Comunicado en el interior.
CNT Valencia convoca una concentración en solidaridad con los trabajadores de Grecia.
Frente a los hechos ocurridos en Grecia en la última huelga general no cabe otra cosa que nuestro desplome, pues como somos conocedores/as se ha cobrado la vida de tres trabajadores, mermándonos ante una demostración clara de la fuerza de una clase trabajadora unida y dispuesta a defender sus derechos; y esto vaya que si lo consiguieron, llegándose a reunir más de 100.000 personas frente al protegido parlamento. Continúan las huelgas generales y la lucha diaria en las calles.
Grecia es un hervidero político y social. Los/as trabajadores/as se han movilizado masivamente y han propiciado una situación de conflicto contra el Estado griego y sus fuerzas represivas.
La razón por la cual miles y miles de trabajadores/as han organizado huelgas multitudinarias, han arremetido contra el poder económico y político y a sus medios de represión de forma violenta, es la más justa y básica de las reivindicaciones humanas: el rechazo al avance del deterioro de sus condiciones laborales. Porque bien es cierto que la mercantilización del trabajo ya supone un gran deterioro en el sistema en el cual vivimos.
Dicho avance en el deterioro de las condiciones laborales responde, una vez más, a las demandas del FMI (Fondo Monetario Internacional) y el BCE (Banco Central Europeo). Estos dos actores económicos han decidido imponer al gobierno griego unas ciertas pautas económicas para garantizar la devolución del crédito, que ha sido prestado para paliar el déficit de Grecia.
¿Por qué era tan importante para la economía europea que Grecia menguara la deuda pública?
Todo empezó con la falsificación de los datos económicos con respecto a la deuda pública y al déficit fiscal (cantidad de dinero que debe un Estado) que Grecia declaró ante la Unión Europea para poder cumplir con los requisitos necesarios para su entrada en la zona €uro. El parlamento europeo ya sospechaba la esencia de los datos, aunque no esperaban que la deuda fuera tan aguda, ni que caería en un abismo por la crisis económica de 2008. Dicha crisis golpeó duramente a la economía griega, provocó el debilitamiento de las principales fuentes de financiación del país, necesarias para la sostenibilidad económica del mismo.
La economía griega se vio entonces en la disyuntiva de tener que elegir entre la caída definitiva en el default (cesación de pagos) o el salvataje de su cadena de pagos por medio de créditos internacionales avalados por los organismos de préstamo internacionales. Estos empréstitos, exigieron de la economía griega ciertos ''sacrificios'', la aplicación de medidas restrictivas en lo que respecta al gasto público y un ajuste fiscal, justo cuando el gobierno socialista griego había prometido lo contrario, es decir, un aumento en los salarios de los trabajadores y una mejora en sus condiciones laborales.
Debido a la devaluación que ha sufrido el euro respecto al dólar estos últimos meses, la UE teme una profundización de ese proceso causada por la situación actual de crisis económica en el país griego y el efecto contagio a los demás países europeos. Por ello, La UE ha llegado a presionar al gobierno griego a aceptar las siguientes medidas, o bien enfrentarse a la expulsión inmediata de la zona euro:
-Reducción de los salarios públicos entre el 5% y el 20%
-Reducción de las plantillas mediante la sustitución de 2 por cada 10 trabajadores/as
-Incremento de la edad media de jubilación de 60 a 63, en hombres; y de 60 a 65 en mujeres.
-Fortísima reducción de los subsidios sociales y recortes brutales de las partidas para los hospitales públicos.
-Aumento de los impuestos (vivienda, gasolinas, tabaco, alcohol, incremento general del impuesto sobre la renta y subida del IVA del 19 al 20%)
Ante estas exigencias, sólo queda la resignación de los/as trabajadores/as griegos/as, dado que son los/as que saldrán más afectados/as de la crisis económica provocada por las élites capitalistas. Dado que se adoptan medidas de austeridad laboral mientras se facilita la privatización del poco sector griego que queda aún público, una amnistía fiscal y una reducción en los impuestos para los empresarios.
Esto es una práctica habitual en el sistema capitalista que impera ahora mismo en el Planeta: la privatización de los beneficios económicos y la socialización de las pérdidas económicas.
Con el trágico suceso de la muerte de los tres trabajadores de un banco se abren dos posibilidades. La primera que un@ de l@s manifestantes lanzara un cóctel dentro del banco Marfin, causando la muerte de estos tres trabajadores, que a no ser por la amenaza de sus jefes posiblemente hubieran estado en la calle defendiendo sus derechos.
Ante esto lo primero que se ha hecho es criminalizar a l@s anarquistas, y esconder (por parte de los medios de comunicación oficiales) los sucesos en los que se produjo esta situación, provocados por la empresa, cuyo dueño V. Genopoulos, siendo una de las personas más ricas de Grecia, no poseía en su banco las medidas de seguridad y de prevención contra incendios requeridas. Además la puerta de emergencia se encontraba cerrada con candado y l@s que sobrevivieron huyeron por la azotea o saltando desde el primer piso, en es te caso por un error en cuanto a saber cuando y como utilizar estos artefactos caseros.
¿Nos hubiéramos enterado de la muerte de estos trabajadores si el incendio hubiera ocurrido en días laborables? Y más aún ¿de la falta de medidas de prevención y seguridad en el banco? Pues ya sabemos que la muerte de l@s obrerr@s por la falta de medidas de seguridad en el trabajo, de forma directa o indirecta, es en muchos casos silenciada. Siguiendo muchas empresas sin tomar las medidas necesarias para evitar estos sucesos.
Otra opción es que sea un “atentado de falsa bandera”, en cuyo caso sería premeditado con la intención de criminalizar el movimiento obrero griego, y más en concreto como ya hemos mencionado a l@s anarquistas.
Resaltar también la demostración de poder de los Cuerpos Represivos del Estado, creando un estado de terror en barrios obreros de Grecia como en Exarchia, barrio donde vivia nuestro compañero asesinado Alex Grigoropoulos, de 15 años, muerto por un disparo de la policía. Allí las fuerzas represoras han roto escaparates, vehículos, ejecutado detenciones indiscriminadas y dando grandes palizas a cualquier ciudadano que andase por la calle, llegando a amenazar con violar a una mujer que se encontraba cerrada en su propia casa, para escapar de su brutalidad, aporrenado su puerta durante 5 largos minutos. Todo esto y más para aterrar un movimiento con fuerza y ganas de cambiar la situación a la que se han visto abocados, en una clara demostración de que esos “perros” solo sirven a sus amos y de ninguna manera están ahí para proteger al ciudadano.
Ante todo esto, sólo nos queda ¡animar al pueblo griego a seguir con la lucha contra la injusticia, el capital y el Estado que lo resguarda!
¡NUESTRA FUERZA ES LA SOLIDARIDAD!
CNT-Valencia
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