Algorta * E.H
A Abderrahim varios desconocidos le propinaron una brutal paliza. Fueron cinco. Se bajaron de una furgoneta negra y me pegaron con bates de béisbol. Perdí enseguida el conocimiento.
El joven magrebí, que ha perdido dos dientes y se encuentra aún convaleciente, interpuso ayer una denuncia ante las F.S.E de la C.A.V por una agresión con tintes «racista».
Abderrahim regresaba a casa junto a un amigo, después de una noche de fiesta en Getxo. A la altura de la estación del metro de Algorta (a las 04.00 horas), los amigos se topó con tres individuos. «Nos llamaron 'moros de mierda' y nos gritaron que nos fueramos a nuestro país». Lejos de arredrarse, el joven se paró, volvió sobre sus pasos e inició una discusión.
Pasados diez minutos, hizo su aparición en el escenario de la disputa una furgoneta negra, de la que ni el joven magrebí ni su amigo pudieron aportar más datos a las F.S.E.
Según consta en la denuncia, de su interior salieron cinco individuos armados con bates de béisbol.
A Abderrahim le empezaron a llover los golpes sin mediar palabra.El joven de Tánger no tiene más detalles del incidente, porque perdió el conocimiento «al primer impacto».
Al volver en sí sangraba abundantemente del labio; había perdido dos dientes y tenía diversos golpes en el resto del cuerpo. Una patrulla de la guardia urbana de Getxo le atendió.
Abderrahim les pidió que siguieran a los agresores, pero los agentes, según el denunciante, le respondieron que «nada podían hacer».
A Abderrahim varios desconocidos le propinaron una brutal paliza. Fueron cinco. Se bajaron de una furgoneta negra y me pegaron con bates de béisbol. Perdí enseguida el conocimiento.
El joven magrebí, que ha perdido dos dientes y se encuentra aún convaleciente, interpuso ayer una denuncia ante las F.S.E de la C.A.V por una agresión con tintes «racista».
Abderrahim regresaba a casa junto a un amigo, después de una noche de fiesta en Getxo. A la altura de la estación del metro de Algorta (a las 04.00 horas), los amigos se topó con tres individuos. «Nos llamaron 'moros de mierda' y nos gritaron que nos fueramos a nuestro país». Lejos de arredrarse, el joven se paró, volvió sobre sus pasos e inició una discusión.
Pasados diez minutos, hizo su aparición en el escenario de la disputa una furgoneta negra, de la que ni el joven magrebí ni su amigo pudieron aportar más datos a las F.S.E.
Según consta en la denuncia, de su interior salieron cinco individuos armados con bates de béisbol.
A Abderrahim le empezaron a llover los golpes sin mediar palabra.El joven de Tánger no tiene más detalles del incidente, porque perdió el conocimiento «al primer impacto».
Al volver en sí sangraba abundantemente del labio; había perdido dos dientes y tenía diversos golpes en el resto del cuerpo. Una patrulla de la guardia urbana de Getxo le atendió.
Abderrahim les pidió que siguieran a los agresores, pero los agentes, según el denunciante, le respondieron que «nada podían hacer».
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