Los "explotadores" del trabajador boliviano que perdió un brazo declaran ante el juez.

Los hermanos Rovira, más conocidos como 'Los Veneno', dormirán esta noche en casa, gracias a la democratica justicia española.

Real de Gandia * Paisos Catalans
Los dos hermanos responsables de la panificadora de Real de Gandia (Valencia) donde un trabajador boliviano perdió un brazo el pasado 28 de mayo en un accidente laboral han acudido hoy a los Juzgados, para prestar declaración.Los elementos han llegado a las 09.20 horas al Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 6 de Gandia, donde declaran como imputados.
A su llegada a las dependencias judiciales, les ha abordado un nutrido grupo de periodistas al que han evitado entrando con celeridad al edificio.
El trabajador boliviano Franns Melgar Vargas, que sufrió la amputación de su brazo izquierdo el pasado 28 de mayo, estaba empleado en la empresa en situación ilegal, trabajaba doce horas al día y cobraba 700 € al mes.El jefe del trabajador tiró el brazo a un contenedor de basura después del accidente, lo que impidió la reimplantación, le dejó a 200 m del hospital y le pidió que no dijera nada sobre su situación laboral, versión que los explotadores rechazan.
El Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 6 de Gandia, tras recibir el atestado de las lesiones sufridas por el trabajador boliviano, ha incoado diligencias previas para investigar las circunstancias en las que tuvieron lugar los hechos.

Curriculum vitae de "los veneno"...
Raúl Rovira se llama el empresario sin escrúpulos. En Real de Gandía es conocido como El veneno, apodo que comparte con sus hermanos Javier y Rosa. Los tres lo heredaron, como la panificadora, de su padre Juan, el iniciador del establecimiento familiar. El negocio primitivo creció rápido aupado por el auge del turismo y el panadero fue incrementando los ingresos al tiempo que la plantilla. Asesorado por sus vástagos, Juan decidió exprimir la naranja al máximo. Optar por lo fácil. Mano de obra a la que pagaban 700 € en negro por largas jornadas nocturnas de hasta 11 horas. Por supuesto, sin contrato alguno más allá de un frío apretón de manos y el compromiso de estar puntual cada día a las 12 de la noche.
Ahora eran Javier y Raúl quienes controlaban el negocio. El padre pasaba por allí de vez en cuando a bordo de su Mercedes gris, más que nada por no perder la costumbre. En sus visitas a la fábrica que fundó habrá podido comprobar cómo los hijos continúan la exitosa política de contratación familiar: empleo de sin papeles malpagados, la exigencia de 20 días de trabajo de prueba sin remuneración con la excusa de poder calibrar su valía...Sus maneras personales y empresariales no sólo son conocidas de puertas adentro de su nave industrial. Los compañeros del polígono los califican como «unos ratas de cuidado».
Un vecino asegura conocer bien los métodos ahorrativos de la saga. Nada más abrir la panificadora, dice, los Rovira se engancharon a su generador. «Estuve pagando un porrón de electricidad hasta que descubrí la trampa».

'Panificadora Rovira' polígono Real de Gandia, C/Sant Antoni, nº 6 (Valencia) Tel: 96-287.54.91
Demuestrales tu desprecio!! Nativa o extranjera, la misma clase obrera!!

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http://sareantifaxista.blogspot.com/2009/06/un-empresario-abandona-en-la-calle-un.html