Cinco policías nacionales fueron detenidos el viernes en Valencia en una operación contra la delincuencia organizada tras varios meses de arduas investigaciones. Los cinco agentes están acusados de pertenecer a una mafia policial que presuntamente habría mantenido contactos con varios traficantes que distribuyen sustancias estupefacientes en la ciudad de Valencia, según informaron ayer fuentes jurídicas.
Además, los supuestos policías corruptos también habrían facilitado información a una banda de delincuentes especializados en el robo de empresas por el método del butrón, según se desprende de las investigaciones policiales. Los detenidos, uno de ellos adscrito a la Policía Autonómica, pasarán en las próximas horas a disposición del juez que instruye el caso.
Tras informarles de los motivos de su detención y leerles sus derechos, los agentes fueron incomunicados en diferentes calabozos de Valencia. Dos de ellos se acogieron a su derecho de no declarar al entender que no había pruebas incriminatorioas contra ellos. Después de obtener varias pruebas de la supuesta mafia policial, agentes de la Unidad de Asuntos Internos (UAI) de la Policía Nacional se hicieron cargo de las investigaciones que culminaron con los arrestos practicados el pasado viernes.
Antes de las detenciones, los sospechosos fueron sometidos a una estrecha vigilancia por parte de policías de paisano. Cuatro de los presuntos policías corruptos están destinados en la Comisaría de Tránsitos.
Entre las pruebas que se entregarán en las próximas horas al juez se encuentran varias grabaciones de las escuchas telefónicas realizadas a varios de los detenidos. El juez que instruye el caso ha decretado el secreto del sumario, por lo que la Jefatura Superior de Policía de Valencia y la Delegación del Gobierno en la Comunitat Valenciana no facilitaron ayer ninguna información al respecto.
La operación contra la supuesta mafia policial continúa abierta y en las próximas horas podrían practicarse nuevas detenciones. Uno de los detenidos es un oficial del Cuerpo Nacional de Policía.
En julio de 2008, la sección cuarta de la Audiencia Provincial de Valencia condenó al policía nacional M. G. T., destinado en Valencia, a 12 años de prisión por el robo de 20 kilos de cocaína de la Jefatura Superior de Policía de Valencia. Los hechos delictivos se registraron en julio de 2006. Su cómplice y ladrón confeso del estupefaciente, J. L. A. G., fue condenado ca 10 años de prisión. Este agente ya confesó plenamente los hechos ante el tribunal y aceptó el castigo que la justicia le impuso.
El otro acusado dijo ser "víctima de una venganza", juró y perjuró no saber nada del tema y aseguró que estaba pasando un infierno de trastornos psiquiátricos desde los hechos. Pero la Audiencia de Valencia no dio credibilidad a la versión ofrecida por el segundo de los procesados. No sólo eso, sino que lo consideró, "sin duda ninguna", como el inductor e ideólogo del robo de la cocaína.
Las provincias.
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