El viernes 28 había partido desde Bilbao una marcha antinuclear en bici con el objetivo de sumarse a la Marcha contra Garoña. El viernes se trasladaron en tren hasta Orduña, desde donde pedalearon hasta Pobes. El sábado 29 continuaron en bici hasta Miranda de Ebro, donde participaron en la Bajada del Ebro (acto festivo y reivindicativo que consiste en bajar un tramo de ese río con balsas y barcazas autoconstruidas para exigir la recuperación del río Ebro). Posteriormente a la Bajada del Ebro hubo un concierto nocturno en Miranda de Ebro que entorpeció la salida al día siguiente de algunas ciclistas. La marcha en bici finalizó el domingo 30 por la mañana cubriendo el tramo desde Miranda de Ebro hasta Barcina del Barco, donde la meta era unirse a la manifestación contra Garoña.
A las 12:30 de la mañana, bajo un enérgico y energético sol, comenzó desde Barcina del Barco la manifestación antinuclear. Un helicóptero de tulipán que volaba a poca altura incordiaba constantemente a las manifestantes, que al no disponer de cohetes pirotécnicos no pudieron evitar el acoso aéreo. La manifestación recorrió las calles de Barcina del Barco, pueblo del Valle de Tobalina colindante con Garoña, para posteriormente encararse hacia la central nuclear. La Orkresta Nacional (antes Elektrotuna) amenizaba incombustiblemente a los manifestantes con su repertorio de versiones. Sobre los asistentes destacaban las banderas antinucleares, junto a otras banderas de colectivos políticos y sindicatos que apoyaban la movilización.
Durante todo el recorrido, dos zancudas -caracterizadas como Ibertrola y Endesa- manejaban a su antojo una marioneta un Zapatero, que ilustraba el sometimiento del PSOE a las exigencias de las grandes empresas eléctricas. Después de tanto baile y desenfreno inducido por la Orkresta Nacional, la marioneta de ZP se quedó coja, ante los gritos de júbilo de algunos manifestantes.
Al finalizar la marcha frente a las puertas de la central nuclear, la concejala en el equipo de gobierno del ayuntamiento de Frías Valentina Mijangos- habló en público para criticar la manipulación informativa sobre la influencia de la central nuclear en la zona, y para exigir planes de emergencia y estudios epidemiológicos (ver texto abajo). Seguido un portavoz de la Coordinadora contra Garoña leyó un comunicado en el que destacaba que el pequeño aporte energético que produce Garoña, no justifica el gran riesgo que supone el tenerla activa, por lo que exigió su cierre inmediato.
Una vez concluida la movilización, y después de los últimos bolos de la Orkresta Nacional, el grueso de los manifestantes se dirigieron a la poza de Barcina del Barco para la habitual comida campestre, donde se dieron un refrescante chapuzón contra el neutrón. En otras ocasiones la comida popular ha sido en Frías, pero la asistencia de muchas ciclistas justificó quedarse a comer más cerca.
Durante tres décadas nos hemos movilizado para exigir el cierre inmediato de la central nuclear de Garoña, y seguiremos haciéndolo hasta conseguir cerrarla. Cada año tenemos más razones para ello. El año que viene contamos también contigo.
Coordinadora contra Garoña / Garoñaren aurkako koordinakundea
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