, aunque se desconoce si estuvo relacionado con la protesta. Los dos grupos de protestantes se reagruparon minutos después en calles cercanas para ser divididos de nuevo por la policía, y después de marchar por algunas calles los manifestantes se dispersaron cerca del medio día.
La protesta estuvo organizada por la Red de Resistencia Olímpica, una coalición que agrupa diferentes organizaciones políticas, sociales y ambientalistas con el objetivo común de hacer notar el efecto negativo del negocio olímpico que financia un show de dos semanas a favor de las corporaciones patrocinadoras a costa del dinero público. Aunque una significativa parte de la población de Vancouver ha expresado su descontento por las olimpiadas, las acciones directas contra establecimientos comerciales no son muy populares entre la mayoría.
Entre los problemas que ellos destacan, se encuentra el desplazamiento de personas de bajos recursos del area centro de la ciudad, pues desde que Vancouver gano la sede de los juegos olímpicos 1400 departamentos de bajo costo han sido evacuados, para dar paso a condominios de mayor costo. De hecho, el Comité Olímpico Internacional gano el “premio” de violación a los derechos de vivienda, otorgado por el Centro de Derechos de Vivienda y Desalojos con sede en Génova.
Otro de los problemas tiene que ver con el exceso de presencia policiaca en la ciudad. Durante los juegos olímpicos, el número de policías en la ciudad ha aumentado considerablemente, incluyendo miembros del ejército canadiense e incluso está contemplada la participación del ejército estadounidense en caso de un “ataque terrorista”. En este contexto, la protesta social ha sido criminalizada y los participantes reportan continuo acoso policiaco, incluso en sus hogares y áreas de trabajo. Por lo menos en la protesta de hoy, micrófonos parabólicos fueron usados por la policía para oír conversaciones a larga distancia.
El eslogan que la Red de Resistencia Olímpica usa –No a los juegos olímpicos en tierra indígena robada- es reflejo del actual problema de colonización que ocurre en todo Canadá, pero que en la provincia de British Columbia (donde se encuentra Vancouver) tiene implicaciones legales más obvias. De acuerdo a la Proclamación Real de 1763, es necesario firmar un tratado con las comunidades indígenas antes de iniciar la colonización. Esto no ocurrió en British Columbia por lo cual oficialmente es territorio ocupado.
Mas información www.no2010.com
Un video del choque con la policía
Visto en | Kaosenlared.net
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