Por cierto que la policía y los políticos se quejan de ciertas instrucciones de ETA, según las cuales sus detenidos siempre alegarían tortura en los interrogatorios. Nuestra web no tiene conocimiento cabal para saber si tal cosa es o no así, pero lo que sí tiene claro es que la consigna que sí existe, sea espontánea o preparada, es la que hace que cualquier agente de cualquier cuerpo policial que se haya pasado tres pueblos con un detenido siempre presente de forma preventiva una denuncia por atentado a la autoridad contra el susodicho. Ya se sabe que los jueces tienen cierta querencia a creer a los polis y no a los detenidos, y en la mayoría de estos casos las denuncias cruzadas obran en beneficio de los policías, que ven archivados los cargos por abuso de autoridad, malos tratos etc. y además en ocasiones obtienen venganza logrando que los jueces den curso a sus falsos atestados. En Tortuga sufrimos algo así en una ocasión. Por suerte alguna vez no cuela, como ocurrió en nuestro caso (en el que el juez creyó a los antimilitaristas y no al mando policial alicantino que nos acusaba falsamente) y ha ocurrido con los mossos d´escuadra de la noticia. Nota de Tortuga.
La sentencia es firme y los policías deberán ingresar en prisión
PERE RÍOS - Barcelona
El Tribunal Supremo ha condenado a penas que suman cuatro años de cárcel a los Mossos d’Esquadra Albert Fabregat y Juan Díaz Fortes y a otros tres años a la agente del mismo cuerpo Mónica Fraile por detener de manera injustificada a un ciudadano cuando estaban de paisano y posteriormente pegarle e insultarle en comisaría.
La sentencia ratifica la que impuso la Audiencia de Barcelona el pasado mes de marzo e implicará el ingreso en prisión de los policías, que, además, son condenados a penas de inhabilitación de entre ocho y 11 años.
Los hechos sucedieron la madrugada del pasado 2 de junio de 2006 en el interior de la discoteca Bikini de Barcelona, donde los tres policías libres de servicio estaban tomando una copa. En un momento, los agentes pasaron junto a José Antonio Medina y un amigo suyo, produciéndose un roce entre éste y la agente.
La sentencia considera que el roce no fue intencionado, pero el mosso Díaz Fortes se encaró con el cliente y se produjo una discusión. Medina medió, sin llegar a agredir a ningún policía, dicen los jueces, y los servicios de seguridad les echaron a todos a la calle. Fue entonces cuando Medina se enteró que las personas con las que había discutido eran policías y al llegar una patrulla de los Mossos, el agente Díaz Fortes le dijo "ahora te vas a cagar", según explica la sentencia.
Medina, estibador portuario de profesión, se pasó todo el camino llorando y una vez en la comisaría de Les Corts fue ingresado en la tristemente célebre sala de cacheos, donde se han producido otros espisodios de malos tratos. Allí entraron Fabregat y Díaz, quien le dieron un cabezado, diversos golpes, le volvieron a insultar llamándole "chulito" y le advirtieron "que sabían donde vivía y que si tenía cojones para denunciarlo lo matarían y se follarían a su mujer".
Medina sufrió diversos hematonas y una crisis de ansiedad y fue puesto en libertad con cargos al cabo de 24 horas. La policía condenada denunció al amigo de Medina por acoso sexual, pero la justicia le absolvió. Todos los policías también denunciaron a Medina por atentado a la autoridad y lesiones, cargos de los que también fue absuelto, ya que finalmente sólo fue condenado a 60 días de multa por una falta de malos tratos. Los tres mossos también deberán indemnizarlo con 6.000 euros.
Diario El País
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