El C.S.O. Casa das Atochas ya no es más que el cadáver del altivo edificio que un día fué. El techo y las ventanas desaparecieron, e los trabajadores de la inmobiliaria proceden a tapiar las puertas del inmueble bajo la atenta mirada de abundantes mercenarios de los cuerpos represivos.
Se acabaron las charlas, los conciertos, los comedores veganos, los talleres y los pases de video. Ya non habrá más conversaciones, debates, risas y discusiones sobre lo divino y sobre lo humano. Acabaron las interminables asambleas con las que unh@ sentía, aún que en un fragmento muy pequeño, romper el camino marcado y tomar las riendas de su propia vida; aún que a veces aburrían las cabras.
A las 7:45 de la mañána, los arietes de los Grupos Operativos Especiales de Seguridad arremetieron contra las puertas de las Atochas , derrivando a golpes de mazo las inquietudes e ilusiones de toda un montón de rebeldes coruñeses. L@s dos activistas que allí dormían despertaron de sus plácidos sueños, tanto en lo literal como en lo figurado, para poner en práctica el plan acordado. Encaramados al tejado desplegaron las pancartas, abrieron bengalas e hicieron sonar sirenas y bocinas para avisar al vecindario de lo que estaba sucediendo.
Apenas tardaron 20 minutos en desalojar, los G.O.E.S., vestidos de tal guisa que harían palidecer de envidia al mismísimo Robocop (metralletas incluídas), superar los atrancos y barricadas dispuestos por la casa; tiempo suficiente para que l@s primer@s solidari@s llegasen a las inmediaciones del edificio y arropasen con sus gritos a l@s resistentes.
La policía se portó correctamente con los detenid@s y, tras la identificación pertinente, los soltaron, dejándoles primero coger sus cosas. Curioso fué el hecho de que, aún después de esto, llamaron a uno de ellos para que recogiera el escaso dinero que había en caja.
Unas treinta personas mantuvieron el tipo frente a los antidisturios (ya no de los G.O.E.S, estos eran de los normales… por decir algo) en las inmediaciones del inmueble, hubo que aguantar a maderos y periodistas, juntos en su habitual contubernio, disputándose los ultimos pedazos de la okupa, ahora hecha carroña mediática, urbanística y financiera.
Después de un rato la gente se retiró sin más percance. Los madeios allí siguen.
Ahora nos toca contestar, después vendrá el largo camino de empezar de nuevo, con la felicidad de el recuerdo y la experiencia en el macuto, la rabia en los ojos y en las manos la determinación.
Hoy martes 12 de Abril: concentración a las 20:00h en el Obelisco.
El próximo sábado 16, gran MANIFESTACIÓN a las 18:00h en el Campo da Leña.
Estoes solo el o comienzo…
Se acabaron las charlas, los conciertos, los comedores veganos, los talleres y los pases de video. Ya non habrá más conversaciones, debates, risas y discusiones sobre lo divino y sobre lo humano. Acabaron las interminables asambleas con las que unh@ sentía, aún que en un fragmento muy pequeño, romper el camino marcado y tomar las riendas de su propia vida; aún que a veces aburrían las cabras.
A las 7:45 de la mañána, los arietes de los Grupos Operativos Especiales de Seguridad arremetieron contra las puertas de las Atochas , derrivando a golpes de mazo las inquietudes e ilusiones de toda un montón de rebeldes coruñeses. L@s dos activistas que allí dormían despertaron de sus plácidos sueños, tanto en lo literal como en lo figurado, para poner en práctica el plan acordado. Encaramados al tejado desplegaron las pancartas, abrieron bengalas e hicieron sonar sirenas y bocinas para avisar al vecindario de lo que estaba sucediendo.
Apenas tardaron 20 minutos en desalojar, los G.O.E.S., vestidos de tal guisa que harían palidecer de envidia al mismísimo Robocop (metralletas incluídas), superar los atrancos y barricadas dispuestos por la casa; tiempo suficiente para que l@s primer@s solidari@s llegasen a las inmediaciones del edificio y arropasen con sus gritos a l@s resistentes.
La policía se portó correctamente con los detenid@s y, tras la identificación pertinente, los soltaron, dejándoles primero coger sus cosas. Curioso fué el hecho de que, aún después de esto, llamaron a uno de ellos para que recogiera el escaso dinero que había en caja.
Unas treinta personas mantuvieron el tipo frente a los antidisturios (ya no de los G.O.E.S, estos eran de los normales… por decir algo) en las inmediaciones del inmueble, hubo que aguantar a maderos y periodistas, juntos en su habitual contubernio, disputándose los ultimos pedazos de la okupa, ahora hecha carroña mediática, urbanística y financiera.
Después de un rato la gente se retiró sin más percance. Los madeios allí siguen.
Ahora nos toca contestar, después vendrá el largo camino de empezar de nuevo, con la felicidad de el recuerdo y la experiencia en el macuto, la rabia en los ojos y en las manos la determinación.
Hoy martes 12 de Abril: concentración a las 20:00h en el Obelisco.
El próximo sábado 16, gran MANIFESTACIÓN a las 18:00h en el Campo da Leña.
Estoes solo el o comienzo…
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