[Este jueves, al mediodía, un grupo de aproximadamente 100 personas encapuchadas practicó una expropiación de alimentos en el supermercado Super U, en Vigneux-de-Bretagne, una pequeña ciudad francesa, en la semana de mobilización contra la construcción de un nuevo aeropuerto en la región. En la huída los activistas dispararon señalizadores a los seguratas del establecimiento.
Policías fueron avisados y realizaron una busqueda con helicópteros y equipos con perros en el bosque cerca del supermercado. Nadie fue capturado. La policía sospecha que la acción ha sido realizada por el “movimiento anarco-autónomo”. A continuación un comunicado colgado en *Indymedia* Nantes.]
*Campamento Climático: autorreducción del Super U de Vigneux*
Hoy, a las 12, un centenar de personas encapuchadas autorrequisaron alimentos en un Super U (supermercado) de Vigneux para el *Camp Climat* [Campamento Acción Climática en Notre Dame de Landes, del 3 al 9 de agosto de 2.009].
*¡Festejémoslo juntos!*
Los mejores preparativos a veces se transforman en verdaderas catástrofes.
De eso es testigo la historia del gerente de este supermercado en la pequeña ciudad de Vigneux-de-Bretagne. Él había decidido aplicar los nuveos modelos de supermercados en su establecimiento en relación al proyecto para un aeropuerto de dimensión nacional en la región. La tiranía fue la actitud que le pareció más adecuada para concluir su proyecto.
Con lo que él no contaba era con el boicot generalizado de los habitantes de la ciudad (planeada por el municipio por causa de una triste historia de [construcción] carreteras) aumentado por la súbita invasión de una horda de hambrientos, determinada a vaciar las estanterías de su establecimiento. Una horda de insatisfechos guardándose para sí los despojos de su acción y que os invita a compartir con élla un alimento con sabor a libertad y a costa del tirano, este jueves y los días siguientes.
Hoy, jueves, 6 de agosto de 2.009, fueron varias decenas de personas de diversas sensibilidades las que se encontraron en aquel Super U de la pequeña ciudad, reunidas durante una semana, para afirmar, con palabras y actos y su oposición al proyecto de un aeropuerto en Notre-Dame-Des-Landes, para una acción significativa en su combate contra el nuevo orden ecológico.
Perfectamente conscientes de que atacaríamos con una violencia sin precedentes la paz y la tranquilidad de este pacífico supermercado de provincia, de ir brutalmente a destruir la moral de los empleados listos para defender con sus cuerpos y almas su local de trabajo, de poder llevar al colapso un espacio de intercambio, convivencia y reunión, nosotros nos introducimos en esta tienda para causar el mayor trastorno posible e imaginable.
Preocupados, sin embargo, con la coherencia con el espíritu del *Climate Action* y con una lucha eficaz contra el proyecto del aeropuerto, salimos de la tienda con decenas de sacos llenos de alimentos y bebidas de primera necesidad, destinados al abastecimiento del comedor del campamento. También entramos en este supermercado para afirmar nuestra autonomía con originalidad y alegría, y que no contempla ningún intermediario.
Y un ritual fue transgredido. Entrar. Escoger, en función de relación calidad-precio, prisioneros de mil y una cosas hechas de forma obscena. Por fin, esperar en la fila y pagar la cuenta como parásitos, con la sensación de venderse a sí mismo, por la pérdida de tiempo y por la dificultad para ganar aquel dinero. Todo esto en un ambiente vacio de toda humanidad, animado por un sutil juego de cámaras, vigilantes y puertas sonoras.
Comprenderás que sólo este acto de terror no es suficiente para querer acabar con este modelo económico.
Organizarse para la subsistencia parece impensable sin el ataque del dispositivo supermercado. ¡¡¡Qué se inspira en una experienca comunista!!!
Haber sido requeridos temporalmente para derribar uno de los templos de la mercancía nos abrió más el apetito que cuando estábamos sujetos al monedero.
Autorreducción fue un cambio agradable. Y el compartir los despojos prolongó las lisonjas hechas a las convenciones, códigos y obligaciones del mercado mundial. Pero con la certeza de que otras acciones son posibles: huertas comunitarias, el vuelo para el escenario y otras prácticas de bandidos con mucha experiencia.
Evidentemente, no es allí donde se encuentra la raíz del problema. Porque, si las críticas existen, eso no se debe a que dicha acción haya ocurrido, sino porque constituye una subversión.
Esta autorreducción hará que esta semana de protesta quede ligada al aumento de la confrontación contra las instituciones que las luchas en Francia conocieron tras los motines que se sucedieron después de la elección de Sarko [Nicolás Sarkozy, presidente francés].
Que un nuevo aeropuerto se construya o que un Super U de provincia se modernice. Esto se traduce siempre en el mismo colapso de los territorios donde los mismos se realizan.
De este modo, no pretendemos encaminarnos por una vía que respete ciegamente las reglas del juego democrático-judicial, como desean algunos, en las luchas ecológicas y también contra la NDDL.
La actitud que combina una mayor ofensiva y la posibilidad de un mayor intercambio, cuenta, necesita muchas veces entrar en conexión con otro estado de conciencia.
CON alguno de los fines estratégicos de los que se aprovecharon en un picnic familiar para sabotear los cargamentos de tierra para la construcción de la carretera NDDL.
CON el sarcasmo de los trabajadores que amenazan con hacer explotar la fábrica, secuestrando a sus capataces para obtener el mayor premio posible.
CON las lecciones de Estrasburgo en la primavera pasada.
O, retrocediendo algunos años atrás, CON el espíritu de Plogoff, de Carnet o de Pellerin que impidió que centrales [nucleares] se construyesen en la Bretaña (oeste de Francia).
SI estas luchas fueron victoriosas no se debe a medidas administrativas o a grandes discursos, sino por haber sido dirigidas mediante ataques a la EDF, con una solidaridad a prueba de todo, a un equilibrio perfecto entre inventiva y ofensiva, a un conocimiento profundo del terreno y al rechazo de la sumisión a la policía.
Nos sentimos bien por haberlas vivido, pues hay más sentido y eficacia en las acciones que constituyen nuestras revueltas que el que encontramos en aquellas que son reconocidas por nuestros enemigos.
Es el espíritu de Plogoff lo que tenemos que redescubrir y reinventar.
¡Una horda de hambrientos!
Nantes, jueves, 6 de agosto 2.009.
*agência de notícias anarquistas-ana** *
Angelus. Dedos da brisa
nas teclas das folhas
adormecem os pássaros.
Yeda Prates Bernis
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