La semana pasada pudimos visitar a Pope en el hospital Gregorio Marañón, y él mismo nos explicaba de primera mano cómo la unión y organización entre los presos ha conseguido frenar recientemente la "militarización" del nuevo reglamento de la prisión de Navalcarnero.
Según nos explicó Pope, a finales de mayo la dirección de la cárcel impuso modificaciones al reglamento interno que impedían a los presos sentarse en el lugar que deseasen en los comedores, les obligaba a formar filas para entrar a los mismos y ser "situados" donde los carceleros quisiesen, además se limitaban las horas y los espacios de ocio. Los reclusos de Navalcarnerto entendieron estos cambios como un paso más en la "militarización" de la cárcel, que ya venía preparándose con la imposibilidad de disponer de las propias sábanas u otros asuntos que afectaban al día a día de los presos.
Ante este nueva vuelta de tuerca, varios reclusos del módulo 2 hicieron un plante para mostrar su descontento, lo que supuso el paso a primer grado a varios de ellos (según las autoridades este plante constituyó en realidad un "motín").
En el módulo 2, donde se encuentra preso Pope decidieron organizar movilizaciones similares, pero dada la actitud de la cárcel previamente 63 presos enviaron al juzgado de vigilancia penirenciaria un escrito exigiendo la derogación del reglamento y reservándose el derecho a tomar las medidas que considerasen oportunas en caso de continuar con la "militarización". Pocos días después, y antes de que los juzgases respondiesen a este escrito colectivo, la cárcel dio marcha atrás.
Pope, que durante los dos años que estuvo fugado recientemente participó en el centro social "La Alarma" y en la Asamblea contra los Centros de Menores Cerrados nos pide que desde el exterior le ayudemos a consolidar la resistencia al sistema penitenciario. Según nos explica, en esta prisión hay muchos presos con ganas de luchar, pero se siente especialmente la incomunicación con el exterior.
Por último, nos explicó que dentro de la cárcel ha conocido a varios jóvenes que han pasado su adolescencia "re-educándose" en centros de menores, alguno de ellos en Picón de Jarama para después pasar, como él, a la cárcel de adultos tras cortos periodos en libertad. Próximamente esperamos tener en la calle una recopilación de sus testimonios.
Para ello podéis enviar cartas de apoyo o para coordinar movilizaciones a
Honorio GómezAlfaro
C. P: Madrid IV
Apdo de correos 195 (M_5)
28600 Navalcarnero
Madrid
En la imagen, Pope saluda desde su celda/habitación en el hospital Gregorio Marañón, donde fue operado de una hernia hace pocos días.
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