Berlín protesta día y noche por el desalojo de Liebig 14, una de sus casas más antiguas y clave de la escena aútonoma berlinesa.
Grupo Autónomo Kreuzberg
Hoy 2 de Febrero ha sido desajolada Liebig 14, una de las míticas casas autogestionadas de Berlín. Ocupada en 1990 en la Liebistraße de Friedrichschain (antigua zona soviética) por largo tiempo abandonada y ahora codiciada por el mercado inmobiliario, Liebig 14 es uno de los “Hausprojekte” claves de la escena autónoma berlinesa como vivienda colectiva y espacio sociopolítico del barrio. Desde hace más de un año se ha estado preparando este desalojo y no ha sido en vano. Hace semanas que comenzaron las acciones de apoyo, expontáneas y organizadas desde todos los rincones de Berlín y otras ciudades del Estado Alemán; hace noches que no se ha dado respiro a la policía: cortes de tráfico a base de música y bicis, bloqueos, barricadas u hogueras; manifestaciones y acciones de autodefensa para hacer saber que el trago va a ser amargo para ambos lados.
La tarde del 29 de Enero una multitudinaria manifestación recorría las calles de la ciudad desde Kottbuser Tor en Kreuzber 36, uno de los barrios tradiconales de la izquierda, hasta Friedrichschain. Después de que miles de personas colapsaran durante tres horas el recorrido sobre el Öbenbaumbrücke empezaron las provocaciones de la policía cortando el paso a la los miles que esperaban en el puente. Al término del recorrido, tanto la Rigaerstraße como Liebigstraße se encontraban llenas de simpatizantes que fueron acosados por la policía hasta las 5 de la mañana, momento en que se empezaron a dispersar.
Tras la ola de okupaciones de los 90, Berlín se ha convertido en uno de las ciudades de Europa con leyes antiokupación más fulminantes, sin juicio previo y con presencia policial aplastante. Con una dificultad siempre creciente para liberar espacios, cada desalojo se convierte en una pérdida casi imposible de recuperar. En este contexto la resistencia al desalojo de la Liebig ha sido lo que se esperaba: decenas de acciones descentralizadas mantenían a la policía ocupada en distintos puntos de la ciudad, pero aún así a las 3: 30 de la mañana del día 2 ya se encontraban los cuerpos especiales de la Bundespolizei cortando las entradas de Rigaer y Liebig, principalmente en sus salidas a Peterburgerstraße y Frankfurter Alle.
Aún así, cientos de personas se han acercado desde la noche a resistir en un desalojo que ha durado hasta la 1 de la tarde, ha obstruido las arterias de Berlín, cortando tráfico, tranvías y metro y necesitado de miles de policías sólo para controlar este barrio. La policía calcula que este desalojo va a costar más de un millón de euros y está teniendo más repercusión que un primero de Mayo.
En numerosos edificios de la ciudad ondean pancartas de solidaridad por la Liebig 14, la ciudad no es ajena a la gentrificación que la devora. Durante el desalojo y después del desalojo han continuado las manifestaciones recorriendo Berlín de Neukölln a Prenzlauerberg y las detenciones llegan ya a más de 40. A las 7 de la tarde se convoca otra manifestación en Friedrichschain que se desmiembra al llegar a Warschauerstraße debido a las cargas policiales. Al mismo tiempo Kreuzberg lleva adelante sus propias acciones en Ostbahnhof contra el Estadio O2, uno de los símbolos del Media Spree, el proyecto urbanístico de remodernización de la ribera del Spree.
Escribimos en presente, porque la Liebig vive. Ahora que sus puertas han sido cerradas, la gente se reúne, se organiza y espera. La ciudad es grande y la noche es larga.
¡Un desalojo, otra okupación! Las casas son de aquellos que las habitan.
Die Häuser denen die drin Wohnnen! Wir Bleiben Alle!
http://www.wix.com/liebig14/home
http://de.indymedia.org/2011/02/299288.shtml
http://liebig14.blogsport.de/
Grupo Autónomo Kreuzberg
Hoy 2 de Febrero ha sido desajolada Liebig 14, una de las míticas casas autogestionadas de Berlín. Ocupada en 1990 en la Liebistraße de Friedrichschain (antigua zona soviética) por largo tiempo abandonada y ahora codiciada por el mercado inmobiliario, Liebig 14 es uno de los “Hausprojekte” claves de la escena autónoma berlinesa como vivienda colectiva y espacio sociopolítico del barrio. Desde hace más de un año se ha estado preparando este desalojo y no ha sido en vano. Hace semanas que comenzaron las acciones de apoyo, expontáneas y organizadas desde todos los rincones de Berlín y otras ciudades del Estado Alemán; hace noches que no se ha dado respiro a la policía: cortes de tráfico a base de música y bicis, bloqueos, barricadas u hogueras; manifestaciones y acciones de autodefensa para hacer saber que el trago va a ser amargo para ambos lados.
La tarde del 29 de Enero una multitudinaria manifestación recorría las calles de la ciudad desde Kottbuser Tor en Kreuzber 36, uno de los barrios tradiconales de la izquierda, hasta Friedrichschain. Después de que miles de personas colapsaran durante tres horas el recorrido sobre el Öbenbaumbrücke empezaron las provocaciones de la policía cortando el paso a la los miles que esperaban en el puente. Al término del recorrido, tanto la Rigaerstraße como Liebigstraße se encontraban llenas de simpatizantes que fueron acosados por la policía hasta las 5 de la mañana, momento en que se empezaron a dispersar.
Tras la ola de okupaciones de los 90, Berlín se ha convertido en uno de las ciudades de Europa con leyes antiokupación más fulminantes, sin juicio previo y con presencia policial aplastante. Con una dificultad siempre creciente para liberar espacios, cada desalojo se convierte en una pérdida casi imposible de recuperar. En este contexto la resistencia al desalojo de la Liebig ha sido lo que se esperaba: decenas de acciones descentralizadas mantenían a la policía ocupada en distintos puntos de la ciudad, pero aún así a las 3: 30 de la mañana del día 2 ya se encontraban los cuerpos especiales de la Bundespolizei cortando las entradas de Rigaer y Liebig, principalmente en sus salidas a Peterburgerstraße y Frankfurter Alle.
Aún así, cientos de personas se han acercado desde la noche a resistir en un desalojo que ha durado hasta la 1 de la tarde, ha obstruido las arterias de Berlín, cortando tráfico, tranvías y metro y necesitado de miles de policías sólo para controlar este barrio. La policía calcula que este desalojo va a costar más de un millón de euros y está teniendo más repercusión que un primero de Mayo.
En numerosos edificios de la ciudad ondean pancartas de solidaridad por la Liebig 14, la ciudad no es ajena a la gentrificación que la devora. Durante el desalojo y después del desalojo han continuado las manifestaciones recorriendo Berlín de Neukölln a Prenzlauerberg y las detenciones llegan ya a más de 40. A las 7 de la tarde se convoca otra manifestación en Friedrichschain que se desmiembra al llegar a Warschauerstraße debido a las cargas policiales. Al mismo tiempo Kreuzberg lleva adelante sus propias acciones en Ostbahnhof contra el Estadio O2, uno de los símbolos del Media Spree, el proyecto urbanístico de remodernización de la ribera del Spree.
Escribimos en presente, porque la Liebig vive. Ahora que sus puertas han sido cerradas, la gente se reúne, se organiza y espera. La ciudad es grande y la noche es larga.
¡Un desalojo, otra okupación! Las casas son de aquellos que las habitan.
Die Häuser denen die drin Wohnnen! Wir Bleiben Alle!
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