El próximo miércoles 25 de noviembre se llevará a cabo el juicio contra Jürgen y Paolo, los compañeros detenidos en Gante (Bélgica) el pasado mes de octubre y que actualmente se encuentran en prisión preventiva en la cárcel de Gante, acusados de diferentes incendios en la noche del 6 al 7 de octubre.
Se ha convocado una concentración delante de los tribunales en apoyo a los detenidos.
A continuación publicamos la última carta que ha escrito Paolo contándonos su situación.
Carta de Paolo desde la cárcel de Gante
Querida gente,
El 25/10/2009 a las 7h50, mientras paseaba a mi perro, fui rodeado en la calle por tres miembros de la Brigada de Información. Me pidieron que los acompañara a comisaría para un interrogatorio. A la vuelta de la esquina, una unidad de intervención especial esperaba dentro de una furgo blindada por si me resistía. Esos cabrones ni siquiera me dejaron despedirme de mi hija que en ese momento se iba al colegio.
El día anterior, el mismo servicio de policía realizó un registro en mi domicilio en mi ausencia. Confiscaron mi ordenador portátil y hicieron una serie de fotos de carteles políticos, etc.
En la comisaría me preguntaron si tenía una coartada para la noche del 6 al 7 de octubre y me preguntaron por varios números de teléfonos móviles y por un amigo. Después de haberle enseñado las fotos, un testigo me reconoció como una de las dos personas que prendieron fuego a un contenedor esa misma noche.*
Después del interrogatorio, me detuvieron judicialmente. A las 14h, pasaba delante del juez de instrucción que tomó la decisión de encarcelarme, acusado de incendio voluntario de noche contra bienes mobiliarios. Fui trasladado a la cárcel en donde permanecí en aislamiento hasta el jueves por la noche. Probablemente para evitar que tenga contactos con Jürgen, que dos semanas antes fue detenido y puesto en prisión preventiva, bajo la misma acusación, más la de incendio de noche contra bienes inmobiliarios. Lo más raro es que hace ya una semana que estamos en la misma celda. Al cabo de cinco días, me llevaron delante de la Cámara del Consejo**. El fiscal me dijo que también se me acusaba de otros hechos. El juez de instrucción vino ese mismo día con nuevos datos relacionados con un teléfono móvil. Mi abogado sin embargo dijo que eso no se podía hacer el día de la comparecencia delante del tribunal. Así que yo me enfadé. (No muy buena idea delante de la Cámara del Consejo, jaja). Eso, y el hecho de negarme a colaborar con la investigación son cosas que ellos no soportan: prolongación de la prisión preventiva durante un mes.
Ahora, hace dos semanas que estoy dentro y me he “acostumbrado”, en la medida en que esto sea posible claro está, al régimen carcelario. Te encuentras dentro de una situación en la que el Estado tiene el control completo sobre tu existencia física y te aísla físicamente del resto de la sociedad. Cuando “fuera” existe una pequeña posibilidad de escapar a la autoridad dominante del Estado y el capital, aquí te enfrentas a una cristalización de las relaciones sociales.
Si vives en el rico Occidente y si perteneces a la buena parte de la población, puedes hacerte la ilusión de ser relativamente libre. Puedes consumir todo lo que te de la gana, perderte dentro de todos los tipos de realidad virtual y, si tienes pasta, incluso puedes viajar un poco y mantener la ilusión de que dispones de una libertad (de movimiento).
“Dentro”, esta ilusión es rota por la omnipresencia del aparato represivo que controla todos tus movimientos y los anota convenientemente en informes. Y si no respetas sus reglas, escriben un informe negativo y/o te castigan, te ponen en régimen estricto y te quitan ciertas “libertades” como llamar por teléfono, la visita, etc. Todo ocurre como fuera, donde los privilegios que tenemos (esas libertades artificiales) son vistos como la libertad verdadera, dentro te acostumbras al cabo de un tiempo a algunos privilegios (como las horas de patio, las llamadas telefónicas, etc.) y no ves más el hecho de estar encerrado como un problema, sino que más bien intentas mantener ciertos privilegios como solución a tus problemas. Finalmente, también aquí, puedes, si tienes dinero, consumir todo lo que quieras y sentirte mejor gracias a eso. Sentirte como si estuvieses en un hotel barato con la única diferencia de que no puedes salir a pasear por la playa, sino que tienes que permanecer todo el jodido tiempo en la celda, sin quejarte…
Yo estoy bien, y Jürgen también, aparte del hecho de que aquí te tratan como a un niño pequeño (ni siquiera podemos tener un mechero o cerillas en la celda). Por lo demás, a menudo es tu propia actitud la que determina el trato de los demás presos y de los carceleros, está claro que hay cabrones y gilipollas por todas partes. Lo más difícil, es mantenerte fuera de la jerarquía que reina aquí (la misma, que en el exterior, es amo y señor de muchos). Y con esto no me refiero solamente a la jerarquía entre el Estado (carceleros, policías) y los presos, sino también entre los presos mismos. Ya que aquí esta jerarquía está bien marcada, no debes pensar, un pequeño anarquista, en atacar esta estructura o sino, por así decirlo, acabas con un tenedor clavado en la tripa.
Mientras que las relaciones de poder dentro de la sociedad no sean derribadas, aquí estas estructuras se seguirán manteniendo. La destrucción de las cárceles, de todas sus estructuras y de todas sus formas, como parte del aparato represivo y totalitario, sólo puede llevarse a cabo dentro de una lucha total que apunte a destruir el capitalismo y su aparato, el Estado. Amen.
Normalmente tendría que haber pasado otra vez delante de la Cámara del Consejo a finales de noviembre, pero el día fue adelantado al 9 de noviembre, fecha en la que Jürgen también debía comparecer. Por supuesto los dos queremos salir de aquí lo antes posible, pero el hecho de que no colaboremos en la investigación les ofrece una buena ocasión para jodernos y mantenernos el mayor tiempo posible en prisión preventiva.
Hasta ahí estamos a cargo del Estado, la mayoría del tiempo con una sonrisa y de vez en cuando con una lágrima, ¡pero siempre libres en nuestros pensamientos!
¡POR UNA SOCIEDAD SIN CLASES Y SIN PRISIONES!
Paolo
Cárcel de Gante
Principios de noviembre del 2009
* Esa noche, tuvo lugar un debate en Gante con Filip Dewinter [líder del partido fascista] y J.M. Dedecker [líder del partido de extrema derecha] entre otros. El tema fue, cómo no, el debate sobre el velo. En tiempos de la supuesta crisis económica (ya que los ricos no se comen ni una tostada menos), el capital (y sus mercenarios, los fascistas y partidos de derechas) tienen siempre a disposición a la oveja negra para desencadenar una persecución. Así, desvían la atención de los problemas reales como la división desigual y criminal de las riquezas. Los partidos socialdemócratas de “izquierda” participan encantados en esta campaña de difamación para mantener e incrementar su electorado. No tienen otra estrategia contra la (extrema) derecha que la de retomar sus puntos de vista y propaganda de odio contra los clandestinos y los extranjeros (so pretexto de una guerra contra el terrorismo y, en voz baja, contra el Islam). Esa mima noche, el Palacio de Justicia de Gante fue atacado y algunos estudiantes de derecha recibieron una paliza. Hubo también incendios en distintos sitios.
**La sala del consejo es una sala del Tribunal de Primera Instancia. Está formada en principio por un único juez y se pronuncia sobre los requerimientos (previa petición) de la Fiscalía, después de haber oído el informe del juez de instrucción.
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