Praga * Rep Checa
Los gitanos checos criticaron la impunidad de los grupos fascistas-racistas y exigieron al Gobierno de Praga que ilegalice al extremista Partido Obrero, responsable de ataques y de un agresivo discurso contra esta minoría.
La asociación "Dzeno", principal representante social de los gitanos en la República Checa, hizo entrega al Ejecutivo de una carta con 3.000 firmas en la que exigió la disolución del Partido Obrero (DS) y transmitió su descontento por el fracaso de la política de minorías.
Hasta ahora han fracasado todos los intentos para ilegalizar a la organización xenófoba, con vinculaciones nazis, y que ha convocado en el pasado numerosas marchas intimidatorias contra l@s gitan@s, como la que el pasado noviembre degeneró en una batalla campal en la que 16 personas resultaron heridas.
Ni el Consejo para la Problemática Romaní ni el Consejo para las Minorías Nacionales "tienen condiciones para hacer su trabajo" y apoyar a esta comunidad, cuya cifra oficial asciende a 11.700 personas.
Desde que en 1997 fueran creados ambos consejos, dependientes de la Oficina del Gobierno, "su estatus se ha cambiado en cuatro ocasiones, tienen poca gente y carecen incluso de un pequeño presupuesto para comunicar con el sector sin ánimo de lucro".
El aumento de la presión contra los gitanos checos ha disparado el número de peticiones de asilo en el extranjero. Sólo en el primer trimestre de este año fueron 653 los ciudadanos checos, en su mayoría de la etnia gitana, que solicitaron asilo en Canadá.
El pasado mes de mayo, el ultraderechista Partido Nacional hizo público un anuncio en el que exigía "la solución final para la cuestión gitana", es decir, el eufemismo con el que la Alemania nazi definió el exterminio de los judíos durante la II Guerra Mundial.
Los gitanos checos criticaron la impunidad de los grupos fascistas-racistas y exigieron al Gobierno de Praga que ilegalice al extremista Partido Obrero, responsable de ataques y de un agresivo discurso contra esta minoría.
La asociación "Dzeno", principal representante social de los gitanos en la República Checa, hizo entrega al Ejecutivo de una carta con 3.000 firmas en la que exigió la disolución del Partido Obrero (DS) y transmitió su descontento por el fracaso de la política de minorías.
Hasta ahora han fracasado todos los intentos para ilegalizar a la organización xenófoba, con vinculaciones nazis, y que ha convocado en el pasado numerosas marchas intimidatorias contra l@s gitan@s, como la que el pasado noviembre degeneró en una batalla campal en la que 16 personas resultaron heridas.
Ni el Consejo para la Problemática Romaní ni el Consejo para las Minorías Nacionales "tienen condiciones para hacer su trabajo" y apoyar a esta comunidad, cuya cifra oficial asciende a 11.700 personas.
Desde que en 1997 fueran creados ambos consejos, dependientes de la Oficina del Gobierno, "su estatus se ha cambiado en cuatro ocasiones, tienen poca gente y carecen incluso de un pequeño presupuesto para comunicar con el sector sin ánimo de lucro".
El aumento de la presión contra los gitanos checos ha disparado el número de peticiones de asilo en el extranjero. Sólo en el primer trimestre de este año fueron 653 los ciudadanos checos, en su mayoría de la etnia gitana, que solicitaron asilo en Canadá.
El pasado mes de mayo, el ultraderechista Partido Nacional hizo público un anuncio en el que exigía "la solución final para la cuestión gitana", es decir, el eufemismo con el que la Alemania nazi definió el exterminio de los judíos durante la II Guerra Mundial.
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