Este año, planteando Verdad, justicia y reparación para las víctimas del franquismo, el Valle Memorial antifascista y fuera la tumba del dictador, más de sesenta personas nos concentramos junto a la entrada del recinto.
Un año más recibimos el apoyo de gente que por allí pasaba y vimos las caras de estupor y rabia de los fascistas que llegaban al Valle. Mención especial merece un cura que hizo desde el coche el saludo fascista, lleno de rabia, y otro fascista más que nos gritó si no teníamos otro sitio donde hacer “esto”. Sí, tenemos otros sitios, pero nos gusta éste. Lo que a algunos les parecía imposible ha vuelto a ser posible y volverá a serlo el año que viene.
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