Hace tan solo unos días, 45 historiadores navarros (profesoras, investigadores,..) lo han vuelto a repetir. Los sucesos de Sanfermines 78 son una de las más graves e impunes agresiones padecidas por nuestro pueblo en las últimas décadas, afirmando que la responsabilidad directa correspondió a las fuerzas de la Policía Nacional y, en última instancia, al entonces Gobierno de UCD. Acorde con ello han exigido que nuestras instituciones reconozcan la citada agresión para su inclusión en cualquier actuación oficial relativa a nuestra historia así como en los correspondientes currículos educativos. Más claro, agua.
Las instituciones quieren olvidar. Nosotros y nosotras, no. Los tribunales miran para otro lado. Nosotros y nosotras no. El Defensor del Pueblo, como Pilatos, se lava las manos. Nosotros y nosotras no tenemos necesidad de hacerlo. En este país, mientras se recortan y suprimen para algunos las libertades básicas de asociación, reunión y expresión, otros tienen bula para agredir y matar impunemente. En esta democracia, hay muchas cosas que van al revés. Las arcas públicas se vacían para ayudar a banqueros y empresarios, mientras a la gente de a pie solo se le ofrece paro, hipotecas abusivas y recortes sociales.
La Transición política en Nafarroa fue realmente especial. Dos fascistas, Amadeo Marco, último virrey franquista, y Martín Villa, ex jerifalte del Movimiento y Ministro del Interior de UCD, acordaron las Bases del futuro Amejoramiento. Posteriormente, todas las fuerzas nacionalistas y de izquierda fueron excluidas de su redacción y, finalmente, caso único en todo el Estado, se negó al pueblo navarro su derecho a pronunciarse en referendum sobre el texto aprobado. Y así nació esta democracia foral amejorada que hoy tenemos. La democracia del fraude y el pelotazo. La democracia de Del Burgo y Urralburu.
La criminal agresión de Sanfermines 78 fue, en esencia, una llamada al orden de los poderes fácticos y estatales a fin de encauzar correctamente?el futuro de Nafarroa. Esta fue la razón principal que explica los Sanfermines 78 y no la versión oficial que nos habla exclusivamente de policías incontrolados y algún que otro malentendido en las órdenes recibidas.
Ante la estela de Germán, y con el recuerdo siempre presente de Joseba Barandiarán, ante este símbolo que recuerda aquella agresión y a quienes se levantaron contra ella, afirmamos hoy que aquí nadie ha tirado la toalla. Que nosotros y nosotras no olvidamos ni aceptamos esta democracia de pacotilla y esta justicia de tres al cuarto. No y mil veces no.
Hoy, gracias al esfuerzo de mucha gente como la que estáis aquí, los crímenes del 36 y del franquismo van saliendo a la luz. Se van obteniendo conquistas. Por eso estamos convencidos de que llegará el día en que desde este mismo lugar podremos decir: ¡Lo hemos conseguido!, ¡la verdad, la justicia y la reparación sobre los sucesos de Sanfermines 78 son ya una realidad. Ánimo pues y que nadie ceje en el empeño, que nunca nada consigue quien no pelea por ello.
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