El 19 de enero de 2009, el activista libertario Stanislav Markelov y la antifascista anarquista Anastasia Baburova fueron asesinados a tiros en plena calle. Con motivo del primer aniversario de la muerte de ambos, el “Comité 19 de enero” convoca a una manifestación en Moscú y acciones solidarias contra el fascismo y el racismo en todo el mundo. En vista de la escalada de los acontecimientos durante el último año, el aumento de los contactos entre partidos políticos fieles al Estado con organizaciones juveniles que cada vez colaboran más abiertamente con colectivos racistas militantes, así como el ambiente agresivamente nacionalista que se respira en Rusia, la solidaridad es más que necesaria.
Ya en el año 2008, en Rusia fueron asesinados por los nazis destacados activistas antifascistas. Así, el 10 octubre 2008, una horda de nazis esperó delante de su casa y apuñaló hasta la muerte a Fjedor Filatov uno de los cofundadores del movimiento Trojan Skin de Moscú. Sin embargo, sólo fue una de muchas víctimas. En el año 2008 murieron 110 personas, según informaciones del centro “Sova”de análisis e información, y 486 fueron heridas. El año pasado fueron asesinadas 60 personas y 306 fueron heridas. Entre ellas, además de Markelov y Baburova, fueron asesinados el conocido a antifascista moscovita Ilja Dzhaparidze, el músico y activista libertario Andrej Mal’chenko de Krasnodar e Ivan Chutorskoi, de RASH Moscú, que al parecer también fue ejecutado el 16 noviembre por una célula terrorista de derechas. El atentado contra el “Newski Express” a finales de noviembre del año pasado, probablemente también deba ser atribuido a los terroristas nazis.
Eso supuso una menor cantidad de ataques respecto al año anterior, pero de ninguna manera significa una distensión. Por el contrario, el movimiento nacionalista ruso se radicaliza cada vez más y desde hace años recurre al terrorismo político contra defensores de derechos humanos, sindicalistas, antifascistas, la subcultura alternativa y también la población usa en general. A eso hay que añadir que organizaciones juveniles y funcionarios del partido en el poder “Edinaja Rossija” (Rusia Unida), así como el aparato de seguridad, en medio de un creciente ambiente nacionalista se dejan ver cada vez con más frecuencia en eventos y manifestaciones de los nacionalistas radicales. Parece evidente que ya no temen el contacto público con los nacionalistas violentos.
El asesinato de Markelov y Baburova el 19 de enero marcó el principio de una serie de ataques terroristas nazis durante el año pasado. El eco mediático en occidente fue bastante limitado. Los motivos del atentado contra Markelov se atribuyeron sobre todo a su compromiso con las víctimas de la arbitrariedad del estado, sobre todo en Chechenia. Su abierto antifascismo y su implicación en los discursos antimilitaristas y antipatrióticos actuales fueron sistemáticamente ocultados. Nastia Baburova, una activa antifascista y activista anarquista, también fue edulcorada como periodista crítica con el Kremlin. Su implicación en diversos proyectos antirracistas y ecologistas, así como su compromiso en iniciativas antirrepresivas y en la publicación comunista libertaria Avtonom no fueron mencionados.
Independientemente de la opinión que merezca el llamamiento a una alianza “cívica” contra el fascismo, hay que enfrentarse a la atmósfera violentamente nacionalista y chovinista que reina en Rusia.
Fuente: http://linksunten.indymedia.org/es/node/15269
(ES) Manifiesto del “Comité 19 de enero”
El 19 de enero, exactamente un año después del asesinato de Stanislaw Markelow y Anastasija Baburowa, l@s impulsor@s de una manifestación antifascista te invitamos a que te unas a una campaña contra el terrorismo nazi.
La palabra “fascismo” se halla hoy en día totalmente devaluada. Cuesta encontrar un movimiento político que no haya tachado a sus contrarios de “fascistas”. Sin embargo, sigue siendo un concepto con implicaciones importantes. Muchas pueden aplicarse a la actual situación en Rusia.
Para unos, el fascismo supone una expresión de intolerancia extrema típica de una sociedad autoritaria.
Para otros supone una ideología de coerción y explotación que entronca con la época colonial. Otros ven el uso de unidades de combate controladas por el aparato de Estado para destruir las fuerzas democráticas. Hay quienes ven en el fascismo algo que asesina a personas comprometidas, como el abogado Stanislaw Markelow y la periodista Nastja Baburowa, jóvenes antifascistas como Fjodor Filatow y Iwan Chutorskoj, el científico Nikolaj Girienko, el ajedrecista de Yakutia Sergej Nikolajew, el programador de Buriatia Bair Sambujew y cientos de personas más. Quienes definen así el fascismo no dividen a sus enemigos entre rusos y no rusos, adultos y niños, sacerdotes y aficionados al punk, gente joven e implicada y porteros indefensos de Asia central.
No es una cuestión de definiciones. Todos los asesinos provienen de un entorno determinado. Todos vienen del mismo entorno.
Sólo podrán ser derrotados si se unen fuerzas, si se superan barreras entre activistas políticos de distintas tendencias, pero también entre activistas y aquellos que desconfían de los políticos y no se implican activamente en los acontecimientos políticos. Por eso fundamos una iniciativa antifascista que pueda unir a personas con distintas perspectivas y posicionamientos cívicos, incluyendo a quienes se describen como “apolíticos” pero tienen la certeza de que el auge de las tendencias fascistas en Rusia exige una respuesta clara.
Los nazis han cambiado. No asaltan mercados, sino que los vuelan con explosivos, igual que dinamitan vías férreas, conciertos, iglesias, cafeterías y entradas de inmuebles en los que se encuentran sus oponentes políticos. Los fascistas no sólo golpean a los viandantes, sino que los matan. El terror nazi hace tiempo que se hizo realidad.
Si seguimos a la espera, corremos el peligro de que nuestro país se convierta en un campo de limpiezas étnicas y guerras entre las diversas nacionalidades. Nos dirigimos a todos aquellos que no quieren seguir esperando. Tomad la iniciativa y dejad patente vuestra postura cívica con los medios que tengáis a vuestro alcance.
Además llamamos a figuras públicas conocidas —científicos, artistas, escritores, intelectuales— a apoyar nuestra iniciativa con su autoridad. Consideramos que la resistencia contra la plaga nazi en Rusia debe alcanzar un nivel nuevo, solidario y con presencia de masas más allá del marco de la subcultura juvenil y los colectivos de activistas sociales. El comprensible rechazo a “la política” no debe impedir la reflexión crítica sobre la amenaza nazi.
Actualmente nos parece prioritario arrebatar el apoyo que reciben nazis y racistas activos, así como quienes se ocultan tras posiciones más moderadas, por parte de funcionarios del Estado, desplazar a los representantes de la extrema derecha de la política oficial e impedir la utilización de los grupos de extrema derecha contra los activistas políticos y cívicos.
Llamamos a las personas de todas las ciudades y países a mostrar su solidaridad con nuestra iniciativa y a salir a la calle con nosotros el 19 de enero de 2010.
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