29 sept 2009

La escuela anarco-terrorista de Burgos

gigantillos

Las recientes primeras páginas de la prensa local alertando a la población burgalesa del peligro que se esconde en su ciudad ponen de manifiesto lo profundamente interiorizado que se haya el mensaje represivo en algunos media. ¡Cuidado señora preligrosos anarquistas andan sueltos!

Una de las constantes que marcó la realidad periodística durante la totalidad del régimen franquista se basaba en la búsqueda de enemigos, más o menos reales,.sobre los que dirigir la atención. El anterior régimen necesitaba de enemigos ya fuesen reales o ficticios sobre los que desplegar su abundante aparato de propaganda. Así la consabida conspiración judeo-masónica se combinaba con otros argumentos más pintorescos como el de la llamada “Escuela Terrorista de Toulouse”.

Los plumillas del régimen rellenaron hojas enteras alertando a la población de los terribles tejemanejes que desde esa misteriosa escuela de terrorismo tramaba su directora: Federica Montseny. No importa que la Federica estuviese ideológicamente alejada años luz de las actividades del maquis, o que incluso las torpedeara, era necesario dibujar un enemigo y la oronda figura de la ex-Ministra de Sanidad por el Gobierno de la República durante la Guerra Civil Española se prestaba a ello.

periodista

Cambian los regímenes, o al menos tratan de maquillarse, pero como una fatalidad Histórica determinadas prácticas periodísticas continúan, como, en definitiva, la esencia autoritaria de todo poder político.
Ayer, y probablemente también mañana, una de las principales funciones sociales de los media es la de actuar como caja de resonancia del mensaje represivo. La reciente portada de Diario de Burgos así nos lo pone de manifiesto dando como verdad inamovible algunos de párrafos de la memoria anual de la Fiscalía General del Estado. Un informe, valga la pena añadir, completamente descontextualizado y en el que se mezclan churras con merinas, “colectivos antisistema” con “anarcoinsurrecionalistas”, “Okupas” y otra serie de ingredientes de un guiso de alto voltaje, aderezado muy al gusto de Patricia Corral, reportera habitual cuando se trata de escribir sobre represión a los movimientos contestatarios.

¿Dónde se esconde la Escuela Anarco-Terrorista de Burgos?
¿Quién sabe en qué cloaca subversiva los terribles anarquistas burgaleses están socavando los pilares del orden constitucional?

Ante la grave situación de crisis es más fácil hacer que el ciudadano de a pie este preocupado por la “violencia anarquista” que por la crisis económica. No vaya a ser además que le de por pensar quiénes son los responsables de la crisis. Además,¿no son los anarquistas lso que hablan de autogestión? no vaya a ser que se contagie de tan delictivo pensamiento.

Desconocemos si la pluma habitual de la represión en Burgos recibe la inspiración desde algún despacho de la Policía del Pensamiento o si en su batalla personal para extirpar el cáncer anarquista de la “Capital de la Cruzada” tiene línea directa con el Ministerio del Interior.

Ignoramos también la envergadura de la lista de “sospechosos habituales” que maneja la Fiscalía General del Estado, si les basta con los libertarios de este siglo, si incluye también a los fusilados en julio de 1936, o incluso a algún Homo Antecessor ideológicamente díscolo de los encontrados en Atapuerca.

Quien sabe si como medida preventiva en el nuevo programa educativo se incluirán charlas en clase de ética donde agentes de policía mostrarán la A dentro de un círculo como ejemplo máximo de depravación.

También es un misterio cuánto tiempo se tardará en solicitar la ilegalización de todo aquel que sienta simpatía por tan pecaminosa ideología. Como nos vemos venir nuestra inminente clausura a partir de ahora DV se editará desde el acogedor pueblecito de Burgos, pero el de Cerdeña, o sino San Petesburgos cuna de infatigables conspiradores anarquistas.

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