En los últimos días estamos asistiendo a una auténtica avalancha de noticias con motivo de las celebraciones por los 20 años de la caída del muro de Berlín, pero lo cierto es que, bajo el espectáculo de fuegos artificiales, sonrisas ultraliberales y machacona propaganda oficial, la cruda realidad esconde que los trabajadores alemanes siguen sufriendo la falta de libertades. Pueden haber ganado una relativa libertad de expresión y, sobre todo de consumo (si su salario se lo permite), pero lo cierto es que hay otras fundamentales, como la sindical, que se encuentran cercenadas; y precisamente en un país como Alemania que presume de democracia avanzada. El caso del cine Babylon-Mitte es paradigma de que para la clase obrera aún quedan muros que derribar.
Hace varios meses ya que en la capital alemana se viene desarrollando un conflicto sindical entre la empresa de cines Neue Babylon Berlin GmbH (Babylon-Mitte) y el anarcosindicato berlinés de la FAU (Unión de Trabajadorxs Libres – Freie ArbeiterInnen Union), cuyos alcances directos trascienden las razones que marcaron su origen. Y que, además, pone en disputa tanto la legalidad de la anarcosindical alemana para realizar sindicalismo, así como evidencia, una vez más, la trastienda en la que sindicatos amarillos, Estado y empresarios operan.
El conflicto entre la FAU y los cines Babylon-Mitte lleva desarrollándose desde la primavera del presente año, escalando desde una lucha sindical más o menos tradicional hasta el actual momento en que se han involucrado, y no precisamente en apoyo de los trabajadores, múltiples actores, a propósito de que dicho cine se presenta de cara a la sociedad como “social y de izquierdas”, según afirman los responsables de la dirección. Cabe recordar además que dicho cine no es una empresa privada, y que para su funcionamiento, si bien no depende directamente del Estado, sí recibe del senado de Berlín cerca de 300 mil euros al año para su funcionamiento.
Así, se han sumado, de forma separada, pero no necesariamente independiente, a esta historia en favor del cine “social y de izquerdas” Babylon-Mitte los siguientes actores:
El partido Die Linke (nombre pretencioso que significa La Izquierda, y que se supone socialista), quien ha soltado toda su artillería mediática en apoyo del Babylon-Mitte e incluso, para más inri, realizó su cierre de campaña en las últimas elecciones alemanas justamente en dicho cine.
El sindicato amarillo Ver.di (perteneciente a la multigremial DGB), quien sorpresivamente se presentó ante los trabajadores del cine a través de su vice-secretario en la región, Andreas Köhn, pocas horas antes de que Die Linke realizara el cierre de su campaña electoral. A partir de esta acción, Verdi.di, que hasta entonces había estado ausente en el conflicto, se presenta, por medio de Köhn, como el mediador oficial entre los trabajadores en conflicto y el cine. Valga agregar, además, que tras la reunión entre Ver.di y los trabajadores, durante el acto de Die Linke se reparten comunicados en los que dicho partido señala que es justamente su acción la que hizo que Ver.di se constituyera en parte del conflicto.
Y como corolario, se suma la intervención de la justicia berlinesa. Ésta resolvió, a petición de los responsables de Babylon-Mitte, prohibir el boicot que la anarcosindical alemana realizaba contra dicha empresa, y además, sorprendentemente, determinó que la FAU no puede negociar convenios ni dirigir luchas laborales. Siendo esto último, un fallo que sienta juridisprudencia en todo el Estado alemán y que eventualmente, de ser usado por los empresarios, puede dejar a la FAU fuera de cualquier conflicto que se le presente. Como dato anecdótico hay que señalar que una de las juezas que resolvió el caso pertenece a Ver.di. Además, está el hecho que pese a que el fallo íntegro no llegó a manos de la FAU sino una semana más tarde, el mismo día de dicho fallo el tribunal emitió una declaración de prensa señalando los aspectos fundamentales de la sentencia. Comunicado que antes de su publicación fue presentado a los trabajadores del cine, junto con la oferta de negociación, por parte de Köhn y el director del Babylon-Mitte.
Así, ante ella situación actual, la FAU debe por una parte jugar las cartas que le quedan ante el panorama sindical en el Babylon-Mitte, y por otra parte encontrar formas de salir del atolladero judicial en el que la metió la justicia berlinesa con su último fallo.
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