Extraido de : http://liberaciontotal.entodaspartes.net/
Hace unos meses nos enteramos de que una empresa llamada Venison Deer (www.venisondeer.com) situada en Marugán, Segovia, se dedicaba a la cría de ciervos para vender sus cadáveres a restaurantes y carnicerías. Además parte estos ciervos eran utilizados para repoblar cotos de caza y en un hospital de Toledo como si fuesen material para experimentación.
Nosotros creemos que todo animal con capacidad de sufrir merece unos derechos innegables. Quizás el más importante de ellos es el derecho a no ser utilizado como un recurso. Estos ciervos estaban siendo explotados como si fuesen un recurso alimenticio, un recurso para los que se divierten matando y un recurso para el laboratorio. Sin duda, Venison Deer es un ejemplo de cómo todas las formas de explotación animal están relacionadas entre si y son igualmente rechazables.
Tras varias semanas de investigación del negocio y numerosas visitas nocturnas a la granja, la noche del día 30 de octubre fuimos al pueblo de Marugán para devolver a los ciervos la libertad que el empresario especista Javier Martín, les había robado. Durante más de tres horas estuvimos cortando el alambre de la valla, saboteando el vehículo todo terreno y el generador eléctrico. Tras haber tirado más de la mitad del vallado, dirigimos a los ciervos hacia las múltiples vías de escape. Sabemos que al menos 50 de ellos consiguieron recobrar la libertad y pensamos que al amanecer otros muchos se darían cuenta de que ya no había valla que les impidiese regresar al campo. De todas formas, si ha quedado alguno dentro, volveremos para sacarlo.
Enmarcamos esta liberación como parte de las acciones en memoria del compañero Barry Horne, que dió su vida el 5 de noviembre de 2001 en una huelga de hambre por la liberación animal.
Frente de Liberación Animal
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